Si algo funciona en cine o televisión, casi siempre los creadores buscarán prolongar la experiencia. Ocurrió con “Breaking Bad”, que exploró su propio pasado con la aclamada “Better Call Saul”; pasará con “Stranger Things”, que tendrá una serie derivada apenas la primera finalice; y ocurre ahora con “Game of Thrones” (“Juego de tronos”), que este 2022 ha vuelto todos los domingos con su precuela, “House of the Dragon” (“La casa del dragón”), una épica similar en locaciones y conflictos.
El spin-off replica la fórmula, pero que tenga éxito depende de sí mismo y no tanto del prestigio del original. Las marcas tienen poder, pero están lejos de hacer milagros. Así, a “Joey” no la salvó ser una secuela de “Friends”; ni a “The Lone Gunmen” haber nacido de la sombra de “The X-Files”. Como diría Daemon Targaryen, fueron “herederas por un día”. Enfocándonos en la historia de los dragones, que surge de la serie más exitosa de la historia de HBO (por encima de “The Sopranos”), conviene desglosar y analizar cuatro elementos que le darían identidad propia y que, finalmente, serán sus armas para pelear en ese conflicto que le tanto le importa a HBO y cuya compañía madre, Warner Bros. Discovery, parece estar perdiendo: la guerra del streaming. De ahí que sea tan importante para ellos revivir el “juego”, y parece haber funcionado: el primer episodio fue visto por 10 millones de personas solo en Estados Unidos. No sorprende que, el viernes último, la serie haya sido oficialmente renovada para una segunda temporada.
"House of the Dragon" cuenta la historia de la casa Targaryen, durante su apogeo, pero también cómo ocurre el conflicto familiar conocido como la Danza de Dragones.
Ese enfrentamiento dará lugar a un cisma dentro. En principio, se distinguen los bandos de Rhaenyra Targaryen (Emma d’Arcy), hija del rey Viserys Targaryen, y el de Daemon Targaryen (Matt Smith), hermano del rey Viserys Targaryen. Pero las alianzas mutan y el enemigo de ayer puede ser el amigo de hoy. Completan el elenco Paddy Considine, Eve Best, Milly Alcock, Olivia Cook y Rhys Ifans.
Advertencia: Este artículo tiene SPOILERS leves de lo que pasará en la serie.
El fin de la amistad
El primer episodio sembró las semillas de la anunciada rivalidad entre Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy) y Alicent Hightower (Olivia Cooke), respectivamente princesa de Westeros y dama de clase alta; lío que será más complicado de lo que la obra original de George R.R. Martin planteó, pues ambas son amigas y puede que incluso sean algo más, que entre ellas haya sentimientos románticos (hay indicios). El grado de afecto entre ambas mujeres está por verse. Lo que es indiscutible es que terminarán en lados opuestos de una guerra que cambiará a los Siete Reinos para siempre. Las traiciones en la obra original fueron dolorosas, y tuvieron consecuencias irreparables, pero no había una amistad sincera como la que estas dos mujeres muestran en sus años de adolescencia. Relación que se verá complicada por la necesidad que tienen para proteger a sus respectivas familias. Lo que se dice, un conflicto de intereses. No es el tópico más original de la ficción, pero bien ejecutado puede dar la sorpresa.
Hermano contra hermano
Las guerras de Westeros que conocimos en “Game of Thrones” fueron de familias rivales y, salvo las traiciones de algunos de sus miembros, no han implicado la división total de recursos, miembros y súbditos. Eso es justo lo que sí pasará en esta serie, que adapta la llamada “Danza de dragones” que, en esta mitología ficticia, divide a los Targaryen en los bandos de los verdes y los negros. Detrás de cada uno hay casas grandes y pequeñas, todas con sus ejércitos listos para defender lo que diga el líder. En el mundo real, las familias tienen líos intestinos todos los días, sea para tomar el control de una corporación o por saber quién se queda con el terreno de la abuela. Eso, pero multiplicado por mil, es lo que promete “House of the dragón”. Con la única diferencia de que su sistema legal permite, legitima e incluso premia los mayores crímenes.
Los dragones
Se calcula que, en el lapso en el que se desarrolla esta guerra, hay aproximadamente 17 dragones vivos, entre monstruos gigantes como Caraxes y otros medianos, pero peligrosos, como la dorada Syrax. En sus temporadas finales, “Game of Thrones” mostró la devastación que podía causar un dragón en solitario; para referencia está el penúltimo episodio, “The Bells”. “La danza de dragones” no se llama así por capricho del guion, sino por sus niveles inéditos de violencia.
Dosis limitadas
Para terminar, es pertinente recordar que Netflix, uno de los principales competidores en la guerra por el suscriptor, lanza todos los episodios de sus series el mismo día, salvo contadas excepciones. Quiere que el usuario se quede viendo uno tras otro. Esto puede ser beneficioso para algunos casos, en series intensas como “El juego del calamar” y “La casa de papel”; pero en otros perjudica a la historia, pues la conversación en redes sociales que se traduce en recomendaciones, que a su vez llevan a que las personas se suscriban al servicio de streaming, se desvanece poco después del estreno. En cambio, HBO emitirá la historia de los Targaryen a razón de un nuevo capítulo por semana. Necesariamente se hablará de esta serie, habrá spoilers para los que se perdieron el capítulo, y también teorías. Quieras o no, los dragones tomarán el mundo como rehén. La alternativa es hundirse en el mar de las series que sabes que existen, pero que no conoces a nadie que la hay visto.
Puede que el éxito de “House of the Dragon” no esté garantizado por ninguna fórmula o milagro, pero mientras dure, por estos nueve domingos que quedan, al menos habrá magia o lo que más se le asemeja en el mundo real: ilusión de que todo comienza otra vez.
Puedes ver nuevos episodios de “House of the Dragon” todos los domingos a las 8:00 p.m. por la app HBO Max y los canales HBO, disponibles en servicios de TV por cable (como DirecTV y Movistar).
Los detalles de la trama de “House of The Dragon” se detallan en “Fire and Blood” de George R. R. Martin, novela contada como una crónica histórica.