Según la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés), alrededor de 23 millones de hogares estadounidenses adoptaron una mascota durante la pandemia.
En ese contexto, algunas personas están considerando la necesidad de trabajar en oficinas pet friendly para no separarse de sus hijos de ‘cuatro patas’ de lunes a viernes. Para el Washington Post, “el auge de las mascotas por la pandemia genera el deseo de oficinas amigables para los perros”.
Más allá de las empresas internacionales que vienen dando el ejemplo desde hace años (Google, Amazon, y Nestlé Purina Petcare Company -que recibe a perros y gatos desde el 2003 y cuenta con la Purina Pets At Work Alliance-), lo interesante es que, a raíz de la pandemia, ahora hay más compañías dispuestas a sumarse a esta tendencia.
“Es probable que se encuentre un número cada vez mayor de lugares de trabajo con políticas que aceptan mascotas, porque los empleados los priorizan en sus elecciones de dónde trabajar y esto afecta la disposición de los empleadores”, señala al respecto la socióloga estadounidense Tracy Brower, especialista en temas de realización y vida laboral.
Compañeros de ‘cuatro patas’
Vale la pena mencionar que las oficinas pet friendly no solo son beneficiosas para los dueños de mascotas sino también para todo el personal. Aquí algunos de los aspectos positivos.
1. Reducen el estrés en la oficina:
Un estudio de la Universidad Estatal de Washington publicado en 2019 encontró que “cuando las personas se dedican a acariciar a perros o gatos, sus niveles de estrés se reducen”. En ese sentido, tener mascotas en la oficina puede servir como soporte emocional para todos los trabajadores.
2. Benefician la conexión del equipo:
Una investigación realizada por la Universidad de la Mancomunidad de Virginia descubrió que, con perros en la oficina, es más probable que las personas se conozcan y tengan más conversaciones en el centro de trabajo. De esta forma, es posible fomentar la camaradería y la conexión del equipo.
3. Fomentan la productividad laboral:
A menudo, los dueños que tienen mascotas en casa, suelen sentirse preocupados por quedarse más horas en la oficina y/o por estar alejados de sus engreídos de ‘cuatro patas’, especialmente si son animales que necesitan más cuidados y atención (por ejemplo, medicación a determinadas horas).
Jennifer Fearing, coautora del libro “Perros en el trabajo: una guía práctica para crear espacios de trabajo dog friendly”, explica que “desde el punto de vista logístico, los empleados que tienen perros pueden evitar faltar al trabajo para ir a casa a la mitad del día a alimentar a su perro o regresar rápidamente a casa al final del día”.
4. Influyen en la creatividad:
El tener perros y gatos también es una motivación para que los dueños y los demás trabajadores realicen pausas durante el día, ya sea para pasear a las mascotas o interactuar con ella. De esta manera, revela la Fundación Affinity, se fomenta la creatividad y la productividad en el equipo.
Trabajos pet friendly, ¿funcionan para todos?
A pesar de que cada vez hay más personas que involucran a los animales en su vida, especialmente la generación millennial, lo cierto es que no todos los trabajadores van a sentirse a gusto en una oficina que admite animales.
“No todos los perros son perfectos para estos entornos y no todos los empleados disfrutan de los perros. Se pueden producir ladridos en el cubículo de al lado mientras se está en una llamada importante, y un accidente ocasional podría dañar la propiedad de la empresa. Además, a algunas personas simplemente no les gustan los perros o son alérgicas”, resalta la revista Time.
Por eso, los centros de trabajo deben realizar protocolos claros para recibir a los engreídos de ‘cuatro patas’ de sus trabajadores. La implementación de reglas y políticas de convivencia es vital para asegurar la armonía en la oficina y para que el espacio sea productivo y a la vez eficiente en compañía de las mascotas.
Karina Canales, Líder Global de un equipo de Creator Marketing de YouTube y fundadora de la ONG Stray Animal Project, cuenta que en las oficinas Google no se suelen escuchar perros ladrando, ya que los trabajadores evalúan si es posible llevar a sus mascotas a su centro de trabajo.
“La gente es responsable. No solo lleva a su perro con correa sino que, si su mascota ladra mucho, prefiere no llevarla. Por ejemplo, yo no llevo a mi perrita porque es muy protectora y ladra, pero sí disfruto la compañía de otros perritos y juego con ellos”, explica.
En ese sentido, es importante que las personas reconozcan si sus perros y sus gatos son mascotas aptas para estar en una oficina. De lo contrario, lo mejor es que se queden en casa y/o en un entorno en el que puedan estar tranquilos mientras sus dueños están trabajando.
El fin de las oficinas pet friendly, finalmente, es beneficiar tanto a los dueños de mascotas como a los demás trabajadores.
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