El grounding, o también conocido como earthing, es una técnica que involucra conectarse con la tierra para dejar que la energía fluya, tanto la que viene de la tierra como la tuya. A partir de esta reconexión, podemos mejorar nuestro bienestar en general.
Si bien hay pocos estudios al respecto y aún sigue siendo objeto de investigación, los que ya existen dicen que el grounding puede tratar la inflamación, las enfermedades cardiovasculares, el daño muscular, el dolor crónico, los problemas de sueño y mejorar el estado de ánimo.
¿Cuáles son sus beneficios?
Según Healthline, se han reportado mejoras en estas condiciones:
- Fatiga crónica
- Dolor crónico
- Ansiedad y depresión
- Trastornos del sueño
- Enfermedades cardiovasculares
¿Cómo puedo hacerlo?
Existen diversos tipos de grounding y cada uno de ellos se enfoca en reconectar con la tierra. Estas son 4 formas para que lo intentes:
Caminar sin zapatos. Debe ser en el pasto, la tierra o arena, esta es la forma más fácil de hacer grounding y simplemente consiste en dejar que tu piel esté en contacto directo con elementos naturales.
Acostarse en el suelo. No olvides revisar el terreno primero para que no te vayas a lastimar. Es como caminar descalzo, pero permite una mayor contacto entre la piel y los elementos naturales.
Sumergirse en agua. Se recomienda quedarse flotando sin hacer nada, de preferencia en un lago, río o en el mar, siempre tomando precauciones y asegurándote de encontrarte en un punto en el que te sientas cómodo y seguro.
Equipo de grounding. Para quienes no tienen acceso a una zona en la que puedan practicarlo, existen tapetes, calcetines, cobijas y hasta parches de grounding, que supuestamente tienen los mismos efectos positivos.
Cabe mencionar que practicar esta técnica es totalmente segura; sin embargo, en caso de tener alguna condición es necesario acudir a un médico especialista y utilizar esta práctica como un método de apoyo.