Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 21 de cada 10.000 niños nace con autismo. Por ello, en el 2008, la ONU declaró el 2 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con el fin de informar sobre este mal y mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que presentan este trastorno. Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Los trastornos del espectro autista son “un grupo de complejos trastornos del desarrollo cerebral, (...) que abarca afecciones tales como el autismo, el trastorno desintegrador infantil y el síndrome de Asperger. Estos trastornos se caracterizan por dificultades en la comunicación y la interacción social y por un repertorio de intereses y actividades restringido y repetitivo”, indica la OMS.
Estos males no se restringen a regiones, países o nivel socioeconómico, por lo cual son necesarios compromisos como la especialización en el tema, detección temprana y conseguir con ello un tratamiento lo antes posible, asegura el Centro Peruano de Audición, Lenguaje y Aprendizaje.
Las señales de alerta de autismo pueden identificarse alrededor de los 18 meses o antes de los dos años de vida. Es necesario acudir al especialista cuando se identifican estos signos en los bebes:
1. Problemas en la comunicación verbal, no verbal y lenguaje:
a) Limitado el uso de gestos y expresiones faciales hacia otros (señalar, mostrar, sonreír al otro).
b) Retraso en el lenguaje, o si lo tiene repite las mismas palabras o frases que escuchó y/o no las usa adecuadamente.
2. Dificultad en la interacción social:
a) No iniciar o compartir juegos con otros niños.
b) Realizar juegos peculiares y casi siempre en solitario.
3. Patrones de comportamientos e intereses restringidos:
a) Preocupación o demasiado interés por partes de objetos.
b) Resistirse a los cambios.
c) Movimientos repetitivos de las manos o el cuerpo.
d) Necesidad de rutinas poco flexibles.