La emergencia nacional por COVID-19 y los bajos precios del petróleo han derrumbado la demanda de combustibles en cerca de 70% en el Perú. Esto deja a las empresas petroleras en una crítica situación. ¿Cuál ha sido el efecto en Petro-Perú? ¿Y cuáles son sus expectativas? Responde Eduardo Guevara, presidente de la petrolera estatal.
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—El precio del barril de petróleo (WTI) cayó debajo de cero días atrás y se estima que este año promediará US$24. En ese contexto, ¿es rentable refinar petróleo para Petro-Perú?
En el caso de la Refinería de Talara, que es lo principal para Petro-Perú, el contexto se presenta diferente, porque hablamos de una refinería que ya había parado el año pasado y que estará parada este año [para poder conectar la nueva refinería]. Entonces, la crisis no la afectará en el 2020. Eso tendríamos que verlo en el 2021, cuando comience a operar la nueva refinería.
—¿Cuál sería el escenario para entonces?
Hacia el próximo año deberíamos ver un escenario más estable, pero creería que tendríamos que hacer el análisis en ese momento. De acuerdo a lo que estamos viendo, la nueva Refinería de Talara sigue siendo igual de rentable.
—¿Qué ocurre ahora con las demás refinerías de Petro-Perú? ¿Están detenidas u operativas?
Actualmente, la Refinería de Iquitos está parada porque ha producido suficiente combustible [que no se vende en la selva, debido a la pandemia]. Y la Refinería de Conchán está en la misma situación. La abrupta caída de la demanda de combustibles (de hasta -70%) ha afectado a todo nuestro mercado. Sin embargo, a medida que se empiecen a reactivar las principales industrias, como pesca y minería, vamos a ir recuperando el consumo.
—Con las refinerías y el oleoducto parados, ¿a qué se dedica ahora Petro-Perú?
Ahora el foco nuestro es asegurar el abastecimiento de combustibles. Esa es una de las principales funciones que debe tener Petro-Perú en cualquier escenario, pero, particularmente, en uno tan crítico como éste.
LOTES DE LA SELVA
—Pero, ¿no existe el riesgo de que este adverso contexto se extienda y que la nueva refinería de Talara, que ha costado tanto dinero, termine convirtiéndose un gran almacén de combustibles? En Estados Unidos se están cerrando refinerías ahora mismo.
La refinería sí nos va a ayudar porque nos permitirá adquirir combustible a nivel local [en vez de importar]. Estamos construyendo una refinería con la tecnología suficiente para procesar la producción de Talara y de la selva, evitando que se exporte, aunque también nos permitirá adquirir crudo de otros lugares (países). Sin embargo, la prioridad es el abastecimiento local, porque dónde vamos a ganar más es con la refinación, en lugar de estar importando productos terminados.
—El problema es que no habría suficiente carga local de crudo, porque todos los lotes de la selva (192, 67 y 8) están parados, igual que el oleoducto. ¿De dónde vendrá la carga para la refinería?
Definitivamente, tendrá que venir del lote 192 (Loreto), que vamos a tomar nosotros. Es un lote que hoy tiene Frontera Energy a través de un contrato de servicios suscrito con Perú-Petro, el cual se ha extendido por el proceso de consulta previa (y la pandemia). Nosotros estamos avanzando con la selección del operador que nos va a acompañar.
—¿Cómo piensan conseguir un operador en este contexto? Lo decimos porque las licitaciones no suelen suscitar interés cuando el precio del crudo está bajo ¿Negociarán directamente?
Ese es un tema que nos preocupó antes, porque dijimos ‘Qué va a pasar si abrimos un proceso ahora y nadie se presenta’. Sin embargo, hemos visto que las empresas que mostraron interés en el lote, mucho antes del inicio de la pandemia (2019), siguen interesadas. Y eso es porque ven que las operaciones [del lote 192] comenzarán en el 2021, cuando el escenario sea muy diferente.
—Ahora mismo el oleoducto se encuentra en fuerza mayor. ¿Cuándo levantarían esa restricción?
Aún tenemos que ver los protocolos que vamos a aplicar, los permisos para el reinicio y también la situación [financiera] de los productores de petróleo. Por ahora, tenemos personal que brinda mantenimiento y seguridad al oleoducto.
ENERGÍAS RENOVABLES
—¿Tienen una idea de por cuánto tiempo más será rentable la nueva refinería de Talara, considerando que el mundo está cambiando hacia las energías renovables y que las grandes petroleras ya están invirtiendo en ello?
Yo diría que tenemos petróleo para bastante tiempo. Por otro lado, es cierto que las nuevas energías ya están viniendo. En ese sentido, en Petro-Perú vamos a explorar cómo podemos migrar a otros tipos de energía y convertirnos en una empresa que explore esas oportunidades.
— ¿Se refiere a energías renovables, tipo solar y eólica?
Shell y Mobil ya han entrado a proyectos de energía solar, y eso nos da una idea de que también debemos mirar ese tipo de energía. Es algo a lo que tenemos que abocarnos para ayudar a cubrir las necesidades de la población. Por ejemplo, podemos aprovechar mucha energía solar en Talara, en el oleoducto y en Ilo, donde construiremos una planta de combustibles muy pronto. Vamos a mirar eso, pero seguiremos con nuestro core bussiness, que es el petróleo.
— Si entendemos bien, ¿la idea es convertir a Petro-Perú en una empresa de energía, como Shell o Mobil?
Sí. La idea es comenzar a explorar ese tema y evaluar las oportunidades.
—¿Empezarían con proyectos solares?
Probablemente vamos a comenzar con proyectos pequeños, enfocados en nuestras locaciones, dadas las favorables ubicaciones que tenemos. Y evaluar oportunidades que nos abran la puerta para algo más grande.
—¿Tienen un horizonte de tiempo para concretar esa aspiración?
Primero vamos a identificar los proyectos. O buscar, de repente, un socio estratégico que conozca el sector [eléctrico] y nos pueda ayudar.
NUEVA REFINERÍA DE TALARA
—Volviendo a la Refinería de Talara, ¿qué labores están ejecutando ahora?
Ahora estamos en proceso de construcción de la nueva refinería, que, por obvias razones [la epidemia de COVID-19] también se ha detenido. Así que, estamos enfocados en trabajos de mantenimiento y seguridad.
— Entendemos que la construcción arrastra 50 días de detención. ¿Eso significa que se retrasará la salida de la nueva refinería?
Como en todos lados, teníamos que parar por seguridad de nuestros trabajadores. Sin embargo, debido a la magnitud del proyecto, hemos mantenido ciertas actividades con un número muy reducido de personal, y seguiremos así hasta que consigamos la autorización de reinicio del Minem. No obstante, estamos trabajando con nuestros contratistas en optimizar (recuperar) el tiempo de retraso.
—¿Cuándo iniciaría producción la nueva refinería?
Anticipar eso es prematuro, porque aún tenemos que sentarnos con nuestros contratistas para tener algo concreto. Antes de la emergencia el proyecto estaba previsto para concluir a fines del primer trimestre del 2021.
—¿Y la inversión en la nueva refinería (US$5.000 millones) va a aumentar debido a este retraso?
Eso tenemos que verlo. Puede haber algún tipo de discusión por el tiempo que ha estado detenida la construcción, pero también hay que ver cómo será la nueva normalidad de trabajo [post-COVID-19]. Eso tenemos que determinarlo porque es un escenario nuevo para todos.
Respecto al financiamiento, quedaba un tramo pendiente por cerca de US$900 millones. ¿Cómo se va a financiar?
Hay un financiamiento de US$285 millones con el gobierno español, que está pendiente de aprobación. Y para el último tramo, algo más de US$600 millones, estamos haciendo varias evaluaciones. Es un tema que debemos mirar y definir en el corto plazo, para tener cerrado todo este año.
COVID-19
—Finalmente, ¿tienen un estimado de cuanto han perdido por la pandemia?
Las ventas de Petro-Perú han caído igual que la demanda de combustibles, en60% o 70%. Si antes vendíamos 115 mil barriles diarios, hoy vendemos 40 mil o 45 mil.
—¿Ha habido contagios por COVID en las operaciones?
Hay contagios, sí. Mayormente se trata de personal que estaba en descanso o de vacaciones. Los pocos casos que se han detectado dentro de las operaciones han sido identificados y controlados. Son de la máxima preocupación nuestra.
—¿De cuántos trabajadores estamos hablando?
Hay 28 casos en todo el Perú. Lamentablemente, trabajamos en regiones que sufren mucho de COVID-19, como Piura y Loreto. Pero eso no ha obligado a cerrar ninguna operación. Las que han parado han sido porque tenían mucha producción, caso de Iquitos y Conchán. El oleoducto lo paralizamos porque muchos de los lotes petroleros lo habían hecho también. En ningún caso hemos parado operaciones por contagios.
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