Su historia se cuenta en paredes, canciones, fotos y personajes. Es pintora de lienzos y murales. Es cantante de la banda de cumbia digital “Elegante & La Imperial”. Es modelo de pasarelas y comerciales. Y, desde hace poco, actriz de telenovelas juveniles. Una artista, así de simple. Y no pretende ser alguien más.
Hoy, tiene 27 años y un sinfín de proyectos. “Para los próximos meses se vienen un par de exposiciones, una serie en televisión, unos conciertos en el extranjero con mi grupo y mi lanzamiento como solista, con un EP y un video incluido”, detalla. A la Fefa, como le dicen desde que tiene cuatros años, el futuro no le preocupa, le da curiosidad. Las cartas están echadas desde su niñez.
Para esta entrevista me recibe en un departamento prácticamente vacío (acaba de mudarse). Un sofá y una mesa de madera, cuadros apoyados sobre la mampara de vidrio y una grabadora de por medio. Iluminadas por la noche, y en una conversación que duró horas, Estefanía muestra su lado más vulnerable
¿Cómo fue tu infancia?
Dibujaba y pintaba seres fantásticos, escuchaba música y bailaba en mi cuarto. A los cuatro años, mis padres se separaron. A los 11, mi hermano mayor falleció en un accidente. Me costaba exteriorizar mis emociones con palabras, pero lo hacía a través del arte. Era la manera de canalizar mis tristezas y alegrías.
¿Cómo es tu relación con tus padres?
Me independicé a los 23, cuando terminé mi carrera. Con mi mamá tengo una excelente relación. Me encanta invitarla a almorzar y ver películas juntas. Es una mujer fuerte, que ha vivido experiencias difíciles y ha logrado un crecimiento a lo largo del tiempo. A mi papá lo quiero, él pagó mi educación y le agradezco el rol que tuvo en mi vida. Hablamos de vez en cuando. No fue fácil llegar a este punto con él, por eso ahora me siento libre.
Estudiaste Arte y Diseño en la PUCP y te especializaste en diseño gráfico. Allí descubriste el beatbox…
Mis amigos lo hacían y me pareció maravilloso. Practiqué, practiqué y practiqué hasta que, según ellos, ya me defendía. En un evento de hip hop, subí al escenario a intentarlo. El público se sorprendió al escucharme porque era la única mujer. Sin embargo, terminó felicitándome. Entonces, entendí que puedes romper los prejuicios solo siendo quien eres.
Esto te llevó a integrar la banda de hip hop “Menores de Edad” y, posteriormente, “Elegante & La Imperial”, grupo de cumbia digital.
Los miembros de “Menores de Edad” me invitaron a hacer beatbox y, después, empecé a cantar. Estuve tres años en la agrupación. Luego, en mi último año de universidad, me convocaron para “Elegante & La Imperial”. Somos cuatro, yo soy la voz y la única mujer. Este 2018 fuimos a un festival en Estados Unidos, sacamos el disco “Evolución” y posiblemente nos presentemos en Brasil.
Con el modelaje, por su parte, llegaste hasta Alemania. ¿Qué otras satisfacciones te ha dado?
Comencé a modelar en el primer año de universidad. En un matrimonio se me acercó el fotógrafo Yayo López y me ofreció hacerlo. Me sorprendí porque entonces era insegura. En el colegio era la más bajita, de dientes chuecos y lentes. Con el modelaje, no solo conocí países como Alemania, España y Estados Unidos, también aprendí a aceptarme. Y eso fue lo más importante
En tu faceta de pintora, la mujer y la naturaleza son una presencia recurrente. ¿Por qué?
Porque están relegadas en la cotidianidad, subyugadas en la ciudad. Con mi obra, trato de crear un espacio para su contemplación. Ahora, si me preguntas por mi estilo, va por ser yo misma y pintar, nada más. Ser original es ser quien eres, porque no existe nadie como tú. Ningún ser humano es igual al otro. Así de simple. En estos días, estoy explorando el cuerpo desnudo, de hombre y de mujer, la unión entre ellos y el encuentro entre lo sutil y lo explícito.
¿Qué buscas con tu trabajo?
Tocar temas referentes a la libertad y al respeto por los demás. Quiero involucrarme en proyectos que tengan estos conceptos como motivos. En un mundo lleno de machismo, racismo, clasismo, homofobia y xenofobia, la resistencia nace en aceptarte y presentarte como eres.
¿Cómo diste el paso a la actuación?
Me vieron en un concierto de “Elegante & La Imperial” y me llamaron para un casting. Mi primera experiencia fue en la serie “Cumbia pop” y la segunda en “Torbellino: 20 años después”. Esto me permitió conocerme mejor, ya que para comprender a tu personaje, debes entenderte a ti misma. Llevé un taller con Norma Martínez y tomé clases en Imaginario Colectivo. Recién estoy empezando en la actuación.
¿Qué concepto tenías de la televisión?
Sentía aversión, pues consideraba que no existía relación con la educación y que era una plataforma para el escándalo. Sin embargo, sabía que tenía que aceptar, porque no quería tener un juicio sobre algo que no había vivido. Los dos papeles que interpreté fueron mujeres fuertes y empoderadas.
Te has convertido en una figura pública, ¿cómo recibes las críticas?
Me concentro en mi trabajo. Si me dicen qué bien o qué mal, qué bonita o qué fea, nada de eso interviene en mi camino. Yo voy a seguir, no me detendré.
En tus redes sociales apoyas a la comunidad LGBTIQ.
Debemos respetar a todos los seres humanos. En el caso de la comunidad LGBTIQ, no pienso que tu orientación sexual te defina. Si alguien es gay, es porque nació así. No se trata de una enfermedad contagiosa. En cuanto al racismo, no entiendo cómo puede discriminarse a una persona por la cantidad de melanina que tiene en su piel. También me manifiesto contra el clasismo y el machismo.
¿Te consideras influyente? ¿Sientes responsabilidad por eso?
En mis redes me muestro como soy, no llevo un disfraz. Si hay gente que me admira por eso, genial. Pero mi único deber es conmigo, con mi crecimiento y aprendizaje, con amarme cada vez más y con mis propias ideas.
¿De qué estás más orgullosa?
Estoy agradecida de lo que viví y de lo que vivo. He interiorizado mis experiencias y he aprendido muchísimo. Acepto mi vulnerabilidad y me fortalezco dentro de ella. Estoy orgullosa de quién soy y de cómo me transformo. Esta es una exploración y un descubrimiento que nunca acaba.