En 2020, Jhoana Tapia (27) fue diagnosticada con cáncer de mama, enfermedad detectada en más de 491.000 mujeres anualmente en las Américas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Tras un diagnóstico erróneo, realizado un año antes, la paciente oncológica y estudiante de medicina, fue en busca de una segunda opinión profesional para resolver el intenso dolor en la axila derecha, que incluso le impedía dormir con tranquilidad.
“En ese momento estaba llevando el curso de Oncología en la universidad y supe identificar una masa en la mama. Es importante acudir a una segunda opinión, pues el cáncer no solo aparece en pacientes adultas de 40 años en adelante. Ahora vemos muchos casos en pacientes jóvenes como yo, que tienen el diagnóstico de cáncer de mama”, cuenta Tapia, haciendo un llamado de atención a los profesionales de la salud.
Se estima que hacia el 2024, los casos de cáncer de mama aumentarán en 39% en la región, alcanzando más de 684.000 mujeres diagnosticadas con esta enfermedad, anualmente.
Organización Panamericana de la Salud (OPS)
El cáncer de mama es una afección de la glándula mamaria que surge debido al crecimiento incontrolado de células anómalas. Estas células tienen la capacidad de generar tumores en el tejido mamario y de propagarse a otras áreas del organismo. Según el Ministerio de Salud, el cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer más común entre las mujeres de nuestro país, aunque también puede manifestarse en hombres.
“El inicio del cáncer de mama se produce con la entrada de una sustancia cancerígena. Esa célula que se contagia, se duplica, luego se multiplica por cuatro, ocho y así sucesivamente. Cuando el cáncer ya es palpable o más visible entre los exámenes médicos es porque ha pasado un promedio de 2 a 5 años desde que inició y eso es lo que lo hace silencioso”, explica el doctor Yan Carlos Vargas, médico oncólogo, radioterapeuta y director de ONCODRIP.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de mama?
La cirujana oncóloga Lia Rebaza, especialista en mastología en Oncosalud - Auna, explica que las primeras señales que una paciente puede percibir en su cuerpo son los nódulos al palpar la axila y mama, la retracción del pezón, y secreción en el pezón de coloración roja, transparente o negra. También es posible ver hoyuelos en la mama, similar a una celulitis, y cambios de coloración en la piel. Cualquiera de estas señales indican que es momento de acercarse a un especialista para solicitar una evaluación y pasar por las pruebas de descarte.
Sobre la identificación temprana mediante el autoexamen, Mauricio León, jefe de la Unidad de Mastología de la Clínica Ricardo Palma indica que toda mujer debe adquirir el hábito de autoexaminarse los pechos desde que comienza a menstruar. “La mujer debe autoexaminarse 10 días después del inicio de su periodo. Es decir, si el primero comenzó su menstruación el diez deberá examinarse. Los senos estarán menos turgentes y será más fácil palparse. Este examen va a permitir identificar en forma prematura cualquier señal de alarma como bultos, secreciones del pezón o engrosamiento de la piel del busto”, explica.
¿Por qué hay más casos de cáncer de mama en mujeres jóvenes?
Si bien los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que alrededor de la mitad de los casos se desarrollan en mujeres mayores de 40 años sin factores de riesgo identificados, situaciones como las de Jhoana Tapia no son casos aislados, pues la aparición de cáncer en pacientes jóvenes va en aumento.
Aunque aún no hay estudios específicos en nuestra región al respecto, este mes se publicaron dos reveladoras investigaciones con muestras globales y en Estados Unidos. Según el estudio publicado en la revista BMJ Oncology, se ha registrado un aumento del 79% en la incidencia de tumores en personas menores de 50 años a nivel global en un período de tres décadas.
Los investigadores involucrados señalan que este incremento en la incidencia de cáncer en personas jóvenes puede atribuirse a una serie de factores, como los hábitos de vida poco saludables, una dieta deficiente, la falta de actividad física, la exposición a la contaminación ambiental, el uso excesivo de antibióticos y factores reproductivos, entre otros.
En tanto, el estudio publicado en JAMA Network Open reveló que, aunque la incidencia de cánceres en adultos mayores ha disminuido, se ha observado un ligero aumento en la incidencia de cánceres en personas menores de 50 años en general, siendo las mayores tasas de aumento detectadas en el grupo de edad de 30 a 39 años.
La cirujana oncóloga Lia Rebaza indica que la comunidad médica aún no tiene una respuesta definida sobre la razón del aumento de cáncer de mama en mujeres jóvenes. “Puede deberse al cambio de estilo de vida. Ahora somos mucho más sedentarias y usamos más suplementos hormonales desde temprana edad por los métodos anticonceptivos. Otro factor del aumento de las cifras es que ahora hacemos muchas más mamografías y ecografías. Estos dos factores se suman y vemos que la incidencia aumenta”, explica Rebaza.
¿Cuáles son los factores de riesgo en el cáncer de mama?
Existen dos tipos de factores de riesgo: inmodificables y modificables.
Factores de riesgo inmodificables
- Envejecimiento: El riesgo de desarrollar cáncer de mama se incrementa con la edad, y la mayoría de los diagnósticos se efectúan después de los 50 años.
- Historial reproductivo: El inicio temprano de la menstruación (antes de los 12 años) y la menopausia tardía (después de los 55 años) exponen a las mujeres a niveles más prolongados de hormonas.
- Mutaciones genéticas: Mujeres que heredan mutaciones en genes específicos, como BRCA1 y BRCA2, tienen un riesgo mayor de padecer cáncer.
- Densidad mamaria: Las mamas densas, con una mayor proporción de tejido conectivo en comparación con el tejido adiposo, pueden dificultar la detección de tumores en mamografías.
- Antecedentes personales o afecciones mamarias: Quienes han padecido cáncer de mama o alguna afección en el área de las mamas tienen un mayor riesgo de sufrir una recurrencia de la enfermedad.
- Antecedentes familiares: El riesgo es más elevado en mujeres cuyos familiares de primer grado, como madre, hermana o hija, han tenido cáncer de mama u ovario.
Un punto adicional a considerar, explica la cirujana oncóloga, es que el riesgo a contraer el cáncer de mama existe desde que nacemos mujeres. “Hay una analogía que uso mucho con mis pacientes: las mujeres nacemos con diez boletos para un sorteo. No podemos devolverlos, han venido adheridos a nosotras. A lo largo de nuestra vida podemos ir juntando más boletos (como los antecedentes familiares, el sobrepeso, el sedentarismo, etc.). Entonces, podemos evaluar cuáles son los riesgos adicionales que cada una puede controlar para no juntar más boletos”, muestra Rebaza.
Factores de riesgo modificables
- Sedentarismo.
- Exceso de peso tras la menopausia.
- Consumo de alcohol y tabaco.
- Exposición a sustancias cancerígenas.
- Uso de terapia hormonal: Ciertos tratamientos de reemplazo hormonal con estrógeno y progesterona durante la menopausia podrían elevar el riesgo de cáncer de mama si se prolonga por más de cinco años.
¿Cómo prevenir el cáncer de mama?
“El cáncer de mama es una enfermedad que tiene cura si se diagnostica de manera precoz. Por ello, es muy importante que las mujeres adquieran el hábito de autoexaminarse los pechos desde que comienzan a menstruar”, insiste Mauricio León, cirujano y oncólogo.
El experto explica que a partir de los 40 años, todas las mujeres deben realizarse una mamografía anual. “Si existen antecedentes familiares de cáncer al seno u ovario se recomienda empezar con la mamografía a partir de los 35 años y en caso de ser necesario, el especialista pedirá complementar el examen con una ecografía mamaria”, añade.
El doctor Yan Carlos Vargas, médico oncólogo, recomienda mantener un peso adecuado para disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. “Múltiples estudios han demostrado la relación que existe entre la obesidad y el desarrollo de este tipo de cáncer. Por lo tanto, tener una alimentación inteligente y balanceada, con alto contenido de vegetales (50% de la dieta), pescados y productos orgánicos es fundamental. Evite el consumo de grasas saturadas, dulces procesados, cigarro y alcohol y disminuya al máximo el consumo de azúcares”, agrega.
En el caso de las madres gestantes y lactantes, Vargas incentiva la práctica de la lactancia materna como medida preventiva. “Dar pecho no sólo le da a los recién nacidos y bebés los nutrientes necesarios para crecer fuertes y prevenir infecciones, también cuida la salud de las madres evitando que se formen tumores malignos en los senos”, indica.
Alessandra Dulanto, jefe en Salud Ocupacional de Pulso Salud, anima a las mujeres a acudir a sus chequeos a tiempo, dado que “el autocuidado es un acto de amor propio que ayuda a preservar la salud y la vida de las mujeres, ya que ello significa aumentar las posibilidades de un tratamiento exitoso y una recuperación completa. Cuando este se identifica en su etapa inicial, las opciones de tratamiento son menos invasivas, lo que permite a las personas mantener una calidad de vida óptima”.
Finalmente, el Ministerio de Salud del Perú (Minsa) indica que el cáncer de mama tiene un 90% de posibilidades de curación si se diagnostica en sus etapas tempranas, lo que contribuye a la reducción de la tasa de mortalidad, que actualmente se sitúa en un 26%, de acuerdo con datos del Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Tumores cerebrales: ¿Qué opciones de tratamientos existen?
- Depresión sonriente: Fingir felicidad ante el mundo, pero no con uno mismo
- Amalia Andrade: “Creemos que los procesos psicológicos suceden solo en la mente, pero el cuerpo es la herramienta con la que uno siente”
- Ley de la atracción: ¿qué es “manifestar” y cómo puedo hacerlo?
- Revitaliza tu hígado mientras duermes: cuatro bebidas para limpiar el organismo