Renato Cisneros

En el Perú nos hemos olvidado de creer. Los actores que tendrían que inspirarnos confianza llevan décadas defraudándola. Desde los políticos hasta los policías, pasando por los jueces, los sacerdotes, los maestros, también los periodistas. Por culpa de ellos –aunque no solamente de ellos– nos movemos entre la sospecha y el recelo. Y sin embargo, hay noches en que la fe regresa a tocarnos la puerta para recordarnos que existe. Tal vez se trate de una visita corta (hasta el martes que visitamos a Brasil), pero su estela tiene un efecto analgésico, casi curativo en un país que, como ocurre con los viejos organismos enfermos, ya no sabe cuántas enfermedades lo aquejan.

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Si con el 1-1 ante Colombia, Perú fue el paciente de cuidados intensivos que daba una súbita, inesperada señal de vida, anoche, al ganarle al Uruguay y lograr su primera victoria, el paciente abrió los ojos. Mucho antes de que llegara el gol, el equipo ya había mostrado orden táctico, sacrificio, voluntad. Los jugadores iniciaron el partido conscientes de sus muchas bajas (faltaron piezas vitales como Advíncula, Tapia o Lapadula), pero también decididos a que los hinchas no extrañaran a los ausentes. De a pocos –al contener al rival, pero sobre todo al encimarlo–, se dieron cuenta de que podía ser una noche especial. Y aunque el mérito es grupal, sería injusto no destacar a hombres como Zambrano, Araujo, Abram, Sonne y Peña.

  • El curioso cruce entre Carlos Zambrano y Darwin Núñez en el Perú vs. Uruguay:

Como decía antes, este hilo de fe, esta brizna de confianza puede acabársenos apenas Brasil nos meta el primer gol en un par de días, o quién sabe, quizá salimos ilesos de la visita al estadio Garrincha de Brasilia y entonces podremos celebrar que el paciente no solo ha abierto los ojos, sino que ya está pidiendo el desayuno. Pero, no, calma, mejor no darle cuerda al optimismo que la cosa no está todavía para generarnos ilusiones. Basta con mirar la tabla. Hemos dejado el fondo, pero perfectamente podríamos volver, sobre todo porque el nuestro sigue siendo un equipo inofensivo cuyos delanteros brillan por su ineficacia: en nueve fechas hemos convertido solo tres goles gracias a dos defensores (Callens y Araujo) y un volante (Yotún).

Carlos Zambrano
sus números ante Uruguay

1º en despejes [7]

1º en acciones defensivas [11]

Ganó su único duelo aéreo

No fue gambeteado en 90 minutos.

sus números ante Uruguay

No solo eso, al Perú de Fossati todavía le cuesta disimular la pérdida del toque que hasta hace relativamente poco era la marca registrada de la selección. El uruguayo intenta disimular esa carencia con orden táctico, pero no siempre el resultado es positivo. Sabemos que falta mucho y a fines de noviembre, después de recibir a Chile y jugar con el campeón del mundo en Buenos Aires, tendremos una mejor perspectiva del cuadro que estamos intentando pintar en estas Eliminatorias. Por ahora se agradece el soplo de confianza. Los peruanos necesitamos creer en algo, en alguien. Aunque sea cinco minutos.