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Perú en alerta por fiebre amarilla: baja vacunación y riesgo de brote urbano
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El aumento de los casos y fallecidos por fiebre amarilla en el Perú y en otros países de Sudamérica ha encendido las alarmas de las autoridades, ya que se trata de una enfermedad con una alta tasa de letalidad, pero con una baja cobertura de vacunación. En nuestro país, los casos se presentan en su mayoría en la región Amazonas.
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Hasta el 10 de mayo, se habían registrado en nuestro país 46 casos de fiebre amarilla, cifra que supera a todo lo registrado en los últimos 15 años, excepto en el 2016, año en que se reportaron 61 casos. En el caso de los 13 fallecidos, se proyecta que dicha cantidad se incremente en las próximas semanas y supere a lo del 2016, cuando 16 pacientes murieron, informó el analista de datos Juan Carbajal.
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Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.
El Ministerio de Salud (Minsa), a través del Centro Nacional de Epidemiología y Control de Enfermedades (CDC Perú), emitió la alerta epidemiológica, el pasado 21 de marzo, para alertar a los establecimientos de salud públicos y privados ante el incremento de casos de fiebre amarilla selvática en algunas zonas enzoóticas de las regiones de Amazonas, Huánuco y San Martín, por lo que intensificará las acciones de respuesta, vigilancia epidemiológica y vacunación contra esta enfermedad.
El Minsa informó que el 90% de las personas afectadas adquirió la enfermedad en áreas silvestres o boscosas, principalmente por actividades de caza o agrícolas. Un punto fundamental del tema es que ninguno de los fallecidos contaba con la vacuna contra la fiebre amarilla.

El peligro es que se convierta en un brote urbano, advierte médico infectólogo
El médico infectólogo Juan Carlos Celis indicó que los aumentos de casos de fiebre amarilla se dan en gran parte de los países de Sudamérica, como Brasil, Colombia, Ecuador y Perú.
En el caso de nuestro país, precisó que se presentan casos en las comunidades nativas y campesinas, así como en zonas fronterizas, de las regiones de Amazonas, San Martín, Loreto, Huánuco y Junín. Advirtió que el peligro es que se convierta en un brote urbano, ya que el zancudo del dengue también puede transmitir la fiebre amarilla.
Explicó que los primeros síntomas son fiebre, malestar y dolor de cuerpo, pero luego de cinco o siete días se puede convertir en una enfermedad grave, que implica vómitos de sangre e ictericia, que es cuando el cuerpo tiene un color amarillo. Remarcó que la fiebre amarilla tiene una alta tasa de letalidad, ya que las autoridades no alcanzan un alto porcentaje de vacunación.
“A diferencia del dengue, que tiene una mortalidad baja, hablando de 0.1%, 0.2% la fiebre amarilla tiene una mortalidad bien alta que puede variar entre 30% hasta 60%”, afirmó Celis.
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“En general la vacunación es baja porque a nivel nacional no supera el 60% en promedio, hablando de fiebre amarilla en niños, pero en las comunidades no pasa del 30% o 40% porque la vacunación no llega y también hay problemas de acceso, como en la zona de Putumayo, zona de frontera, y hay un tema intercultural”, afirmó.

Celis señaló que la vacuna tiene que aplicarse 10 días antes de entrar a lugares donde se han detectado casos de fiebre amarilla, como en la zona norte de Amazonas, a la zona cafetera o de cultivos en San Martín y en la provincia de Putumayo (Loreto).
Explicó que las enfermedades, como el dengue y la fiebre amarilla, se están expandiendo porque hay aumento de temperatura a nivel global y eso favorece la reproducción de los zancudos, hay más deforestación, más cultivos en zonas alejadas y desarrollo de actividades ilegales, como narcotráfico y minería ilegal, lo que origina que haya más movimiento de personas a zonas alejadas.
Aumento de casos de fiebre genera preocupación, indica especialista
Ciro Maguiña, médico infectólogo tropicalista de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y exdecano del Colegio Médico del Perú, indicó que el incremento de casos de la fiebre amarilla se debe a la escasa vigilancia a los programas de vacunación ante la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19, la mala gestión de los programas de vacunación por parte de los gobiernos regionales y la movilización de personas no vacunadas que se dedican a actividades ilícitas, como el narcotráfico, la tala ilegal de madera y la minería ilegal, en zonas endémicas.
“Las regiones han destinado recursos para otras obras, pero no para los programas de vacunación y han descuidado las metas de vacunación. Antes había una política nacional de vacunación. Cada región tiene un presupuesto que le envían de Lima y las regiones deciden la prioridad y ahí se descuidan. No contratan personal para la vacunación”, indicó el especialista.
Remarcó que se trata de un aumento de casos de fiebre amarilla que generan preocupación y advirtió que la situación se podría complicar si se llega a desarrollar la fiebre amarilla urbana, la cual es distinta a la fiebre amarilla selvática.
“Hay un peligro potencial si llegaran pacientes no vacunados del Vraem o de los lugares endémicos y son picados por un mosquito y podría llegar, eventualmente, a las grandes ciudades. Es una hipótesis que se está planteando, por eso hay que vigilar bien y hay que vacunar a la gente de la selva”, precisó.

“Toda enfermedad tiene un reservorio y el reservorio en la fiebre amarilla selvática es una especie de mono, denominado Alouatta, en el cual el virus vive con él y este mosquito le pica al mono y pica al humano que trabaja en la madera, el oro y las minas”, agregó.
Maguiña remarcó que la vacuna contra la fiebre amarilla es una sola dosis y protege durante toda la vida. Remarcó que la enfermedad se detecta a través de prueba de Elisa IgM. “Como es un virus igual que el dengue, se le brinda tratamiento sintomático, no hay ninguna medicina, solo manejar las complicaciones, como el sangrado, el descenso de la presión”, precisó.
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Maguiña remarcó que la letalidad de la fiebre amarilla se explica porque muchas veces es confundida con otras enfermedades, como la tifoidea y el dengue, y porque se brinda atención médica demasiado tarde. “En las zonas endémicas del Vraem, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Loreto, no hay camas UCI, por lo que el paciente llega (a recibir atención especializada) en las últimas etapas de la enfermedad”, remarcó.
Minsa intensifica vacunación contra la fiebre amarilla en Amazonas
El Ministerio de Salud (Minsa) informó que, a través de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Amazonas, ha inmunizado a 64.061 personas contra la fiebre amarilla, desde los 15 meses hasta los 59 años, para lo cual ha intensificado la vacunación, en un periodo de 90 días, en las provincias de Bagua y Condorcanqui para enfrentar el aumento de casos de la enfermedad.
En la provincia de Condorcanqui, se vacunó a 33,953 personas y se implementó el cerco epidemiológico y se ha priorizado la vacunación en los distritos de El Cenepa, Nieva y Río Santiago, que han registrado casos positivos de la enfermedad.
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En Bagua, se ha vacunado a 30.108 personas, alcanzando el 84.9%. En el caso del distrito de Imaza, donde se inició el brote de fiebre amarilla, se ha logrado superar el 100 % de la cobertura esperada.
Asimismo, se refuerza las comunicaciones con un mensaje clave que la única manera de prevenir esta enfermedad es mediante la vacunación. Esta iniciativa ha tenido éxito gracias a la cooperación de las familias, que han facilitado el acceso a sus hogares y comunidades.

Además, equipos de médicos especialistas viajaron a esta región para realizar asistencias técnicas sobre: vigilancia de síndrome icterohemorrágico y fiebre amarilla, vigilancia epidemiológica de fiebre amarilla e intervención y control de brote de fiebre amarilla, y búsqueda activa comunitaria e institucional de casos probables que presenten los síntomas.
Vacunación contra la fiebre amarilla
De acuerdo con el esquema nacional de Ministerio de Salud, la vacuna contra la fiebre amarilla se aplica desde los 15 meses hasta los 59 años de edad (dosis única). Se recomienda a las personas que van a viajar a las zonas endémicas o que presentan casos se vacunen al menos 10 días antes para garantizar la protección.
No pueden colocarse la vacuna contra la fiebre amarilla los menores de 15 meses, las personas mayores de 60 años, las personas con antecedentes de alergia al huevo, proteínas de pollo o cualquier componente de la vacuna, tampoco las personas con antecedentes de problemas en la glándula Timo o que se la hayan extirpado debido a alguna disfunción, las gestantes o en periodo de lactancia, a menos que ingrese a una localidad de alto riesgo para fiebre amarilla, previa indicación médica.
OPS lanzó alerta epidemiológica en marzo pasado
Ante el aumento de casos humanos de fiebre amarilla en Bolivia, Brasil, Colombia y Perú, la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS / OMS) lanzó, el pasado 26 de marzo, la alerta epidemiológica y pidió a los estados con áreas de riesgo a fortalecer la vigilancia en zonas endémicas y vacunar a las poblaciones en riesgo.
Además, resaltó la necesidad de fortalecer el manejo clínico, con énfasis en la detección y tratamiento oportuno de los casos graves. La OPS/OMS también recomendó disponer de dosis de reserva, de acuerdo con la disponibilidad de vacunas en cada país, para garantizar una respuesta rápida ante posibles brotes.
La OPS remarcó que, en 2024, los casos de fiebre amarilla se registraron principalmente a lo largo de la región amazónica de Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana y Perú. En 2025, sin embargo, los casos se han detectado también en el estado de Sao Paulo, en Brasil, y el departamento de Tolima, en Colombia, regiones que se encuentran fuera de la región amazónica de ambos países.
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Recordó que, en América, el riesgo de brotes de fiebre amarilla es elevado, ya que si bien la inmunización sigue siendo una de las intervenciones de salud pública más eficaces para prevenir esta enfermedad, la mayoría de los casos registrados durante el 2024 no tenían antecedentes de vacunación contra la fiebre amarilla.
Al 24 de abril, cuatro países de las Américas han notificado casos de #FiebreAmarilla en humanos en 2025. La OPS insta a mantener una vigilancia activa.
— PAHO/WHO Emergencies-OPS/OMS Emergencias (@PAHOemergencies) April 25, 2025
Accede la actualización epidemiológica y las principales recomendaciones para autoridades de salud: https://t.co/YjcT8BJwRx pic.twitter.com/KKAScUTdu1
“Es fundamental que los países logren coberturas de vacunación de al menos 95% en las poblaciones de áreas de riesgo, de forma homogénea, y que las autoridades sanitarias aseguren contar con un inventario de reserva estratégica que les permita mantener la vacunación de rutina y, al mismo tiempo, responder de manera efectiva a posibles brotes”, precisó.
En el caso de Perú, señaló que todos los casos tuvieron antecedente de exposición en áreas silvestres y/o boscosas debido a actividades laborales agrícolas y 71,8% de los casos no registran antecedente de vacunación contra fiebre amarilla.
Ecuador exige vacuna contra fiebre amarilla a viajeros provenientes de Bolivia, Brasil, Colombia y Perú
El Gobierno de Ecuador comenzó a exigir, desde el lunes 12 de mayo, el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla a todos los viajeros que lleguen procedentes de Bolivia, Brasil, Colombia y Perú y que hayan permanecido al menos diez días en esos países, una medida que aplica también para los propios ecuatorianos.
La exigencia se aplicará inicialmente a viajeros que lleguen por vía aérea como respuesta a a la “alerta sanitaria regional” que afecta a varios países sudamericanos, donde se han dado brotes de fiebre amarilla, enfermedad transmitida por picaduras de mosquitos. En Ecuador se han reportado hasta el momento seis casos, de los que cuatro acabaron en muerte.
Los pasajeros deberán presentar certificados de que la vacuna se haya aplicado al menos diez días antes del inicio del viaje y se aceptarán vacunas de años anteriores, ya que una sola dosis es suficiente para adquirir inmunidad contra la fiebre amarilla de por vida.
“Existe una alerta en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, donde hay circulación activa de fiebre amarilla. Ante ello, Ecuador ha emitido una alerta sanitaria, y entre las acciones adoptadas se encuentra la exigencia del carné de vacunación internacional”, indicó el viceministro de Gobernanza de la Salud, Juan Sánchez.
El funcionario explicó que la finalidad de la medida es “mantener controlada la propagación del virus en Ecuador” y evitar su expansión a zonas urbanas.
Además, señaló que los ecuatorianos que arriben sin el documento serán derivados a un punto de información para evaluar su situación y, de ser necesario, canalizarlos hacia un centro de vacunación habilitado en el propio aeropuerto.
En el caso de los extranjeros que no acrediten haber recibido la vacuna, Sánchez informó que quedarán bajo custodia de las autoridades migratorias, quienes podrán incluso ordenar su retorno al país de origen.
Colombia declaró, a mediados de abril, una emergencia sanitaria por un brote mortífero de fiebre amarilla que se ha cobrado por ahora 34 vidas. El virus se ha extendido más allá de las zonas habitualmente consideradas de riesgo como la amazónica, el Catatumbo y el Chocó, “lo que lo convierte en una amenaza para más comunidades”.
Desde Estados Unidos, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades elevó a nivel 2 la alerta por ese virus para Sudamérica y recomendó vacunarse a quienes viajen a ciertas partes de Bolivia, Colombia y Perú.
La ONU y la Alianza de Vacunas (Gavi) indicaron que las enfermedades prevenibles con una vacuna, como el sarampión, la meningitis y la fiebre amarilla, están en aumento en un contexto de desinformación y recortes en la ayuda internacional.










