El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos y prácticas relacionados a la cestería en junco y totora en las provincias de Huaura, Huaral y Barranca, en el departamento de Lima.
De acuerdo con una resolución viceministerial, publicada hoy en el diario El Peruano, estas prácticas constityen un arte tradicional ancestral basado en el uso milenario y sostenible de dichos insumos.
"El uso del junco y la totora para este arte ancestral expresan conocimientos técnicos y artísticos transmitidos de generación en generación, manteniendo continuidad y a la vez innovando en la producción", se lee en la resolución.
La cestería es el proceso de confección manual de recipientes conocidos como cestos o canastas, así como de otros objetos, elaborados a partir de fibras vegetales o sintéticas, tejidas o unidas con la técnica del enrollado con unión por costuras.
El junco y la totora son plantas silvestres similares, aunque de familias botánicas diferentes, que comparten el mismo hábitat: lagunas y humedales. Se diferencian solo por la forma del tallo. En la totora se trata de uno macizo y de forma triangular, mientras que el del junco es hueco y tiene forma circular.
En Caral, una de las civilizaciones más antiguas de América, ubicada en el valle de Supe, en la costa central del Perú, se ha registrado el uso de estas fibras vegetales, que antecedieron al algodón en la producción textil, y que sin perder continuidad se usaron para diversos fines domésticos y rituales.