Christian Silva

El rubro de industrias alimentarias es un negocio con mucha diversidad de productos. Como cuentan Miriam Pastor y Eduardo Flores, fundadores de Agroindustrias Emic, su negocio ha ido en constante crecimiento y acompañada de las demanda de distintas cadenas de supermercados y autoservicios. Por ello, la marca tiene decenas de productos de marca blanca (lo produce y otro lo vende bajo su propia marca) para supermercados como Wong y Metro. Además, la empresa busca impulsar su propia marca, Arezzo.

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¿Cómo deciden incursionar en el rubro de salsas?

Miriam Pastor (MP): Agroindustrias Emic nació en 1993. Mi esposo es ingeniero de industrias alimentarias, estaba viendo las oportunidades de los ingenieros de esa rama, porque en esa época la industria alimentaria todavía estaba incipiente.

Eduardo Flores (EF): Era una de las carreras nuevas que tuvo la Universidad Agraria. Saliendo de la universidad trabajé en Hoja Redonda, en Chincha. Era una fábrica de conservas donde hacíamos pasta de tomate, jugo de naranja, frijoles, espárragos, todo enlatado. De ahí me trajeron a una subsidiaria en Lima.

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¿Ello los llevó a virar hacia la industria de salsas?

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MP: Se empezó con los quesos. Soy cajamarquina, en el camino vimos una compañía que procesaba los famosos quesos cajamarquinos. Los llevamos a Lima y se vendieron mucho. Después nos introdujimos a todas las cadenas de supermercados y se le abrieron los ojos al dueño de una de ellas. Como veía yo la parte comercial, ya tenía los contactos de los supermercados.

EF: Había visto la parte de producción en una fábrica. Luego salí a una cadena de autoservicios llamada Monterrey, era muy grande y vi la parte comercial. Conversando con mi señora la dije que teníamos que hacer algo. Comenzamos a montar una industria paralela, buscamos el producto más fácil de hacer porque no teníamos equipo. Comenzamos a trabajar en las noches. Llegábamos de nuestro trabajo y nos dedicábamos a pelar, empezamos con pepinillos encurtidos en el garaje de mi casa. El pepinillo se produce solo en verano. Entonces, tenía que procesar y buscar la forma de conservar durante todo el año para entregarlo.

MP: Empezamos a vender con la primera tienda de Wong. Nos dijeron que hagamos todo lo que tengamos en encurtidos. [Eran] 20 a 30 productos, de los que quedaron cuatro: pepinillos, cebollitas, verduras y creo que nabo. Yo hacía las facturas, las ventas y repartía. (Eduardo) todavía trabajaba en Monterrey. Después de un tiempo cerraron las compañías Galax y Todos, Monterrey, Escala Gigante, y pasaron a manos de los Wong, que compraron todas las tiendas. Las tiendas estaban llenas y nuestros pedidos cada vez iban aumentando, así que alquilamos un local y empezamos a trabajar.

¿Cómo fue ese punto en el que decidieron abocarse de lleno al negocio?

MP: En esa época trabajaba en la Presidencia del Consejo de Ministros como secretaria del director nacional. Me daban permiso para salir a las cuatro de la tarde e ir a trabajar al negocio hasta que llegó el momento de dejarlo todo. Los dos renunciamos y nos dedicamos de lleno a la fabricación de productos. [Eso] fue cuando se creó la compañía en 1993, porque antes trabajaba con mi nombre. La factura [antes] decía Miriam Pastor Medina.[Empezamos] con una olla de acero y una cocina de querosene.

EF: Eran tres a cuatro años antes. No teníamos equipos.

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¿Cómo se afrontó el época de la hiperinflación con el negocio?

MP: Nunca nos fue mal en ninguno de los gobiernos, no hemos tenido altibajos, siempre ha sido crecimiento.

EF: Si se cerraba una puerta, se abría otra.

¿Qué implica abarcar una variedad de productos como son las salsas?

MP: El éxito de una compañía es dar una buena calidad. Si presentas siempre un buen producto con un buen precio, no se va nunca.

EF: Miriam decía que cuando aparece un nuevo producto había que desarrollarlo para el fin de semana.

MP: Si no agarras la oportunidad, estás muerto. Todos [los colaboradores] me apoyaban, todo era manual, teníamos una maquina dispensadora y tenías que poner sobre por sobre. Si tienes unos buenos colaboradores que creen en ti y en su compañía los tratas como familia. Sin ellos no puedes hacer nada.

¿Esta es una característica de un líder empresarial? ¿Qué otras características se presentan en los líderes?

MP: La capilaridad con los colaboradores, [hay que] ayudarlos siempre. Hay chicos que son jefes de máquinas. En esa época éramos 15 chicos y todos sabían hacer de todo, aprendían de todo.

¿Cuántos trabajadores tienen actualmente?

MP: Llegamos a casi 200, pero con la automatización hemos reducido a 120.

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Con más de 30 años en el rubro, ¿qué aprendizajes y experiencias dejó este negocio?

EF: Cada día aprendes algo más.

MP: Una compañía de alimentos es un mundo, nunca terminas de hacer ni de aprender. Antes no teníamos las oportunidades de ahora, era ser creativo. Llegamos a atender a Delosi, la cocina central de esa compañía, todas las salsas eran nuestras.

EF: Eran salsas que se importaban directamente de Estados Unidos. Cuando nos presentaron nos dijeron que se desarrollen tales productos y hay mil variables para que te salga igual, es muy difícil, pero comenzamos a desarrollar. Les gustó el producto.

¿Cuántos productos manejan para las cadenas de supermercado?

MP: Por los autoservicios empezamos a vender los ajíes. Tenemos un abanico de productos en supermercados. Entre Wong, Metro y Cuisine & Co. tenemos unos 60 productos exclusivos para ellos. En Delosi tenemos 20 productos. Cada autoservicio tiene un desarrollo diferente, salvo la marca Arezzo que es nuestra.

EF: Queremos desarrollar más nuestra marca, porque nos hemos preocupado más en las marcas blancas.

¿A qué países exportan?

MP: Vendemos a Japón, Colombia que es un mercado bueno, Francia y Estados Unidos. Un poco se quedó el crecimiento en exportaciones por falta de espacio. Nuestra planta es muy chica, luego construimos otra a seis cuadras [del lugar] que tiene 5.000 metros, pero como toda la zona es urbanística, quedó como almacén.

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¿Han analizado tener un tercer espacio más amplio?

MP: Hemos comprado un terreno de 10.000 metros, ya se está construyendo. De repente en siete meses ya nos dan la llave. La mitad [del terreno] es para sembrar y los otros 5.000 metros es planta.

EF: [El nuevo local] está en Pachacamac.

¿Cómo vienen las inversiones en este año y cuánto estiman que facturarán?

EF: Estamos trayendo una máquina ‘sachetera’ italiana que debe llegar en un par de meses. Son S/3 millones de inversión.

MP: Siempre cerramos bien. En la épocas de antes las ganancias tenían márgenes altos. Todo eso iba a un ahorro para comprar máquinas. Este año veo que se ha aumentado un poco [la ganancia], pero no veo los márgenes de antes. Ahora hay más competencia. Este año, con la construcción de la nueva planta, aumentarán las exportaciones, ya no vamos a ser una mediana empresa.

¿Cómo se sintieron cuando fueron reconocidos como Líderes Empresariales del Cambio?

MP: Nos sentimos las personas más felices del mundo cuando nos dijeron que estábamos nominados. Fue una novedad. Nunca teníamos nada salvo un mes de vacaciones que nos íbamos con nuestros hijos, no nos han visto ser ostentosos, es mejor tener un perfil bajo. Trabajar bien, pero para ti.

EF: Lo importante que nos ha hecho crecer ha sido la calidad y el cumplimiento, siempre hemos cumplido.


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