El Banco Central de Reserva (BCR) confirmó que la inversión privada sufrió una contracción de 12% en el primer trimestre del año. Con ello, el indicador acumula su tercer trimestre consecutivo en negativo desde julio del 2022. “Este resultado se atribuye a paralizaciones y menor confianza empresarial como consecuencia de los conflictos sociales, así como a la ausencia de nuevos megaproyectos mineros”, se lee en el informe de la entidad.
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Dicho dato está en línea con lo esperado por analistas económicos y el mercado. Precisamente, el Instituto Peruano de Economía (IPE) –en un informe publicado en El Comercio– pronosticó en abril que para enero y febrero la contracción del indicador sería de más de 10%. “Incorporando marzo a esa proyección, los datos apuntaban a un 12,9% para el trimestre. Bien cerca de lo que esperaba el MEF de un 13%. Finalmente, el dato ha estado bien en línea con lo esperado”, explicó Teodoro Crisólogo, economista senior del IPE.
El problema minero
La inversión minera anotó un retroceso de 23,2% en el trimestre y, según señala el BCR, responde a la ausencia del efecto Quellaveco. El proyecto minero dejó en el 2022 su etapa de inversión y hoy se encuentra ya en producción.
“Al no haber otras inversiones sustanciales, era esperada la caída de la inversión minera”, explicó Alfredo Thorne, exministro de Economía. En su opinión, a la fecha existe demanda internacional de minerales y, en el caso peruano, existen importantes reservas de cobre para atenderla. “Sin embargo, las condiciones internas no son las mejores para los inversionistas extranjeros. Parte del riesgo es político, pero también son riesgos sociales”, agregó.
Al respecto, el ministro de Economía, Alex Contreras, indico que se necesitan garantizar un mínimo de proyectos que se inicien cada año. “Hacer que la inversión en exploración crezca, tener más proyectos y destrabarlos. A eso apuntamos”, dijo.
Inversión no minera
“La inversión no minera registró una caída mucho más fuerte a lo previsto”, aseveró Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital.
Dicha inversión cayó 11%, siendo empujada a la baja por el consumo interno de cemento (-15,4%). “Hay que reconocer que el primer trimestre estuvo afectado por los eventos climáticos y las protestas sociales. La autoconstrucción y la construcción fueron de los sectores más afectados ante ello”, agregó el economista.
En este punto, cabe indicar que los últimos datos de la Asociación de Productores de Cemento revelan que la caída del consumo de cemento en el primer trimestre fue del 15%, y solo en abril registró el mismo descenso.
Estimaciones
Para Velandia, sí existe un sesgo a la baja sobre la proyección actual de Credicorp de -3% para la inversión privada. “Estaremos a la espera de lo que suceda durante el segundo trimestre del año”, aseveró.
El IPE mantiene una proyección similar. “La inversión privada acumularía cuatro trimestres en negativo. Si no se recupera la confianza, es probable que esto se prolongue al cierre del 2023. Nuestra proyección es -3% y es casi seguro que, tras estos datos, revisaremos a la baja”, aseveró Crisólogo.
En tanto, Thorne también advirtió un sesgo a la baja en el indicador. “Nosotros esperamos que la inversión privada retroceda 1,8% este año, pero ciertamente tiene un sesgo a la baja”, acotó.