Como su nombre lo indica, el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) –o el provisto por la Asociación de Fondos Regionales o Provinciales contra Accidentes de Tránsito (Afocat)– es imperativo para transitar con un vehículo motorizado en el país, de acuerdo con la Ley Nº 27181. Su cobertura es independiente de cualquier otro seguro vehicular que se tenga contratado.
En Lima, de acuerdo con cifras de la aseguradora La Positiva, el 10% de vehículos no cuenta con ningún tipo de aseguramiento. Es decir, cerca de 156.000 unidades motorizadas no tienen seguro obligatorio.
El no contar con ello no es solo un perjuicio para el conductor del vehículo: también impide que no se dé cobertura médica a quienes resultaran involucrados en un accidente. Por ejemplo, si un autobús tiene un accidente de tránsito y no posee esta cobertura, ningún pasajero afectado recibirá atención médica ni sus familiares serán indemnizados en caso se presente alguna fatalidad.
Por otro lado, la tasa de incumplimiento con esta norma afecta el precio de los seguros. “Justos pagan por pecadores, ya que el acceso a este tipo de aseguramiento podría ser más barato si la masa crítica fuera la que corresponde”, indicó Alfonso Flórez Mazzini, gerente general de la fundación Transitemos.
El costo de incumplir
Especialistas en transporte coinciden en que este problema tiene la misma raíz que otros que afectan la seguridad vial en Lima: la falta de fiscalización y de estrategias de prevención desde el Estado, que impidan la circulación de vehículos sin seguro integral.
Este control recae sobre los ministerios del Interior y de Transportes y Comunicaciones.
“Debería ser el Estado el que asegure que cada vehículo nuevo que sea adquirido tenga un SOAT antes de que pueda circular por las calles. De lo contrario, se seguiría dando oportunidad a conductores irresponsable a que transiten por las calles”, indicó Flórez Mazzini.
Además de la presencia policial para fiscalizar, se requiere combinar estrategias de educación vial con sanciones efectivas que disuadan a los conductores de que cumplan la norma, señaló Lino de la Barrera, especialista en temas de transporte.
“Actualmente, los conductores saben que la probabilidad de ser sancionado por infringir esta ley es baja; en consecuencia, transitan faltando al reglamento, desafiando los peligros de andar desprotegido por las vías”, indicó el experto.
Las sanciones por incumplir con esta norma ascienden al 12% de una unidad impositiva tributaria (UIT), esto es, S/.462.