
Desde sus inicios como animadora infantil con “María Pía y Timoteo”, pasando por la intensidad de “Esto es guerra”, y desde hace tres años, al frente del programa familiar de América TV “Mande quien mande”; María Pía Copello ha recorrido distintos géneros, creciendo y reinventándose tanto en la televisión como en las redes sociales como influencer. Hoy, a sus 48 años, vive una etapa de mayor propósito: no quiere solo entretener, sino inspirar, dejar huella y generar un impacto real en la vida de las personas.
“Estoy en un momento de mi vida, donde quiero que María Pía Copello signifique más para las personas. No se trata solo de estar en televisión, sino de trascender. Me emociona lo que hacemos en el programa, especialmente con ‘Operación belleza’, donde un simple cambio puede transformar vidas. También me motiva impulsar a quienes sueñan con emprender y salir adelante”, destaca Copello.

El éxito en la televisión no llega sin sacrificios, y María Pía lo sabe bien. Su trayectoria ha estado marcada por retos, decisiones difíciles y cambios trascendentales.
“Dejar ‘Esto es guerra’ fue una decisión difícil. Con mi esposo nos dimos cuenta de que mi ausencia en casa era demasiado grande. Mis hijos eran pequeños, y justo en las horas más importantes—cuando regresaban del colegio—yo no estaba. Llegaba del trabajo y ya estaban dormidos. Lo conversamos y entendí que era momento de priorizarlos y buscar nuevos proyectos que me permitieran estar más presente”, recuerda. “Me fui triste, realmente destrozada”, confiesa.

Renacer digital
Sin embargo, esta despedida dio paso a una etapa clave en su carrera: su incursión en las redes sociales, donde encontró libertad, nuevas oportunidades y un espacio para expresarse sin límites.
“Desde el inicio lo tomé en serio, contraté a un equipo de trabajo. Aquí puedo ser yo misma, sin filtros, sin un guion preestablecido, según cómo amanezca”, afirma la artista, quien hoy es imagen de la campaña “Vive bien, vive feliz” de Santa Catalina.

La otra cara de la moneda
Sin embargo, ser una figura pública no es solo aplausos y reconocimiento. Con casi tres décadas en televisión y un éxito consolidado en plataformas digitales, María Pía Copello ha tenido que enfrentar el lado más duro de la exposición mediática.
“El problema no es solo estar expuesto yo, sino también mi familia. Lo más difícil es convivir con la mentira, el odio y la desinformación, con la gente que lanza cualquier tontería por clics y vistas, sin investigar ni analizar. Hoy en día, muchos solo leen un titular y lo dan por cierto sin importar la fuente”, señala la conductora de “Mande quien mande”.
Respecto al pedido de rectificación a un medio que la vinculó con hechos ilícitos —acusaciones que calificó como “completamente falsas”—, Copello prefiere mantenerse firme. “Ese tema no lo estoy abordando, está en la vía legal. Se han tomado cartas en el asunto y ahí es donde se va a quedar”, advierte.

Emprender con pasión
En esta etapa de su vida, Copello ha abrazado con fuerza su faceta de emprendedora, convirtiéndola en una de sus mayores pasiones y quiere compartir su experiencia a través de conferencias gratuitas.
“Siempre tuve alma emprendedora, pero ahora lo veo con más claridad. Mi esposo es el genio de las finanzas y juntos hemos construido nuestro negocio desde cero”, cuenta. “Me gustaría compartir mi experiencia, contar lo que viví: tropiezos, caídas, llanto, desesperación, cosas buenas y malas. Decirle a la gente que no se desanime y contarle de forma didáctica, fácil y amena que los sueños sí se cumplen”, finaliza.
Por partida triple
María Pía Copello ha sido nominada en tres categorías de los Premios Luces: Mejor Programa de Entretenimiento por “Mande quien mande”, Mejor Conducción y Mejor Contenido de Estilo de Vida. Ante este reconocimiento, la presentadora expresó su gratitud y destacó el trabajo en equipo que hay detrás de cada proyecto.
“Recibo las nominaciones con mucho cariño, ya que son el reflejo del esfuerzo de todo un equipo, tanto en redes como en televisión”, asegura. Con humor, reconoce que las premiaciones no han sido su fuerte. “Siempre bromeamos diciendo que nunca ganamos, pero lo importante es que nos divertimos y disfrutamos el momento. No trabajamos por un trofeo, sino para seguir avanzando, estar a la vanguardia y conectar con el público. Si llega el reconocimiento, será bienvenido”, remarca.











