Los últimos hechos ocurridos en el Jorge Chávez han evidenciado, una vez más, las graves deficiencias que arrastra la entidad administradora del cielo peruano: Córpac S.A. Esta empresa, cuyo nuevo director general asumió el cargo hace un mes, es responsable de la infraestructura eléctrica que falló y dejó inoperativo al principal aeropuerto del país. Asimismo, maneja todo el sistema de control y seguridad aérea, además de dirigir varios aeródromos a nivel nacional. Sus acciones son monitoreadas y fiscalizadas por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Sin embargo, desde el 28 de marzo de este año, algo no cuadra en esta ecuación de supervisión, acercándose más a una imagen de superposición de competencias. La disyuntiva se genera con Donald Hildebrando Castillo Gallegos, quien ha sido el director de la DGAC desde diciembre del 2020. Sin embargo, en marzo de este año, también fue incorporado como miembro del directorio de Córpac S.A. Es decir, es parte de la administración de la compañía estatal fiscalizada por la propia institución que lidera.
De hecho, esto lo evidenció en su momento El Comercio, cuando se revelaron problemas con los sistemas de vigilancia aérea. Ahora, el tema volvió a generar interés ante una posible responsabilidad de Córpac sobre los hechos sucedidos este domingo en el Jorge Chávez. Por más que el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, concluyera en tiempo récord que “nadie tiene la responsabilidad”, el Ministerio Público anunció el inicio de la investigación preliminar en contra de la Córpac “por el presunto delito de omisión de funciones”. Además, los hechos han reflejado una preocupante pugna entre la empresa estatal y Lima Airport Partners (LAP) respecto a las obras del nuevo aeropuerto.
La responsabilidad de la DGAC
La Regulación Aeronáutica del Perú determina que “los inspectores de la DGAC tienen acceso irrestricto e ilimitado a las aeronaves, aeródromos, instalaciones de servicios de navegación aérea, hangares, organismos de mantenimiento reconocidos, talleres, plataformas, depósitos de combustible, oficinas de explotadores de servicios aéreos […] para el cumplimiento de sus funciones”. Asimismo, pueden acceder e inspeccionar la documentación de aviación de acuerdo con sus funciones y responsabilidades.
Por otro lado, el Reglamento de Organización y Funciones (ROF) de la DGAC, detalla que tiene la labor de “fiscalizar y ejercer la potestad sancionadora por incumplimiento de las normas y regulación, en servicios de aeronáutica civil, aeronavegación, seguridad operacional y seguridad de la aviación civil, infraestructura aeroportuaria y otras actividades de aeronáutica civil”. Igualmente, participa y supervisa la infraestructura aeroportuaria y los proyectos de rehabilitación y ampliación, como es el caso del nuevo Jorge Chávez.
Para Fuad Khoury, excontralor general de la República, “lo que ha sucedido es responsabilidad de la DGAC por no haber hecho su trabajo”. En entrevista con El Comercio, relató que la DGAC tiene el deber “certificar, entre otras cosas, el mantenimiento de los activos críticos del Estado [respecto a lo que es aeronáutica civil] y asegurarse de que existan planes de contingencia y un mantenimiento adecuado”. Incluso, el excontralor refirió que la DGAC hubiera sido “culpable de cualquier desgracia que haya podido ocurrir”.
“Cuando hablan de que lo ocurrido fue un evento fortuito, justamente para eso existen los planes de contingencia. Si hay un terremoto, tiene que haber un plan de contingencia para que el aeropuerto siga funcionando. Precisamente para los actos fortuitos es que debe haber planes de contingencia. Es preocupante y peligroso tener autoridades como estas”, sostuvo el exfuncionario.
📢 Cuarta Fiscalía Provincial Penal Corporativa del #Callao inició investigación preliminar en contra de CORPAC S.A., por el presunto delito de omisión de funciones, tras la falla registrada en las luces de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. pic.twitter.com/Da5fEZmyXI
— Ministerio Público (@FiscaliaPeru) June 4, 2024
Khoury fue enfático en señalar que esto no se trata únicamente de lo ocurrido este domingo, sino que es un problema que lleva décadas y ha quedado plasmado en la “caótica situación al interior del país”. “Lo que vemos todos los peruanos es que el MTC no funciona ni cumple con sus deberes, nosotros la catalogamos como una de las entidades más corruptas del país”, resaltó. “El ministro es el primer responsable político, operativo y técnico. Esto no debió suceder”, enfatizó el excontralor.
Juez y parte
Para Khoury, la posición de Castillo Gallegos como director de aeronáutica civil y miembro del directorio de Córpac no es compatible. “Dentro de las buenas prácticas de gestión, esto es un enorme conflicto de interés, porque sería juez y parte. El supervisor es miembro del directorio supervisado. Está claro que hay un problema”, dispuso el excontralor.
El Comercio conversó con Carlos Gutiérrez, presidente de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (Aetai), quien recordó que no es la primera vez que un hecho como este sucede. A título personal, opinó que la doble posición de Castillo Gallegos podría tener dos interpretaciones. La mirada positiva sería si esta acción se haya realizado como parte de la representación y seguimiento de funciones de la DGAC en el directorio de Córpac. “Si estoy delegando facultades [a Córpac], lo mínimo es que yo debería ser parte del directorio. Esto podría ser un argumento a favor”, sostuvo el especialista.
Por otro lado, arguyó que esto también podría evaluarse negativamente, al ser la Dirección la entidad que debe fiscalizar y sancionar a Córpac. “Eventualmente, se podría considerar que existe algún conflicto de interés. Finalmente, el director es el mismo que [firmaría] alguna resolución de sanción”. Para Gutiérrez, “hay una mezcla de situaciones que sí justificaría que [Castillo] participe [en ambas entidades], pero tienes esta otra superposición de competencias”. “Esto [podría] ser un eventual impedimento para que no cumpla su función [de supervisión]”, concretó el entrevistado.
De manera similar opinó el abogado especialista en derecho aeronáutico Miguel Mena, quien también recordó que ya se ha registrado una situación similar. En diálogo con El Comercio, explicó que cuando existe un proceso sancionador, este es llevado a cabo por “una junta de investigación de infracciones aeronáuticas, que es autónoma”. Para Mena, “obviamente se podría hablar de un conflicto de intereses, pero es superable”, ya que -según aclaró- Castillo tendría las facultades para distanciarse de la decisión final.
“[La entidad investigada] tiene que emitir sus descargos [a la junta de investigación], con medios probatorios, y luego la junta pone en conocimiento un dictamen. Quien sanciona es el director de aeronáutica civil [la DGAC], pero puede delegar eso a otro funcionario. Tiene la autonomía de inhibirse por ser director [de Córpac] y otro funcionario de la DGAC puede actuar en su representación”, dispuso el letrado.
Niega conflicto
El Comercio conversó con Castillo Gallegos sobre este tema. El funcionario reafirmó que la labor de la Dirección General de Aeronáutica Civil es fiscalizar a Córpac, “pero no la gestiona”. “Dentro de las actividades de fiscalización siempre se envían las advertencias, [que] nosotros le llamamos discrepancias; sin embargo, la gestión per se la ejecuta Córpac”, aclaró. Dicho esto, el representante de la DGAC, quien también lo es de Córpac, dispuso que el problema de esta segunda entidad se centra en la ejecución: “yo puedo fiscalizar y decirles que tienen que pintar la pared. Pero si pasa el tiempo y no la pintan, ya es un tema de la misma gestión”, dijo.
Gutiérrez comentó de forma similar. Según arguyó, “la cuestión con las inversiones de Córpac, el mal estado de las pistas, el estado de los radares y la serie de problemas adicionales nace de una pobre gestión [de la empresa]”. Incluso, el presidente de Aetai criticó que “ni siquiera gastan [en presupuesto]”. “El problema es que tienes una pobre infraestructura porque no hay una inversión suficiente. Ese es un tema de gestión”, recalcó.
De igual forma, Castillo Gallegos confirmó que se han intensificado las labores de fiscalización “para identificar todas las discrepancias, observaciones o cualquier tipo de oportunidad de mejora que […] puedan ser realizadas”. Pero otro aspecto acentuado por el funcionario fue la reestructuración de la empresa aeronáutica, en respuesta a los problemas de gestión. Como lo recordó el vocero, tres de cinco directores han sido cambiados, siendo uno de ellos el nuevo jefe de dicha entidad: José Luis Barrios Espinosa.