Si bien las cifras del turismo nacional e internacional en el Perú durante el 2023 son superiores a las obtenidas en el 2022, el sector todavía no se recupera al statu quo prepandemia.
En total, entre enero y octubre de este año se trasladaron poco más de 2 millones viajeros internacionales, una mejora frente a los 1,6 millones que a estas alturas tenía el 2022. Sin embargo, en el 2019 llegaron 3,6 millones de turistas extranjeros en esos meses y dicho año cerró con 4,4 millones de visitantes. En 2023 arribarían 2,5 millones, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
MIRA | Aeropuerto Jorge Chávez: ¿cuánto tardará la construcción de sus accesos?
Las debilidades del Perú para retomar el rumbo son más evidentes al compararse con competidores directos en la región. Según la Organización Mundial del Turismo, América Latina ya tiene un 85% de la recuperación frente a sus cifras prepandémicas, pero hay países que ya superaron por lejos esa marca. Colombia, por ejemplo, tuvo un aumento del 23% en el número de turistas internacionales que transitaron entre enero y julio de este año frente a lo conseguido en el 2019. Otro destino que se vio potenciado fue Panamá, ya que el Fondo de Promoción Turística del país estima que este año cerrarán con una recuperación del 105% de turistas extranjeros, frente a las cifras previas a la pandemia.
Incluso competidores con dificultades como Chile cerrarán el 2023 en mejor forma que el Perú. La Federación de Empresas de Turismo de Chile proyectan la llegada de 3,6 millones de viajeros extranjeros, una recuperación de 79% frente al 2019.
Motivos
La conflictividad social es el principal elemento que explica el lento avance del sector. “Tras el golpe de Estado de Pedro Castillo y las revueltas vinieron los primeros meses con el turismo receptivo en cero. En el segundo semestre comenzamos a mejorar con la reducción de las alertas de viaje. El turista extranjero, especialmente el europeo, planea los viajes con mucha anticipación. Al tener las revueltas a inicios del año, los turistas decidieron ir a otros destinos”, afirma Juan Stoessel, CEO de Casa Andina y vicepresidente de la Cámara de Turismo del Cusco.
Un efecto indirecto de la violencia social también es la reducción del interés del viajero para conocer diversos lugares turísticos. “Lo más afectado es el flujo de turistas que quieren viajar a muchos destinos. Si consideran que el Perú es un país peligroso, van a Machu Picchu y ya no a otros lugares. Y si ven que hay riesgo de no conseguir entrada a Machu Picchu, prefieren ir a otro país”, explica Sergio Rivas, gerente general de Costa del Sol y director de AHORA Perú.
LEE TAMBIÉN | El primer año de Dina Boluarte en cinco indicadores económicos
Muestra de ello es la caída de turistas internacionales en atracciones fuera de Cusco. En el 2019 el 40% de visitantes a las Islas Ballestas, en Ica, eran extranjeros. Entre enero y octubre de este año la cifra llegó al 15%. Una situación similar ocurre en el Valle del Colca, en Arequipa, que pasó de tener 62% de turistas extranjeros en el 2019 a 29% este año.
Además de esto, hay un segmento de turistas que prefieren no arriesgarse a ir a Cusco debido a que la venta de entradas físicas a Machu Picchu no permite una buena planificación.
“Fue un gran error del Ministerio de Cultura anunciar la venta virtual total de los ingresos al Santuario Histórico de Machu Picchu para terminar retrocediendo [...] La venta de mil ingresos de forma presencial causó y causa mucho maltrato a los turistas“, indica Ricardo Acosta, Ricardo Acosta, presidente de Apavit.
“Se debe ver la forma para trabajar con el pueblo de Machu Picchu para hacerles entender que la mejor manera de que ellos tengan ingresos es el orden. La venta desordenada aleja al turista que planifica. Por ejemplo, quienes ingresen al santuario a las 6 de la mañana debieron pernoctar en Aguas Calientes. Debemos trabajar de la mano y entender que eso da más trabajo e ingresos”, añade Farah Choy, directora general de Tex Luxury Travel y directora de Apotur.
Efectos
Si bien la recuperación del turismo interno en el Perú es más marcada, los principales impulsos a las economías locales los traen los extranjeros. “El turista extranjero gasta más dinero. El turismo nacional creció, pero su gasto es bajo porque no van a restaurantes, no compran artesanías ni usan guías. Un turista extranjero deja más de US$2 mil en promedio, genera más empleos”, señala Choy.
“Falta recuperar un millón de puestos de trabajo directos e indirectos del turismo. No está encaminado y no se asignan los recursos necesarios”, enfatiza Stoessel.
MIRA | Asbanc: cómo va la mora, la interoperabilidad y cuándo se verían reducciones en las tasas de créditos hipotecarios
A pesar de la imperiosa necesidad de recuperar el turismo, el 2024 tampoco sería el año de la recuperación. Las fuentes consultadas indicaron que el Mincetur pronostica un incremento de alrededor de un millón de viajeros extranjeros en el 2024, cifra que todavía se ubicaría lejos del 2019.
Presupuesto
Promperú tendrá un presupuesto de S/256 millones en el 2024. S/62 millones de ellos se destinarán al desarrollo y promoción de la imagen del Perú, mientras que S/49 millones se usarán para la promoción externa de destinos turísticos.
En lo que va del año se destinaron S/57 millones para la promoción de la imagen del país y se ejecutaron S/35 millones. En tanto, de los S/34 millones para la promoción de destinos turísticos se devengaron S/20 millones.
ENCUENTRA EN ECONOMÍA | Indicca: Situación económica de los consumidores limeños no mejora al cierre del 2023
El próximo año el Gobierno debe continuar enfocándose en ambos conceptos.
“Se tiene que dar una buena promoción, asegurando a los visitantes que no va a pasar nada cuando lleguen al país. El país ganó varios premios este año, Machu Picchu sigue siendo una maravilla del mundo, tenemos varios restaurantes dentro del top 50 del mundo. El interés existe, pero el Gobierno debe darse cuenta”, sentencia Rivas.