Sam Altman y OpenAI han recibido críticas en los últimos días tras los experimentos con la inteligencia artificial. (Foto: AFP)
Sam Altman y OpenAI han recibido críticas en los últimos días tras los experimentos con la inteligencia artificial. (Foto: AFP)
/ JASON REDMOND
Redacción EC

El debate está abierto. La(IA) ha llegado para quedarse y ya está generando polémicas como la carta abierta de 1.000 expertos del campo de la IA, encabezada por Elon Musk, que piden una moratoria al desarrollo de nuevos modelos como el y .

La reacción de Sam Altman, CEO de OpenAI, la empresa responsable de los principales cambios en la IA, ha escrito en su cuenta de Twitter: “Todo muy calmado en el ojo del huracán”. Pero también incluyo otros planteamientos para el debate.

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Mencionó “la capacidad técnica para alinear una superinteligencia”, la “suficiente coordinación entre la mayoría de los principales proyectos de IA general [o IA fuerte]”, y “un marco regulatorio global efectivo que incluya la gobernabilidad democrática”.

Pero el problema tiene cierto aspecto personal. Según la , la carta plantea a GPT-4 en el límite de lo aceptable en cuanto a potencia de la IA y un obstáculo en el desarrollo de un posible modelo GPT-5.

Altman no ha participado en la carta abierta. Y esto se debe a la relación con Elon Musk, quien había participado en la formación de OpenAI. Musk lo ha criticado y Altman no ha ocultado que Musk le parece un “imbécil”.

Lo cierto es que hay muchas dudas en torno a la IA. De hecho, OpenAI publicó hace un mes su documento “Planning for AGI and beyond” y el mismo Altman ha señalado que cuenta con un búnker para estar a salvo de pandemias y de “ataques de la IA”.

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