Cuando terminé de jugar God of War: Ragnarok lo único que quería era seguir jugándolo. La nueva aventura protagonizada por Kratos y Atreus se lanzó este 9 de noviembre a nivel mundial para PlayStation 4 y PlayStation 5, y se presenta como una aventura tan épica como las de Odiseo en las epopeyas Ilíada o La Odisea. ¿Cómo fue mi experiencia con el videojuego más esperado del año? Te lo cuento.
Antes de empezar, hagamos memoria: God of War: Ragnarok es la secuela del laureado God of War (2018) que trajo de vuelta a Kratos pero esta vez en el mundo nórdico. La nueva obra se lanza este 9 de noviembre y fue desarrollada por Santa Monica Studio como exclusiva de la consolas PlayStation 4 y PlayStation 5.
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El juego del ‘Fantasma de Esparta’ es el gran lanzamiento de Sony para lo que queda del año y también es considerado por muchos como uno de los estrenos más destacados desde que la PlayStation 5 llegó al mercado en 2020.
Aquí te dejamos la ficha técnica y, tras ello, el revisado del nuevo exclusivo de Sony:
- Género: acción / aventuras
- Consola: PS4 / PS5
- Jugadores: 1
- Restricción de edad: mayores de 17 años
- Fecha de lanzamiento: 9 de noviembre de 2022
- Idiomas: español latinoamérica, inglés, francés, italiano, alemán
- Online: No
- Tamaño de descarga: 84 GB
Historia: un viaje maduro y emocionante
Ya desde el titular de esta nota anticipamos que God of War: Ragnarok es un viaje que emociona hasta el gamer más duro. Sin irnos muy lejos te puedo decir que está al nivel de God of War (2018) y que no saldrás decepcionado si ya te gustó la trama de la precuela.
Ahora bien, sin entrar en spoilers, el videojuego se ubica en un preludio al ragnarok, evento que según la mitología nórdica es la batalla del fin del mundo. Es decir, estamos a puertas de empezar este suceso y la historia se va desarrollando hacia la ejecución del mismo.
Nuevamente nos ponemos en los pies de Kratos y de su hijo Atreus. Nuevamente nos ponemos en los pies de Kratos y de su hijo Atreus. El primero tiene el objetivo de evitar empezar o participar en la guerra contra Thor, Odín y otros dioses; mientras que el segundo busca respuestas sobre quién es. Dos puntos que ya podíamos intuir desde los tráilers.
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A lo largo de la campaña vamos viendo cómo muy a pesar de los intentos de Kratos por no entrar en una confrontación con sus enemigos termina haciendo lo contrario. Asimismo, Atreus disfruta su propio arco argumental en el que se va desarrollando sobre su condición de dios / gigante.
El juego combina estos dos viajes internos de manera natural y sin mostrarlo forzado.
Los personajes secundarios también toman un papel vital a la hora de contar la trama del juego y son varios que destacan por su carisma y deseos. Bien trabajado por parte de PlayStation.
La historia es interesante de principio a fin con varios giros de trama que te dejan sin aliento. Las decisiones de Kratos, que ya conoce la guerra en carne propia, se muestran maduras. No es por nada, pero en God of War: Ragnarok vemos la faceta humana (y de padre) de Kratos en máximo esplendor, si tienes un hijo o hija seguro entenderás al protagonista más de una vez. Desde sus intentos por no alejar a su hijo, hasta el perdón de las locuras que comete el joven Atreus, Kratos es tan humano como uno mismo.
En síntesis, la trama está al mismo nivel de su precuela de 2018, pero sí es cierto que no ha tenido el mismo nivel de impacto que su antecesor.
Gameplay: profundo y adictivo
Yendo a la jugabilidad, no tenemos cambios abismales respecto a God of War (2018). Todo el gameplay parte de la base de su predecesor y lo que hacen los desarrolladores es profundizar el sistema. Así, la experiencia es familiar, pero con funciones nuevas como la ruptura de escudo o la personalización de las propias habilidades.
El juego es retador, pero no imposible de pasar, por lo que te recomendamos jugarlo en su dificultad difícil para sentir el reto de ser el dios de la guerra. Y claro, se mantiene el ‘parry’ (esa defensa un segundo antes de que te ataquen para provocar un golpe desestabilizador)
Otro detalle importante de la jugabilidad es que la experiencia de combate se siente con mayor frenetismo. En el juego de 2018 sentimos a Kratos pesado y lento, mientras que en Ragnarok podemos hacer combo tras combo con mayor fluidez.
En cuanto a las opciones del gameplay repetimos un árbol de habilidades que podemos ir mejorando conforme vayamos consiguiendo puntos de experiencia. La disponibilidad de las habilidades están sujetas al nivel que tengamos. Este árbol es muy variado (con habilidades que profundizan el sistema de lucha) tanto para Atreus como para Kratos.
Más allá de los combos con las armas que tengamos, Kratos tiene tres poderes activables (dos habilidades de arma y una runa). Tras varias horas de juego activarás una tras otra mientras que intercambias de armas, lo que genera un gran daño y también provoca que te suden las manos.
No es mentira, pero me pasó que tras combates con algunos jefes estaba con las manos ligeramente empapadas por el frenetismo de la batalla y la emoción de no fallar un golpe.
Contenido jugable: modos de juego
En términos generales, estamos frente a un juego de semimundo abierto por zonas. Es decir, podremos ir adónde nos plazca, pero siempre y cuando vayamos desbloqueando las áreas. Luego de las misiones principales tendremos la chance de recorrer el escenario completando favores, misiones secundarias o retos contra enemigos.
A su vez, God of War Ragnarok tiene a disposición del usuario los nueve reinos que dividen Árbol Yggdrasil de la mitología nórdica. Podemos viajar a todos ellos.
A comparación del juego de 2018, Ragnarok ofrece mucho más contenido jugable y variado. Las conversaciones en el medio de las misiones secundarias también ofrecen datos interesantes sobre el mundo nórdico y su mitología.
Completar la campaña principal me tomó cerca de 34 horas, sin detenerme en muchas misiones secundarias y retos en concreto. Si nos tomamos el juego con calma podemos extender este tiempo tranquilamente hasta las 40 - 50 horas dependiendo de cuán buenos seamos con los rompecabezas y combates.
Gráficos y rendimiento de alto nivel
¿Y en calidad gráfica? Se dijo en un momento que este juego sería un exclusivo de la PS5, pero terminó llegando también a PS4. Sin ser lo más revolucionario en temas gráficos, lo cierto es que God of War Ragnarok es uno de los títulos con mejores animaciones, precisión en los detalles y dirección artística que PlayStation ha lanzado hasta la fecha.
Las animaciones a la hora que los personajes hablan se ven fluidas y mucho mejor trabajadas que en God of War (2018) que ya estaba bastante bien. Ahora van más allá y se deja ver, al menos en su versión de PS5 que mantiene una tasa de refresco estable de 60 FPS en el modo rendimiento (con una resolución variable, eso sí).
El modo calidad va en resolución 4K y a 30 FPS, pero en juegos en los que el gameplay es así de frenético como God of War Ragnarok es mejor tener un rendimiento mayor y estable.
Para este review probamos la versión de God of War Ragnarok en una PS5 (sin el parche de lanzamiento que tendrá el juego en su día de estreno) tuvimos un rendimiento óptimo y vimos un solo bug en toda la aventura. Esos retrasos en su desarrollo finalmente se evidencian en la casi nula presencia de errores técnicos.
Conclusión
Sea por su emocionante historia con giros de trama sorprendentes y momentos épicos, su profunda jugabilidad -que exige al jugador al máximo-, gran consistencia en contenido o por sus gráficos realistas, God of War Ragnarok es un videojuego que cierra la aventura de Kratos por tierras nórdicas con broche de oro. No solo eso, sino que también es uno de los grandes juegos -junto a God of War (2018)- que los amantes de los videojuegos deben probar sí o sí.
Quizá algunos puedan mencionar el gran parecido que hay con su antecesor, pero ¿para qué cambiar algo que ya funcionó muy bien en su momento? God of War Ragnarok es todo eso: la evolución de algo ya era magnífico en su momento.
El videojuego de Kratos saldrá a la venta a precio completo en sus diversas versiones. Aquí el resumen:
Versión digital:
- God of War: Ragnarok Estándar PS4: US$59,99
- God of War: Ragnarok Estándar PS5: US$69,99
- God of War: Ragnarok De lujo PS5: US$79,99
Versión física en tiendas especializadas peruanas:
- God of War: Ragnarok Estándar PS4: S/. 289,90
- God of War: Ragnarok Estándar PS5: S/. 379,90
- God of War: Ragnarok Coleccionista PS5: S/. 999,90