El Año Nuevo está a la vuelta de la esquina, muchos se encuentran reflexionando sobre todo lo que hicieron o no durante el año con el fin de plantearse nuevas metas y retos. Sin embargo, para otros estos son unos días un poco abrumantes, por lo cual debes recordar que está bien sentirse así y no tienes que obligarte a planificar tu 2023 si no estás seguro de lo que quieres.
Sin embargo, si estás buscando realizar cambios porque hay cosas que realmente no te gustan, debes saber que lo más importante es comprometete contigo mismo para trabajar de forma inteligente en lo que quieres lograr.
Las palabras tienen un gran poder y decirlas en voz alta puede atraernos aquello que tanto deseamos. Las afirmaciones tienen la capacidad de motivar, ilusionar e incluso de programar a nuestra mente para que trabaje en base a una idea determinada. Afirmar es crear, es sentir y es vivir todo aquello que quieres que llegue a ti. Estas son algunas afirmaciones que puedes pronunciar para atraer todo lo mejor para el 2023.
Querido universo, en tus manos dejo mis miedos, mi ansiedad y mi incertidumbre para emprender sobre las enseñanzas de todo lo aprendido.
Si comienzas tu año con humildad y con una actitud de soltar, podrás recibir los aprendizajes -aunque hayan sido desde situaciones dolorosas- y comprender que todo lo sucedido tiene un por qué y, sobre todo, un para qué en tu vida. Empezarás desde cero y tendrás una actitud totalmente neutra, sentirás que estás abierta a todas las posibilidades, aunque no sean como tú esperas que sean, esto te ayuda a soltar el control y a confiar.
Estoy a punto de comenzar la mejor temporada de mi vida porque mi sabiduría interna me preparó para ello.
Reconoce que todo lo que aprendiste fue un entrenamiento para lo que te toca vivir en esta etapa que continúa. Siente la fuerza y la resiliencia que puso a prueba todas tus capacidades y explota todo el potencial adquirido. Fluye con la convicción de que tu sabiduría interna está ahí para apoyarte y dirigirte al lugar al que te corresponde ir para evolucionar y avanzar.
Agradezco lo que no fue porque sé que eso me indica la ruta correcta para mi vida, aunque no sea la que yo esperaba.
Si aprendes a dejarte llevar por el camino que la vida te conduce, podrás sentirte ligera de toda necesidad de poder y control. Comenzar con un agradecimiento, a pesar de las dificultades vividas, es la mejor forma de honrar tu confianza ante la vida aceptando que, aunque a veces las cosas no son como quieres, son parte de tu crecimiento.
Comienzo el año con salud y lo vivo con plenitud cuidándome y protegiéndome cada día.
La meditación en movimiento te ayudará mucho. Imagina que una esfera de luz verde de sanación rodea tu cuerpo cuando suenen las doce campanadas que te transportan hacia un nuevo ciclo. Repite la afirmación con convicción de que tu organismo está en óptimas condiciones y prométete a ti misma que lo cuidarás.
A partir de ahora me comprometo a disfrutar la vida, contemplando y valorando hasta lo más simple.
En cada amanecer, agradece el aire que respiras para que este nuevo sentimiento de gratitud te guíe durante el recorrido de ese día. Tómate al menos cinco minutos para contemplar algo que te conecte con la naturaleza o que haga resonar tu corazón. Quizá escuches la música que te gusta, te regales cinco minutos de meditación, miradas o abrazos a tus hijos o pareja. Lo importante es que reconozcas la luz aún en medio de la oscuridad.
Reconozco que todo lo que necesito está en mi interior y confío en mis capacidades para alcanzarlo.
Cada quien es feliz a su manera y debemos desapegarnos de todo aquello que represente un falso camino. Recuerda, todo lo que necesitas está dentro de ti y lo que quieras lograr en tu vida tendrá el toque de dar para recibir. Es una ley universal que te meterá en ese vaivén de armonía y balance.
Abro los caminos y confío en que soy capaz de lograr todo lo que me propongo.
Piensa en tus metas, concéntrate en tu intuición y aprende a leer las señales que te envía el universo. Abrir camino empieza por la mente, por renunciar a todos aquellos límites que tú misma te pones por dudar de ti. Empieza por sentir que te mereces ser feliz y por soltar todo aquello que te mantiene estancada en el sufrimiento y rencor. Renuncia y avanzarás.