Seguro que alguna vez has escuchado historias de gente que se hizo multimillonaria desarrollando una aplicación móvil. Y lo más probable es que hayas pensado en crear una propia.
Como el adolescente británico Nick D'Aloisio, que cuando tenía 17 le vendió a Yahoo por unos US$27 millones su aplicación Summly, la cual hacía resúmenes de las noticias para celulares,
Pero la suya es una historia excepcional. La gran mayoría de los emprendimientos en aplicaciones fracasan como negocio.
Aún así, si eres optimista y crees que la idea que te ronda la cabeza es un bombazo, aquí te proponemos cinco pasos para sacarla adelante.
1. Define tu idea
Es un paso básico, pero fundamental. Antes de hacer nada más tienes que descubrir si tu idea es o no buena.
Empieza por averiguar si ya existe, lo cual es bastante probable dado que hay millones de aplicaciones en el mercado.
Después piensa en quién la va a usar, aparte de ti y de la gente que te quiere.
Define bien para qué valdría, cómo se utilizaría (desde el celular, una tablet o la web) y en qué se diferenciaría de otras aplicaciones ya disponibles.
Pregúntarle a tus conocidos si la encontrarían útil.
En general las apps que más éxito tienen son o muy divertidas o muy prácticas, es decir, te entretienen o te resuelven un problema. ¿La tuya qué haría?
2. Considera los aspectos técnicos y el modelo de negocio
Ahora toca pensar en la parte práctica de cómo construir tu app. Tienes que considerar cuán fácil será hacerla. Si lo tuyo no es la tecnología, puedes consultar con algún programador. Tendrás que pensar si se va a usar en iOS, Android o Windows.
Si tu aplicación es muy compleja, será mucho más costoso hacer un modelo que funcione. Pero si es simple, adelante.
Si ya tienes experiencia en el mundo de la programación o en el de los negocios tienes ventaja. Y si no, prepárate para empezar a enfrentar dificultades.
Para David Gewirtz, columnista del sitio web sobre tecnología zdnet.com, saber programar tu propia app es clave para el éxito.
Gewirtz, que es un exprogramador de Apple y tiene años de experiencia en la industria, es bastante contundente al respecto y recomienda abandonar el proyecto si no tienes experiencia en programación, si no estás dispuesto a aprender para crear tu propia app o si no tienes dinero para contratar a un equipo que lo haga por tí.
En cualquier caso, sepas o no programar, deberías hacer un plan de negocio, donde especifiques distintos aspectos del proyecto: diseño, tiempos de desarrollo, gestión financiera, estrategia de márketing, etc.
3. Consigue financiación, fundamental
Si tienes presupuesto para sacar tu proyecto adelante aquí es cuando armas un equipo de programación.
Si no lo tienes, hay plataformas para emprendedores, como Kickstarter, en las que puedes lanzar una campaña para recaudar fondos.
Para tener éxito es clave que hagas un video bien pulido en el que presentes tu producto.
Estas plataformas de financiación colectiva acaban siendo con frecuencia un lugar donde sobre todo amigos, conocidos y familiares ponen financiación a cambio de participaciones. Pero son una manera de empezar si no tienes presupuesto.
Por otro lado, es muy poco probable que una gran empresa o un poderoso 'ángel' de financiación te compre tu idea sin haber visto, como mínimo, una prueba del concepto y su funcionamiento.
4. Construye tu aplicación
Si tú no puedes construir la aplicación tendrás que pagarle a un programador para que lo haga. Algunos emprendedores contratan a especialistas en otros países para que les salga más barato.
La alternativa cada vez más popular es hacerlo tú mismo. Esta es también la recomendación de Gewirtz.
En Internet hay un creciente número de sitios web que ofrecen cursos de programación y tutoriales en video que te pueden ayudar a aprender gratis y a bajo costo.
La gran ventaja de aprender a programar es que, si al final esta app no funciona, habrás adquirido los conocimientos para desarrollar otra.
Tendrás que aprender a programar en un 'lenguaje' específico para tu app. Podría ser Objective C o Swift para el sistema iOS de Apple, Java para Android o HTML, CSS y JavaScript para una aplicación web.
No tienes que ser un experto en todos estos lenguajes, hay herramientas online que te facilitarán la programación.
Una vez que tu aplicación esté lista puedes proceder a publicarla en Apple o Google Play, pagando para que pueda llegarle a los consumidores.
Si vas a cobrar por la aplicación, tanto Apple como Google se llevarán un porcentaje.
5. Promociónala
Según datos de mayo del portal de estadística Statist, Android tiene 1,5 millones de aplicaciones en el mercado y Apple tiene 1,4 millones.
¿Cómo hacer que la gente descubra tu producto en ese mar de opciones? Ese es precisamente uno de los grandes desafíos de los emprendedores de hoy en día.
Si eres un pequeño actor y no tienes un nombre como el de Kim Kardashian, tendrás que recurrir a bombardear a la prensa y aprovechar al máximo redes sociales como Twitter y Facebook.
También te ayudaría tener unos buenos videos promocionales en los que expliques cómo funciona tu aplicación y cómo revolucionará la vida del usuario que se la baje.
Al final, todo dependerá de la fortaleza de tu idea y de si realmente es genial para entretener o solucionarle algún problema al consumidor.