Con menos de 12 horas en el cargo de Presidente, Manuel Merino afronta protestas ciudadanas en Lima y varias regiones del país que han dejado serias denuncias de agresiones a ciudadanos y miembros de prensa por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP).
MIRA: EN VIVO | 27 personas ya han sido detenidas durante las protestas tras la vacancia de Vizcarra
El Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) denunció que solo en Lima varios periodistas y reporteros gráficos han sido agredidos durante la cobertura de las manifestaciones contra la vacancia de Martín Vizcarra y la investidura de Merino en el máximo cargo del Gobierno.
El gremio de prensa informó que los periodistas han denunciado la presencia de infiltrados en la protesta “con el fin de robar los equipos de prensa”, así como el uso de bombas lacrimógenas y perdigones contra ellos y contra los manifestantes que se concentran en diferentes puntos del Centro Histórico. “IPYS condena esta actitud de la policía que arremete contra la prensa mientras está haciendo su trabajo informativo, que debe desarrollarlo sin restricciones ni actos violentos”, indicaron en un comunicado.
Al menos tres de los reporteros gráficos hostigados por la policía son parte del Grupo El Comercio. Anoche, Renzo Salazar fue agredido cuando cubría la manifestación realizada en la avenida Abancay, cerca de la sede del Congreso de la República, luego de vacancia de Martín Vizcarra. “Me tiraron al piso y me empezaron a jalar de las manos, de los pies, de todo y uno de ellos me jaló la mascarilla. Eso lo hacen para rompérmela y así ya no pueda estar ahí trabajando”, contó a este Diario.
Esta tarde, Hugo Pérez, otro reportero gráfico de El Comercio, resultó con el brazo lesionado tras ser golpeado a varazos por un policía cuando registraba las detenciones a manifestantes. “Estaba agachando haciéndole fotos a un detenido que tenían en el piso cuando un policía me empujó y me caí hacia atrás. Me levanto y otro policía me mete el escudo y me comienza a arrinconar a la pared. Puse el brazo izquierdo y vino otro a meterme dos varazos en el codo”, relató. Pérez irá a una clínica por el intenso dolor e hinchazón que sufrió por la agresión.
El tercer reportero gráfico es César Campos, quien fue jaloneado cuando cubría el uso de bombas lacrimógenas en la Plaza San Martín.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) ha expresado su rechazo al uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional contra los periodistas y fotoperiodistas. “En este tipo de coberturas, el rol de la prensa ers clave para registrar excesos y garantizar el respeto a los derechos humanos de todas las partes involucradas en el ejercicio legítimo del derecho a la protesta”, expresaron en su cuenta de Twitter. Asimismo. la ANP demandó a Inspectoría de la PNP a identificar a los agentes agresores y a establecer protocolos para este tipo de coberturas.
Esta tarde, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) también denunció que Roberto Mesta, secretario general del sindicato de trabajadores audiovisuales, fue detenido a golpes y llevado a la comisaria de Monserrate.
Las manifestaciones se iniciaron ayer y se prolongaron hasta pasada la medianoche luego de que 105 congresistas votaran a favor de vacar a Vizcarra. A las 8 de la mañana se hoy, la protesta se reanudó en la Plaza San Martín, desde donde cientos de personas marcharon hacia la avenida Abancay en un intento por expresar su rechazo a la juramentación de Manuel Merino como nuevo presidente de la República. Precisamente, aproximadamente a las 10 de la mañana, cuando Merino asumía el cargo, se registraron los primeros enfrentamientos con los agentes que trataban de impedir el avance de la manifestación. La policía utilizó bombas lacrimógenas para repeler a los protestantes en jirones como Puno, Lampa, Santa Rosa y la avenida Nicolás de Piérola. Además, se reportaron personas con heridas de perdigones en el cuerpo.
El general PNP Jorge Luis Cayas, jefe de la Región Policial Lima, en entrevista con Latina, informó que 27 personas han sido detenidas durante las protestas. Precisó que fueron llevadas a las comisarías de San Andrés y Monserrate, luego a Seguridad del Estado.