¿Realmente engorda más comer de noche?

Después de una larga jornada de trabajo, llegas a tu casa y al abrir tu refrigerador hay una torta o la comida de la mañana esperando por ti. Pero hay algo que te detiene y es el temor a engordar. ¿La vida no puede ser más cruel? No tanto como crees.

Comer de noche no necesariamente te engordará ya que todo depende de lo que ingieras y la hora en la que lo hagas. La nutricionista Verena Haro nos dice que algunos de los alimentos, además de la comida chatarra, que provocan el aumento de peso:

- Las pastas: contienen carbohidratos que según la especialista en la noche, pasan al tejido adiposo.
- Chocolate: además de la cantidad de calorías, contiene cafeínas y estimulantes que no permiten un buen descanso nocturno.
- Alcohol: esta bebida se metaboliza en forma de grasa que se acumula sobre todo en la parte abdominal, peor aún si lo combinas con un bebida gaseosa. Además, ¿sabías que 1 mililitro equivale a 7 kilocalorías?
- Frutas: estas contienen fructuosa y es mejor cuando se consumen a lo largo del día.
- Carne de res: alimento que tiene un alto contenido de grasa, además para digerir necesita alrededor de dos horas.

La nutricionista Julia Wagner señala que lo ideal es no comer después de las 7 u 8 de la noche para asegurar un ayuno de 10 a 12 horas. Además, es recomendable comer al menos dos horas antes de acostarse para evitar problemas de indigestión o reflujo durante la noche.

Si te preguntas qué es lo que debes comer en la noche los especialistas recomiendan: crema de verduras hechas en casa (las de sobre contienen sodio que ayudan a la retención de líquidos), huevo, filetes de pescado, pollo o pavo (en cantidades pequeñas) y pan pita integral.

Ten en cuenta

- El tener cinco comidas al día, ayuda a reducir la sensación de hambre en la noche. 
- Beber agua en la noche, no permite el descanso de los riñones. De preferencia toma una infusión o una bebida tres horas antes de acostarte.
- Si tienes una reunión en la noche, es conveniente que durante el día consumas alimentos ligeros. En el desayuno, una ensalada de frutas o un yogurt y en el almuerzo un filete de pollo con verduras.