Hace poco hizo noticia el descubrimiento del fósil de un animal que los paleontólogos han descrito como un cruce de tortuga con rinoceronte. Perteneciente al grupo de los dicinodontes (vertebrados terrestres de cuatro patas que dieron origen a los mamíferos modernos), esta nueva especie tenía un pico de tortuga, el tamaño de un hipopótamo y 1,5 toneladas de peso. Ha sido bautizada como ‘Lisowicia bojani’.
—LOS FÓSILES—
En la gran extinción del Pérmico, hace 255 millones de años, la fauna y la flora se redujeron en un 90%. Pero quedaron varios grandes vertebrados, entre ellos los dicinodontes, el primer grupo capaz de alimentarse con plantas. A partir de ahí se comenzaron a dividir los vertebrados: a un lado los saurios y al otro los que eventualmente serían los mamíferos.
Hay que tener en cuenta que seguir la evolución de los mamíferos es sumamente difícil porque su elemento definitorio es el órgano productor de leche que –por ser un tejido blando– no deja huella fósil. Sin embargo, se ha llegado a identificar dicinodontes y otros vertebrados que podrían evolucionar en esa dirección.
No obstante, los paleontólogos han llegado a identificar otras características propias de los mamíferos que dejan huella fósil, una es la articulación de la mandíbula. En los mamíferos, a diferencia de los demás vertebrados, esta tiene un hueso que forma parte del oído: el martillo y el yunque. En los demás vertebrados este hueso forma una placa detrás de la articulación de la mandíbula.
Otro hueso único en los mamíferos es el doble cóndilo occipital, este se encuentra en la base del cráneo formando dos protuberancias que encajan en la última vértebra. Los demás vertebrados tienen un solo cóndilo occipital. Estas características se presentan desde antes de los modernos mamíferos placentarios.
Los mamíferos más antiguos sobrevivientes son los monotremas, como el ornitorrinco. ‘Monotrema’ quiere decir ‘un solo orificio para el sistema digestivo y para la reproducción (la puesta de huevos)’. La leche sale por los poros del órgano en el abdomen que los recién nacidos lamen. Otra rama son los marsupiales (del griego ‘mársippos’, que significa ‘bolsa’). El 70% de los mamíferos de Australia, como el canguro, nace y madura en la bolsa, que contiene las mamas.
—OÍDOS Y PELOS—
Durante los últimos 50 años, gracias al progreso de la genética y a nuevos depósitos fósiles que han conservado partes de órganos blandos han aumentado nuestros conocimientos sobre los mamíferos fósiles. En 1979 se conocían 116 géneros, y 310 en el 2007. Asimismo, la calidad ha mejorado: hoy, no menos de 18 mamíferos mesozoicos (anteriores a la desaparición de los dinosaurios) tienen reconstruidos sus esqueletos completos.
Se ha comprobado que los primeros mamíferos del Jurásico, dominado por los dinosaurios, eran pequeños, muchos no llegaban a los 5 cm. Cazadores nocturnos de insectos desarrollaron una dentadura que se conserva hasta hoy: dientes caninos e incisivos para capturar y cortar, y molares para romper la cáscara de los insectos (exoesqueleto).
Además, tuvieron que perfeccionar su complicado oído interno y la vista. Para adquirir mejor visión diurna recuperaron una opsina (proteína de la retina) más. En algunos ejemplares llega a cuatro: verde, dos azules diferentes y una roja.
Por ser muy pequeños la mayoría, como los ratones, necesitaban defenderse del frío. Cuanto más pequeño un animal, mayor es la superficie en relación con el volumen. Un cubo de 1 cm de lado tiene 1 cm3 de volumen por 6 cm2 de superficie; un cubo de 10 cm de lado tiene 1.000 cm3 de volumen por 600 cm2 de superficie. Como resultado, cuanto más chico es un cuerpo, irradia más calor en menos tiempo y necesita más alimento.
Eso obligó a los mamíferos pequeños a desarrollar protección térmica con pelos en la piel y sangre caliente circulando por todo su cuerpo, con un sistema de control de temperatura. Por otro lado, mantener estas condiciones requiere alimento con alto contenido de energía que no es de fácil acceso, como la fruta en los árboles u otros animales. Aunque estas exigencias forzaron la evolución de los mamíferos, no pudieron alcanzar mayor tamaño en el Jurásico, dominado por los dinosaurios.
—LOS DINOSAURIOS—
Mientras unos vertebrados sobrevivientes del Pérmico iban camino a ser mamíferos, otros evolucionaron como reptiles (saurios). El clado (rama) de los saurios se diversificó produciendo una gran variedad de especies. Entre ellos los dinosaurios (del griego ‘deinos’, que significa ‘terrible’, y ‘sauros’, que quiere decir ‘lagarto’), es el grupo de saurópodos (pie de lagarto) que apareció durante el Triásico, hace 230 a 240 millones de años.
Los dinosaurios se convirtieron en los vertebrados dominantes desde el comienzo del Jurásico. Su dominio duró más de 130 millones de años y cubrió todo el período Jurásico y el Cretáceo hasta la gran extinción, a fines del Cretáceo, hace 66 millones de años.
Sus únicos herederos –que se comenzaron a desarrollar poco antes de la gran extinción– fueron las aves. Para comenzar, tenían la ventaja de un pulmón muy eficiente y una experimentación previa con huesos ligeros de la época de los pterodáctilos. Hoy son los únicos descendientes directos de los dinosaurios y están entre los vertebrados más exitosos.
—EL CUATERNARIO—
Al quedar libres de competencia con la desaparición de los dinosaurios, los mamíferos comenzaron a crecer. Algunos más allá de lo conveniente –como los armadillos y perezosos gigantes, que no sobrevivieron a los grandes carnívoros que los siguieron–. El desarrollo de los mamíferos comienza en el Paleoceno y el Eoceno, hace 60 a 40 millones de años.
En el Oligoceno, hace unos 32 millones de años, aparecen los precursores de los monos y los primates. Junto con ellos surgen los lémures y los loris, que no son monos pero sí primates. Unos millones de años después, no sabemos exactamente cuántos, empiezan a andar en dos patas y aparecen los homínidos y toda la fauna actual, pero eso es otra historia.
“Mientras unos vertebrados sobrevivientes del Pérmico iban camino a ser mamíferos, otros evolucionaron como reptiles”.“Los primeros mamíferos del Jurásico, dominado por los dinosaurios, eran pequeños, muchos no llegaban a los 5 cm”.