Fuente de vida y principal víctima de la contaminación, el mar ha servido por milenios no solo como sostén de la humanidad, sino también como musa de miles de poemas, libros y obras de arte. Es esta abundante generosidad la que fue aprovechada por las artistas Isabelle Decencière y Mónica Cuba para su muestra bipersonal “Rescate en bajamar”, que utiliza materiales náufragos para crear lúdicas muestras de arte reciclado.
“Nos interesa mucho el darles una segunda utilidad a lo que nos rodea”, indica Mónica Cuba a El Comercio. “Durante la pandemia, salimos a caminar mucho por Barranco y nos percatamos de que muchas cosas que veíamos podían ser reutilizadas para hacer arte.”
Fueron estos paseos las que las llevaron a las playas del distrito, donde encontraron inspiración no solo en el vasto océano, sino también en los regalos que dejaban en sus playas. Y es que, además de los desperdicios dejados por los visitantes, las arenas también ocultaban tesoros en la forma de tablas, troncos y vigas blanqueados por la sal y la marea que escondían, en sus curiosas formas, testimonios de orillas desconocidas.
“Era alucinante ir todas las mañanas para encontrar una enorme cantidad de basura”, recordó Decencière. “La gente va a parrandear en la noche y deja todos sus desperdicios sin tener conciencia de lo que implica. Nosotros íbamos con nuestras bolsas de basura para recoger todo, al menos en esa orillita que visitábamos. Era también nuestra manera de agradecer a la naturaleza por este mar precioso que tenemos”.
El resultado de este trabajo de recolección y esfuerzo artístico de más de un año es una pintoresca y rústica muestra, que sobrepasa la temática náutica de su título para no solo traernos barcos, bergantines, carabelas y arcas, sino también imágenes oníricas y seres fantásticos como ángeles y sirenas. Cabe notar que a pesar de que parten de la misma temática y material de trabajo, cada artista logra impregnar de su personalidad a sus piezas.
En el caso de Isabelle Decencière, relató que para esta muestra utilizó un enfoque más escultórico, recurriendo a técnicas como el collage, la pintura y el tallado. Su acercamiento al trabajo fue como el trabajo de resolver un rompecabezas, donde el juntar palitos y retazos de madera daba forma nueva a la obra.
“En estas piezas comenzaron a aparecer espacios libres donde empecé a colocar animales, dejándolos encapsulados como si se trataran de piezas de una exhibición”, indicó la también escultora. “Al final, el trabajo reflexiona sobre cómo los seres humanos estamos acabando con las especies del mundo y todas van a acabar solo ‘rescatados’ como muestras de un museo.”
Mientras tanto, Mónica Cuba describe su enfoque como más pictórico y basado en el collage, aprovechando las formas y texturas curiosas en que el mar talló la madera para crear piezas en torno no solo a naufragios, sino también de perseverancia frente a las adversidades.
“Yo me imaginaba el origen de estos trozos de madera, así como el viaje que los llevó a nuestras orillas”, resaltó. “Hay pedazos de madera que por su propia forma casi no he tenido que intervenir fuera de un poco de pintura y que solo las he armado para contar historias con mis personajes, quienes son los que sobreviven y salen a flote a pesar de los contratiempos”.
La exposición “Rescate en bajamar” será inaugurada este 7 de septiembre a las 7 p.m. en la galería Dédalo (Jirón Sáenz Peña 295, Barranco). El ingreso es libre.
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