Con las llantas hacia arriba, un carro rojo se ahogaba en las turbulentas y turbias aguas del río Chillón, en el lado del distrito de Puente Piedra. En la otra orilla, en la jurisdicción de Comas, decenas de casas habían perdido sus paredes debido al torrente. Unos metros más al este, en la faja marginal del río, quedaban los restos de viviendas que fueron destruidas por completo.
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Si bien ambos Puente Piedra y Comas están expuestos de igual manera a la crecida del río Chillón, la destrucción se ha focalizado esta vez en el segundo distrito. En el asentamiento humano La Esperanza, más de una decena de familias han perdido sus viviendas por completo. Construidas al borde de la ribera, una vez que el caudal incrementó y erosionó los márgenes, las casas cayeron al agua.
“Mi casa estaba cerca al río. Pero bueno, ya de casa no queda nada”, relató a El Comercio Abelinda, una de las vecinas afectadas en La Esperanza. La madre de tres niñas contó que la crecida del río se dio en horas de la madrugada del lunes, por lo que optaron por retirar todos sus muebles y electrodomésticos. Así, los habitantes se refugiaron en espacios más alejados del riesgo, instalándose como si se tratara de campamentos de una población itinerante.
Desde el lunes, los vecinos vieron cómo sus hogares cedían a la fuerza del río Chillón, el cual incluso destruyó el muro de piedra construido para proteger las viviendas. Abelinda indicó que nunca había vivido una situación similar. “Nunca pensé que iba a pasar por esto, tampoco”, mencionó. En su caso, fue el alto costo de alquiler de viviendas y la crisis económica de que se vivió durante la pandemia lo que la obligó a buscar un hogar en este espacio.
“Lo que más necesitamos es que nos reubiquen. Lo que estamos pidiendo nosotros es que nos den un terreno que, poco a poco, podamos pagar para poder cumplir y no estar pasando por la misma situación”, comentó Abelinda, quien horas después llegó al albergue temporal que ha instalado la Municipalidad de Comas a unas cuadras de La Esperanza.
Medidas de emergencia
El general (r) de la Policía Nacional del Perú, Alberto Jordán, gerente de defensa civil y seguridad ciudadana de la Municipalidad de Comas, conversó con El Comercio respecto a las medidas que se están tomando para responder a la crisis que aún no encuentra su fin.
“Hemos hecho [el lunes] un albergue provisional donde estamos poniendo catorce carpas, lavamanos, baños portátiles y donde estamos dando desayuno, almuerzo y cena”, señaló el funcionario. “Hemos calculado unas 80 familias de alto riesgo, que están en la parte [más cerca al río]. A ellos los estamos trayendo, pero el problema es que las personas se aferran a lo suyo. Tiene miedo de perder su [hogar]”, agregó.
Para el vocero de la Municipalidad, la reubicación de los afectados es la única solución viable. Además, hace hincapié en que el Ministerio de Vivienda es la autoridad competente para realizar estas labores. “Esta es consecuencia de las anteriores gestiones que no han cumplido, que han tenido plata, pero no han hecho nada en bien [de los más vulnerables]”.
Invasiones de alto riesgo
La Municipalidad de Comas ha intentado reubicar a los habitantes de La Esperanza anteriormente por el riesgo que representaba vivir a la ribera del río Chillón. A esto se le agrega que se trata de un asentamiento humano no formalizado por el municipio. De hecho, sus habitantes no contaban con acceso a agua ni desagüe.
“Desde el mes pasado hemos realizado campañas para retirarlos, pero la gente no entiende [el riesgo]. Es difícil que lo comprendan”, comentó Jordán. Sin embargo, algunos metros más al oeste, se encuentra otro asentamiento humano conocido como Brisas del Malecón de Chillón. Este lugar, que se constituyó a través de invasiones, recibió una orden de desalojo para las casi 500 familias que habitaban en el 2017, con el fin de evitar su exposición al riesgo.
Casi seis años luego, hasta cinco casas se destruyeron por completo luego de que el río erosionara el sedimento donde se construyeron las viviendas más cercanas al río. Cada minuto, otro hogar perdía de a pocos la estabilidad y cedía al colapso.
Lima Norte en peligro
Frente al desastre que se desarrolla en Comas está la ribera de Puente Piedra, donde los daños han sido mínimos, según indicaron representantes de la Municipalidad del distrito. Incluso, el vehículo que terminó cayendo al río Chillón se encontraba abandonado en una zona de riesgo. En esta comuna, las casas se han construido a varios metros de la orilla.
En Carabayllo, a la altura de Torreblanca, el río Chillón también puso en riesgo a la población. Videos compartidos en redes sociales revelan cómo esta zona ha sido impactada por la crecida del afluente y por huaicos. Usuarios también reportaron graves daños en la localidad de Chocas, en el mismo distrito del cono Norte.
Hasta el cierre de esta nota, quebradas de Ancón, Carabayllo, Chaclacayo, Chosica, Cieneguilla y Punta Hermosa también se activaron por las intensas lluvias.