Domingo por la mañana, Cristal gana por WO a Alianza Lima. (Foto: Jesús Alvarado)
Domingo por la mañana, Cristal gana por WO a Alianza Lima. (Foto: Jesús Alvarado)
Luis Carrillo Pinto

Luis Carrillo Pinto

Especialista en Marketing Deportivo y Entretenimiento

Ha sido tan confusa la disputa de los derechos audiovisuales del fútbol peruano que no se me ocurrió una mejor manera de explicar las consecuencias de este lío que a través de una fábula para niños. Cuenta la historia de un labrador (fútbol peruano) que era tan pobre, que un día de mucha suerte se le apareció un enano () y le regaló una gallina (Liga 1) que todos los días pondría un huevo de oro (Derechos Audiovisuales) y así se convertiría en uno de los más ricos del pueblo (Conmebol). Pero la avaricia le ganó () y un día mató a la gallina para ver si descubría una mina de oro () en su interior.

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Para Movistar la estrategia de consolidar la exclusividad del producto fútbol en sus pantallas ha sido fundamental para lograr ganar cerca del 70% del market share en el segmento hogares, de Internet y de TV cable. No sólo lograron la cuota más importante de suscriptores (más de 3 millones de hogares) sino que además desarrollaron un lucrativo negocio publicitario a través de sus señales propias, algo que Claro Video sólo soñó y DIRECTV sólo puede aprovechar durante el Mundial cada cuatro años.

Haber logrado ese tamaño de la torta les ha permitido sostener las últimas dos décadas el negocio del fútbol peruano a través de pagos de derechos audiovisuales que están totalmente fuera de la realidad de la región. No podemos compararnos con Brasil, los pentacampeones del mundo y una población siete veces mayor que la del Perú. Tampoco con Argentina, el último campeón del mundo. Sin embargo, en la Liga 1 se pagan montos mayores a la liga argentina. ¿Por qué? Porque el volumen de suscriptores de Movistar TV le permite asumir estos costos de derechos y de producción audiovisual.

En otros países de la región el liderazgo no llega al 30% del market share. Lo que pasó en el mercado peruano de TV paga fue atípico. La FPF tenía en sus manos la posibilidad de planificar una compra centralizada y consensuada con el único cliente que era capaz de pagar esos montos millonarios. Si lo que tanto anhelaban era una transmisión al estilo argentino o un canal propio, era tan simple como plantear esta idea a Movistar TV. Conversar, llegar a un acuerdo. Lo hubiesen hecho incluso con la asesoría de 1190 Sports.


Lo grave es que Telefónica a través de su sociedad en el Consorcio Fútbol Perú ha decidido no comprarle los derechos de TV a 1190 Sports y a la Federación Peruana de Fútbol. Por lo contrario, ha decidido luchar hasta el final por el reconocimiento de la cláusula de preferencia de los contratos con los clubes, que vencieron el 31 de diciembre de 2022, y como consecuencia, estamos viviendo una severa crisis en el inicio de la Liga 1 2023, plagado de Walk Overs. En esta puja legal, el gran negocio del fútbol se puede ir al descenso también. Ni DIRECTV (18%) ni BestCable (4%), ni menos los otros, ¿operadores?, que han firmado con 1190 Sports van a poder sostener pagos por cerca de 60 millones de dólares anuales.

La FPF acordó con 1190 Sports una liga con los derechos de Alianza Lima, Melgar, Cienciano, Binacional y Cusco FC, hasta esperar que finalicen los otros contratos el 2025, para luego manejar todo el fútbol peruano por diez años más (por eso se extendió el contrato a trece años). Ellos daban por sentado un acuerdo con Movistar TV. ¿Pero sin este acuerdo hay negocio? Se dice que la billetera millonaria del fondo de inversión que respalda a 1190 Sports, 777 Partners, les permite aguantar la fiesta. ¿Pero hasta cuándo?

Porque sin la gallina de los huevos de oro (Movistar TV), todos pierden. En el mediano plazo se esfumarán los más de 60 millones de dólares anuales de inversión en derechos audiovisuales. Si matan a la gallina, llegará el momento en que la FPF corra el riesgo de no recibIr el 10% de los clubes, porque los clubes peligrarían sus pagos debido a que 1190 Sports sin Movistar no va a poder generar los ingresos esperados.

No se ve una salida en la que una de las dos partes no salga perdiendo feo. Si la FPF levanta la medida cautelar pone en jaque su estrategia de negocio y deberá indemnizar a 1190 Sports. Si no la levanta, los equipos que sumen su segundo W.O. descenderán automáticamente, la FPF perdería los ingresos por derechos de estos clubes y destrozaría la competitividad e interés de la Liga 1. Lo que tampoco obviamente le conviene. Gol Perú ha sido claro y no va a transmitir ningún partido hasta que se respeten sus contratos. Es un laberinto sin salida. Moraleja: cuida a tu gallina de los huevos de oro, porque corres el riesgo de convertirte en el labrador que volvió a ser pobre debido a su avaricia e ignorancia. Fin.

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