Si eres fanático de Dota 2, seguro recuerdas cuando en 2019 un equipo peruano alcanzó la gloria en el Mundial del juego, The International. Para sorpresa de muchos, la escuadra derrotó a organizaciones de alto calibre y aseguró un top 8 y un premio de US$800.000. Aquella participación fue histórica, nunca una representación sudamericana había llegado tan lejos y, sin buscarlo tan siquiera, abrió una puerta para que el continente fuese empezado a tomarse en cuenta. No fuimos más Sudamérica la región comodín como solía ser.
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Este suceso provocó, también, que un equipo extranjero pusiera sus ojos en ese grupo humano conformado por cuatro jugadores peruanos y un boliviano. Se trataba de Beastcoast, una organización de eSports de origen norteamericano que se fundó en 2017 y que planeaba abrir su división de Dota 2.
Y así fue. Luego de The International 2019, integrantes de la organización se pusieron en contacto con Steve ‘Stinger’ Vargas, Jean Pierre ‘C Smile’ Gonzáles Salazar, Héctor ‘K1′ Rodríguez Asto, Elvis ‘Scofield’ De la Cruz Peña y Adrián ‘Wisper’ Céspedes para hacer oficial el fichaje.
Durante el The International 2019, los jugadores representaron a Infamous Gaming, pero lo cierto es que antes de ello jugaron bajo el nombre de Team Anvorgesa. Por su nombre y logo (de una hamburguesa) fue que llegaron a tener popularidad internacional.
Luego del ‘fichaje’ de Beastcoast en 2019, -y por los próximos casi tres años- el cuadro residió en Lima, Perú, y se mantuvo unido jugando torneos como The International 2021, The International 2022, Singapur Major, Estocolmo Major, entre otros.
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No obstante, el viaje para aquel grupo concluyó en noviembre de 2022, cuando ‘C Smile’ y ‘Wisper’ ficharon por la organización norteamericana Evil Geniuses, que también se ‘mudó' a Sudamérica. En su lugar llegaron los peruanos Gonzalo ‘DarkMago’ Herrera y Rafael ‘Sacred’ Hinostroza.
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Ahora bien, a tres años de la llegada de Beastcoast, una de las primeras organizaciones extranjeras de eSports que apostó por el Perú, El Comercio conversó con Alejandro Moral, actual director regional del cuadro en Sudamérica, quien nos adelantó cómo fue que la escuadra llegó a Sudamérica, cuáles han sido los principales retos en los tres años y también sobre la posibilidad de que la organización abra divisiones en otros videojuegos.
—¿Cómo así Beastcoast decide apostar por un equipo peruano de Dota 2?
Todo comienza a partir de que el dueño de Beastcoast, digamos los inversionistas, son de Nueva York. Y en particular a uno en especial le gusta mucho el Dota 2, Grant Zinn, el inversionista principal. Él trató de tener un equipo de Dota en Norteamérica, pero los resultados no fueron los mejores. A raíz de que ‘Team Amvorgesa’ comienza a tener presencia internacional, llama la atención de Zinn. Y cuando él ve que en medio de un torneo internacional el equipo tiene un buen performance, tiene este contacto con Guashineen, que era la manager de ese de ese roster. Luego llegan a un acuerdo para que sean la representación de Beastcoast en la región, justamente después de The International en 2019.
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—Fue allí cuando se inicia las operaciones para que Beastcoast se despliegue en Perú
Exacto. Adquirir el roster de Anvorgesa es una parte, pero Beastcoast es una organización norteamericana y casi nadie de los jugadores habla inglés. Se necesitaba a alguien para el desarrollo del proyecto, que vea el tema de relaciones públicas, también de auspicios, contactos, redes networking y demás. Allí es donde entro yo.
"Poco a poco fuimos profesionalizándonos y tratando de imitar lo que hacían las las organizaciones exitosas del hemisferio norte o de Asia"
—¿Cómo era la situación de los equipos / eSports cuando llegaste a Beastcoast a finales de 2019? ¿Ya se estaba formalizando poco a poco?
Sí, ya había un proceso, pero todavía no estaba completo. Una vez que nosotros vemos cómo las organizaciones extranjeras tienen éxito, nosotros tratamos de replicar lo mismo acá. Comenzamos a elevar los estándares definitivamente. Primero adquirimos una gaming house muy buena, después generamos más empleo y contratamos abogados y psicólogos para el equipo. Poco a poco fuimos profesionalizándonos y tratando de imitar lo que hacían las las organizaciones exitosas del hemisferio norte o de Asia. Una vez siguiendo ese ejemplo, pues tuvimos muy buenos resultados tanto en crecimiento en redes como en sponsors y en performance de juego.
Cuando tú haces bien las cosas y ves que te está dando buenos resultados, las otras organizaciones dicen ‘ah, mira pues, este ese es el camino’. Así, algunos equipos comenzaron a profesionalizarse y ahora vemos que hay organizaciones de alto calibre de los que se habla en escenarios internacionales.
Los últimos tres años, [en toda la industria] hemos hecho las cosas bien, tanto en marcas como en performance en torneos internacionales. No solo en Dota, sino en Mobile Legends por ejemplo. Hemos ido al mundial hace poco. Los eSports están en un crecimiento bastante grande comparado a los años anteriores desde la llegada de Beastcoast.
—Vemos equipos peruanos muy fuertes y destacando en torneos internacionales, ¿se podría decir que estamos en la “época dorada” del Dota nacional?
Definitivamente estamos en una época bastante provechosa, bastante buena. Por primera vez en nuestra historia tenemos más de tres organizaciones internacionales dentro de la primera edición de Dota. [Además de Beastcoast], está Evil Geniuses, un monstruo dentro de los eSports; Alliance, que ha sido campeón de The International; e Infinity eSports, un gigante de Latinoamérica que participa en League of Legends, Valorant y más. Con solo esas cuatro organizaciones poniendo los ojos en Perú te das cuenta que algo tenemos. Después del último International, en el que los equipos peruanos tuvieron un rendimiento muy decente a comparación de anteriores oportunidades, hemos jalado muchas miradas.
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—¿Qué significa para la escena sudamericana que haya un Lima Major, tanto para fanáticos como equipos?
Es un punto de quiebre que vamos a vivir. Es una gran oportunidad que no tenemos que desperdiciar y es algo que que tenemos que sacarle el mayor provecho que se pueda. Cuando pasa algo importante en una major va a resonar en todo el mundo de los eSports. Entonces es la oportunidad para demostrarle al mundo que nuestra base de fans es muy buena y que somos capaces de desarrollar un evento de esa magnitud. Esperemos que nuestros equipos tengan un muy buen performance, así vamos a tener al público local contento. Esperemos que las marcas locales, Beastcoast y Evil Geniuses, se esfuercen por tener mucha presencia en el evento. Si sale bien, vamos a tener bastantes más eventos en el Perú.
—¿Qué le falta al Perú para estar a la par de regiones como Europa o Asia?
Bueno, lastimosamente acá pasamos por un tema ya inclusive geopolítico. Nuestra infraestructura no es la mejor, los mismos equipos no tienen el soporte económico, los inversores no conocen mucho del tema y los que sí todavía son un poco conservadores. No estoy diciendo que no haya inversión, solo que aún no es lo que podría ser. Todavía no existe esa infraestructura adecuada. Por ejemplo, tú vas a cualquier parte del hemisferio norte del planeta y dices ‘yo voy a ir a tal lugar, necesito una bootcam con un mes de anticipación’ y pues encuentras donde sea. Esto lo buscas acá y lo único que te van a ofrecer son cabinas. No existe un Centro de Alto Rendimiento aparte de Claro gaming Center que ya está ocupado.
Nos falta un poco también como te mencioné de la inversión, infraestructura y también aceptación. Si bien todo eso está creciendo, Latinoamérica en general es una región conservadora. Una vez pasemos esa valla de que los deportes electrónicos no son negocio, y que ahora no hay una carrera y empleo, va a ser bueno.
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—¿Qué punto puedes destacar a lo largo de los tres años de Beastcoast?
Como todo trabajo tuvo sus altas y bajas. El cambio de equipo fue algo que nos golpeó mucho. Puedo recalcar nuestra perseverancia y nuestro nuestras ganas de seguir y nunca bajar los brazos. Hemos visto ejemplos de organizaciones extranjeras que vienen prueban y se van. Nos hemos enamorado, tanto mi persona como la mesa directiva, de la región y del fanbase. Estamos dispuestos a seguir con eso.
—¿Han evaluado dar el gran salto a otros videojuegos?
Sí, en Latinoamérica hemos visto otras otras oportunidades, pero el tema tiene que ver con los sponsor chips. Aún no hay un equipo en Latinoamérica o en el Perú que esté apareciendo en pantallas internacionales como para nosotros hacer una inversión grande y de ahí sacar un retorno grande de algún sponsor de talla mundial. Tenemos que analizar el hecho de que sea rentable o no. Estamos en un punto en el que preferimos no apostar, porque tenemos bastantes cosas que son funcionales y nos va bien.
Estábamos evaluando Pokémon, porque ya tenemos eso [un equipo] desarrollado en otras partes del mundo solo sería replicar el proyecto. También hemos visto Valorant. Te mencioné hace un rato Mobile Legends con Malvinas. Aún estamos viendo a cuál juego atacar.
—¿Cuáles son los objetivos de Beastcoast para este 2023?
Beastcoast es una organización que quiere participar en todos los eventos internacionales que haya. Entonces, llegar a todas las Major como el año pasado es obviamente algo que deberíamos volver a repetir. Nuestro objetivo hoy en día sería mejorar nuestro último puesto en el The International, que fue top 8. No nos ponemos un objetivo como ganar The International, simplemente seamos mejor que el año pasado. Si seguimos ese trayecto, eventualmente en algún momento seremos los mejores.