¿Dormir o no dormir con tu perro? He ahí el dilema. De hecho, se podría decir que los dueños de mascotas se dividen en dos tipos: los que duermen con su mascota y los que prefieren no hacerlo.
Si bien ambas posiciones son válidas, es importante conocer los pros y contras de dormir con tu perro, especialmente si eres dueño primerizo y tienes una mascota que acaba de llegar a casa, ya que así será más fácil establecer la rutina de tu engreído.
Sí, existen beneficios de dormir con tu perro
Según Raj Dasgupta, profesor asistente de medicina clínica en la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, durante el sueño, los animales de compañía pueden contribuir positivamente con la salud mental de las personas.
Y es que, dormir con una mascota puede ayudar a lidiar con la ansiedad y la depresión, ya que un perro es como una manta con peso: brinda el efecto reconfortante de acurrucarse y abrazarse.
Además, en el caso de las personas que tienen dolor crónico a largo plazo (y, por ende, problemas para dormir), el pasar la noche con sus perros puede ser muy positivo.
Como explica Cary Brown, profesor de medicina de rehabilitación en la Universidad de Alberta, en Canadá, el dormir con mascotas puede ser una distracción para las personas con dolor crónico, ya que los ayuda a sentirse relajados y a contrarrestar la soledad que, a menudo, acompaña las enfermedades crónicas.
El lado b de dormir con tu mascota
Lamentablemente, no todo es color de rosa si de dormir con tu perro se trata. Si tienes el sueño muy ligero, tu engreído podría despertarte en la noche, ya sea porque escuchó un ruido que lo puso en estado de alerta, o por sus ronquidos (esto es más común en perros gerontes).
Además, según explica Jerry Klein, veterinario del American Kennel Club, los perros son durmientes polifásicos, lo que significa que tienen alrededor de tres ciclos de sueño/vigilia por hora durante la noche.
Otro detalle a considerar, especialmente para las personas que están en una relación, es tener en cuenta las opiniones de su pareja respecto a dormir con mascotas, ya que esto podría ocasionar problemas de convivencia, especialmente por el espacio que el perro podría ocupar en la cama.
También es importante saber que, algunos perros que duermen en la cama de sus dueños, empiezan a considerar que este espacio es su “territorio” y, por ende, ante un movimiento brusco, podrían asustarse, llegando incluso a ladrar y/o morder.
¿Y la salud?
Si de enfermedades y bacterias se trata, dormir con un perro sí puede ser perjudicial. Según la Fundación de Asma y Alergias de Estados Unidos, “las alergias a las mascotas con pelaje, como perros y gatos, son muy comunes”. Y esto podría incrementarse al dormir con tu engreído.
Además, hay que tener en cuenta que los perros también pueden contraer parásitos como pulgas, garrapatas e, incluso, ácaros.
Más allá de los factores positivos y negativos de dormir con tu hijo de ‘cuatro patas’, lo importante es que tomes esa decisión en base a tu bienestar y el de tu mascota. Si optas por que tu engreído no duerma contigo, recuerda comprarle una cama cómoda y ponerla en un espacio que sea exclusivo para él.
¿No sabes cómo lograr que tu perro ya no duerma en tu cama? Revisa este artículo de WUF. Recuerda que, puedes aprender más sobre tenencia responsable de mascotas, en Consultorio WUF.