El running es un deporte que otorga muchos beneficios, como ayudar a mantener un peso saludable, reducir el estrés y mejorar la circulación. Sin embargo, al ser una actividad de alto impacto puede generar algunos problemas en el tren inferior. Los expertos enfatizan que la mejor manera de contrarrestarlos es mediante la práctica de la natación.
La combinación perfecta
“Nadar nos permite evitar lesiones a nivel articular y muscular, así como trabajar el tren superior e inferior de manera más intensa”, apunta Nelson Gonzales, coach de natación de atletas de élite
Al nadar desarrollamos un físico más equilibrado, ya que el running se centra más en el tren inferior.
Por su parte, María Pía Raffo, triatleta nacional, señala que “la natación también fortalece los músculos del cuerpo que no se utilizan al correr y por ello es importante alternar esta disciplina con los entrenamientos del running".
Nadar antes o después
Gonzales también recalca que es importante nadar de manera relajada al culminar una competición o entrenamiento fuerte, para así activar y acelerar la relajación muscular.
Cabe destacar que un estudio publicado por el National Center for Biotechnology Information (NCBI) señala que nadar, al igual que correr, reduce los síntomas de la ansiedad y depresión. Mejora la resistencia física, incrementar la energía, la capacidad cardiovascular, entre muchos otros beneficios.
El Dato
►Una hora de natación permite quemar entre 600 y 800 calorías, todo ello dependiendo de la intensidad y el peso corporal de quien lo practica.