El 14 de agosto de 1942, una fotografía del flamante cine miraflorino, levantado sobre un área de 1.200 metros cuadrados, ilustraba el aviso publicado en el diario El Comercio anunciando su “regia inauguración” como “el más elegante del Perú”.
La apertura de la sala de cine, acondicionada dentro de un edificio de 25 metros de altura, se realizó con la primera proyección de la película “Las tres virtudes”, una comedia protagonizada por Joan Blondel, Binnie Barnes y Janet Blair, dirigida por Leigh Jason y estrenada en Estados Unidos un año antes.
El cine teatro, de una arquitectura sobradamente sólida, fue levantado por la empresa constructora La Abeja S.A. El grosor de alguna de sus paredes principales, construidas con ladrillo americano, tenía hasta un metro de espesor, mientras sus escaleras estaban hechas con fierros de una pulgada. El interior de la sala estaba distribuida entre las áreas de Platea, Lateral, Alta y Cazuela. Cuando solo contaba con Platea y Mezzanine, llegó a tener casi 1.500 butacas.
Los primeros espectáculos
A poco de abrir sus puertas, el 5 de setiembre de 1942 se presentó el famoso mago español Richardine: el “¡Astro de la magia y la ilusión!”, en una función de la 6:45 pm y otra de las 9:45 pm.
En diciembre de 1942, el novísimo escenario albergó la obra “Apolonia flor de la ventana”, según el aviso impreso en el decano “la obra más cómica de todos los tiempos”, conocida también como “Curandera diplomada”. ¡…Por única vez el suceso teatral más grande del año!, rezaba el eslogan. Actuaban, entre otros, el artista peruano Carlos Revolledo.
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Pedro Vargas, el grande
El 5 de agosto de 1943 se presentó el exitoso cantante mexicano Pedro Vargas. “El famoso y aplaudido cantor de América”, estuvo acompañado por el pianista Pepe Agüero. Pero además de la presentación de shows musicales y obras teatrales como la comedia social “Nora” (1943), escrita por la señorita Hortensia Luna de la Puente, también se realizaban actividades de otra índole.
El 20 de agosto de 1946 los Colegios Maristas del Perú organizaron un homenaje al cardenal Juan Gualberto Guevara. El local estuvo repleto y la Orquesta Sinfónica Nacional interpretó el himno nacional y el himno pontificio.
Cine, cine y más cine
Para el 28 de enero de 1948 estaba en cartelera en “mágico tecnicolor” la película “El hijo de las fieras”, protagonizada por Sabú, el inolvidable actor de “El ladrón de Bagdad”. Luego, en setiembre de 1951 se puso en escena la obra “La Coquito” a cargo de la compañía de teatro Córdoba-Leguía. “Puerto siniestro”, un filme de Harold Daniels, interpretado por James Warren y Lynne Roberts, se proyectó en 1953, en tanto que en febrero de 1956 el Ballet Peruano que dirigía la bailarina Kaye MacKinnon se presentó en función nocturna.
En 1970 se estrenó MASH, el filme premiado con el Oscar a mejor guion adaptado, que protagonizó Donald Sutherland, y donde solo entraban los mayores de 21 años. Ese mismo año los miraflorinos pudieron ver en el cine Colina “Cowboy de medianoche” que en el Perú se estrenó como “Perdidos en la noche”, con Jon Voight y Dustin Hoffman.
La gran presentación de Village People
Pero el gran show de los últimos años del Colina se dio el 16 de octubre de 1980, con la presentación del grupo norteamericano Village People, cuyos éxitos musicales copaban las emisoras radiales. Fue una de las pocas veces que un grupo que estaba en pleno auge en los Estados Unidos llegaba al Perú en la cúspide de su fama.
Luego el cine miraflorino fue convirtiéndose en un espacio casi exclusivo para la proyección de los filmes del momento, sin ser necesariamente una sala de estreno. Allí en setiembre de 1981 se proyectó “Asalto a la prisión 13″, en 1984 “Locademia de policía” y en 1986 “Invasión USA”, protagonizada por Chuck Norris.
A inicios de la década de los noventa los cines de barrio empezaron a ceder espacio a los inmensos multicines; entre los perjudicados estuvo el cine de la calle Berlín. Las butacas mutaron a pistas de baile y el viejo recinto se transformó en la rutilante discoteca Mamut, hasta que empezó su demolición en el año 2005 y luego su amplio terreno fue ocupado por un edificio. Hoy el cine Colina es historia, pero una historia que valía la pena recordar.
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