A juzgar por el tenor de la comunicación que reproducimos a continuación, deben de haberse embarcado ya con rumbo a nuestras playas, los miembros que componen la expedición norteamericana que, bajo los auspicios de la universidad de Yale, tiene por misión el estudio de las regiones poco conocidas o inexploradas, situadas al sur de nuestro territorio, y en lo que se refiere a su prehistoria e historia antigua.
La comisión se ha integrado con dos notables hombres de ciencia: el profesor Heller y el doctor Cook, cuyas referencias personales, consignadas en la comunicación del profesor Bingham, no pueden ser más halagadoras.
Es de desear que la cooperación que el gobierno preste a la expedición citada resulte esta vez tan eficaz como lo fue en la del año anterior, pues, según declaración del profesor Bingham contenida en la carta que dirige al profesor J. Bravo, director del cuerpo de ingenieros de minas y aguas, la ayuda oficial ha sido apreciada sobre todo en lo que se refiere a la determinación de la posición geográfica de algunos puntos de los departamentos del Cusco y Apurímac.
La carta a que hacemos referencia es la siguiente:
Enero 23 de 1915
Mi estimado señor Bravo:
“Creo que interesará a usted saber que hemos completado nuestros planes para el trabajo del presente año en la región sur del Perú.
Debido a la generosidad de la National Geographic Society (Sociedad geográfica nacional) y del United States Department of Agriculture, montamos entre nosotros a dos distinguidos hombres de ciencia. Uno de ellos, Mr. Edmund Heller, fue el naturalista de la expedición Smithsoniana al África, realizada bajo la dirección del coronel Teodoro Roosevelt; y también, de la expedición a África de Kaney, en 1911-12; habiendo tenido vasto campo de experimentación en su ramo en diversas partes del mundo: Islas Galápagos, Alaska, México, Guatemala y California.
Mr. Heller tiene el encargo de hacer una colección de la fauna de los departamentos del Cuzco y Apurímac.
El otro distinguido y nuevo compañero de labores es el doctor Orator Fuller Cook, del departamento de agricultura, la más prestigiosa autoridad en Estados Unidos, sobre plantas alimenticias tropicales. El doctor Cook tiene algunos años de experiencia en materia de investigaciones botánicas.
Sus estudios incluyen: África, México y Centro América. Por algún tiempo ha tenido a su cargo, bajo los auspicios del gobierno, la importación de plantas a los Estados Unidos.
Los oficiales del departamento de agricultura se expresan del doctor Cook como “un hombre de notable penetración en los fenómenos biológicos” y han felicitado a la expedición por haber asegurado su asistencia.
Como cirujano contamos con los servicios del doctor D.E. Ford quien cuenta seis años de experiencia en los campos mineros de el Colorado a quien le es familiar el trabajo rudo en las alturas. Él está particularmente interesado en verificar con los indios investigaciones fisiológicas y antropológicas.
Continuaremos los trabajos topográficos que, gracias a la cooperación del gobierno al darnos señales inalámbricas, contamos con espléndida base para lo que concierne a la determinación de latitudes y longitudes.
Desearía hacer algunas excavaciones en diversos puntos y conducir el material a Ollantaytambo para estudiarlo allí, donde tengo la esperanza de establecer un semipermanente cuartel general a donde vayan los estudiantes peruanos y extranjeros y en donde espero reunir con el tiempo una buena colección de materiales.
Nosotros apreciamos hondamente la ayuda que usted prestó en otra época a la expedición y declaramos que sin su cooperación nuestro trabajo hubiera sido más dificultoso.
Esperando verlo personalmente a fines de marzo, quedo de usted su seguro servidor:
Hiram Bingham
Enfoque
Hiram Bingham (1875-1956) inició en 1911 una serie de exploraciones en la sierra sur peruana, bajo los auspicios de la National Geographic Society, de la Universidad de Yale y de la Sociedad Nacional Geográfica de Estados Unidos. En esa travesía, que se inició a lomo de mula por el lado izquierdo del Vilcanota, Bingham vislumbró la ciudad inca de Machu Picchu el día 24 de julio. El fotógrafo cusqueño Martín Chambi tomó varias imágenes que le sirvieron a Bingham para dar a conocer su hallazgo al mundo. Hoy se sabe que nueve años antes el peruano Agustín Lizárraga ya había estado en el lugar.
En los años posteriores, entre 1912 y 1915, Bingham realizó nuevas expediciones por el sur peruano acompañado de diversos científicos, tal como dio a conocer en la carta que este Diario reprodujo el 6 de marzo de 1915. Bingham dedicó la mayor parte de su vida a la actividad política en su país. En 1948, publicó el libro “La ciudad perdida de los incas”. Falleció ocho años después, en 1956.