Aquella versión del Loco era la de los “huevos de Vargas”. Hablamos de octubre del 2008, cuando Juan Manuel era el jugador bandera que todos querían tras el 1 a 1 con Argentina logrado gracias a él. Peredo ya lo había narrado, Battaglia ya lo había perseguido sin éxito y ya el hincha peruano lo había distinguido. Sin los juergueros del Golf los Incas y sin Paolo lesionado en sus ligamentos, Vargas era el futbolista del pueblo, casi casi el único indiscutido del discutido equipo de Chemo del Solar.
ACLARACIONESEste artículo fue publicado originalmente el 15 de marzo del 2020 en la edición digital de "Deporte Total".
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