En su totalidad, el códice está formado por más de 1.400 acuarelas. El volumen que se encuentra actualmente en disputa tiene 136.
En su totalidad, el códice está formado por más de 1.400 acuarelas. El volumen que se encuentra actualmente en disputa tiene 136.

Se esperaba lo peor y lo peor sucedió.  El miércoles se realizó en Madrid, en la casa de subastas Alcalá, la puja por uno de los volúmenes del monumental “Códex Trujillo del Perú” o “Códex Martínez Compañón”, importante documento del siglo XVIII que actualmente se encuentra en España.

Como ya había anunciado, el Museo de Arte de Lima (MALI) entró en la puja, a pesar de que unos días antes el Ministerio de Cultura de España había declarado inexportable la obra. Y aunque el MALI, a través de su presidente Juan Carlos Verme, ofreció los 45.000 euros del precio de salida y se convirtió en el único postor, el Gobierno de España hizo efectivo su derecho de compra (o también llamado derecho de tanteo) inmediatamente después, para de esta forma quedarse con la pieza. Es decir, anuló la posibilidad de que el códice retorne a su país de origen.

APROPIACIÓN FORZADA
Para la directora del MALI, Natalia Majluf, el asunto es claro. “El Gobierno Español le ha quitado al Perú una obra que ganó limpiamente en una subasta. Ellos sabían que un museo peruano estaba interesado”, señaló a El Comercio.

La obra en cuestión consta de 136 acuarelas sobre papel verjurado, que retratan diversas escenas del Perú preínca, inca y virreinal. Estas fueron hechas por artistas peruanos anónimos por mandato del español Baltasar Martínez Compañón, obispo de Trujillo durante el Virreinato, a fines del siglo XVIII.

“Esta obra es patrimonio peruano y tiene una importancia clave para el país. No pedíamos que nos regalaran nada, por eso decidimos entrar a la subasta. Pero no nos están dejando competir en igualdad de condiciones, a pesar de que hemos ganado”, agrega Majluf.

A pesar de que la Biblioteca Real de Madrid ya posee nueve de los tomos del códice, este último también podría ser asignado pronto a algún museo o institución de España (se especula que al Museo de América, también en Madrid).

Además de que no es la primera vez que el Gobierno Español pone trabas al Perú para repatriar obras de arte, hechos similares han ocurrido con otros países. Por ejemplo, un pictograma boliviano de mediados del siglo XIX también fue declarado inexportable por el Ministerio de Cultura español.

“Nosotros no vamos a dar por perdido todavía el ‘Códex Trujillo del Perú’ –indica Majluf–. Existe una preocupación de varias personalidades ligadas a museos de toda América Latina y seguramente emitiremos un pronunciamiento en los próximos días”.

Por el momento, la cancillería peruana realiza un seguimiento al caso para ver la posibilidad de que el Gobierno Español reconsidere su decisión. Se espera también que el presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien llegará a Madrid en los próximos días, aborde el tema. El propósito es uno y simple: que una obra peruana vuelva al Perú. Pero parece más complicado de lo que debería.

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