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La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará el próximo miércoles el satélite LISA Pathfinder, que forma parte de una misión espacial que busca establecer un futuro observatorio capaz de detectar las famosas ondas gravitacionales teorizadas por Albert Einstein.
El célebre físico estableció hace 100 años que, bajo el efecto de la fuerza de la gravedad, la materia en movimiento distorsiona el espacio y el tiempo, originando unas ondas que se desplazan en el espacio, como lo hacen los círculos provocados por la caída de una piedra en la superficie del agua.
Actualmente, varios observatorios instalados, principalmente, en Estados Unidos e Italia buscan activamente una prueba directa de la existencia de estas ondas gravitacionales, extremadamente débiles, que se propagan a la velocidad de la luz.
La misión de LISA Pathfinder no es captar ondas gravitacionales por sí misma, sino probar a pequeña escala el funcionamiento de la tecnología de eLISA, el futuro observatorio que será el encargado de detectarlas con la ayuda de tres satélites que tratarán de interceptarlas.
“Disponer de un observatorio en el espacio permitirá ver los grandes desplazamientos de masa en el universo y acontecimientos muy violentos, como por ejemplo, una colisión de galaxias o la fusión de dos agujeros negros”, aseguró el físico francés Pierre Binetruy, de la Universidad Paris Diderot.
“Esperamos reconstruir la historia del universo y remontar a eventos muy primordiales” que siguieron al Big Bang, agrega este profesor que participa en el proyecto del futuro observatorio europeo.
Debido a la fuerza de la gravedad, esta tecnología no puede ser verificada en la Tierra, de ahí que el satélite experimental tenga que lanzarse al espacio hasta el lugar en el que las fuerzas de atracción de la Tierra y el Sol se equilibran, en el denominado punto Lagrange.
El observatorio podría entrar en funcionamiento en el 2030 si el satélite LISA Pathfinder logra su misión.
El lanzador europeo Vega enviará al espacio el LISA Pathfinder, construido por Airbus Defense & Space en el marco de un proyecto de la ESA. Su despegue está previsto el miércoles a la 01H15 locales (11:15, hora peruana).
Un primer paso fundamental
Al cabo de 1:45 minutos de vuelo, el LISA Pathfinder se separará de Vega, iniciando un largo viaje, que lo llevará a fines de enero a una órbita operacional a 1,5 millones de km de la Tierra.
Equipado de paneles solares fijos, su módulo científico comprende un láser capaz de medir las variaciones de distancia entre dos masas que flotan libremente, separadas 38 centímetros entre ellas.
Las medidas se tomarán en picometros (una billonésima parte de un metro), y si las pruebas dan buenos resultados, esta tecnología equipará el futuro observatorio.
“La duración prevista del LISA Pathfinder es de un año”, explica César García, responsable del proyecto de la ESA.
La agencia europea desembolsó “unos 430 millones de euros (más de 450 millones de dólares)” para esta ambiciosa misión que se inició en el 2004, según García. Los países participantes son Alemania, España, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia y Suiza.
Fuente: EFE/AFP