Marco Quilca León

Su memoria no guarda ningún registro de lo sucedido. Rodrigo Santillán tenía apenas dos años cuando la vida le dio un duro revés: le detectaron polineuropatía, una enfermedad degenerativa que le ha impedido caminar. “Mis padres me cuentan que yo caminaba, saltaba, corría. De un momento a otro dejé de hacer esas cosas que un niño hace”, nos dice a través de la videollamada y sus sentimientos traspasan la pantalla. No se lamenta, nunca lo hizo. Todo lo contrario, siempre intentó superarse hasta llegar a ser lo que es hoy: el paranadador de 16 años que dejó el Perú en alto en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.