El 3 de junio de 1923, en su domicilio de Barranco, falleció el sabio matemático y polígrafo Federico Villarreal. El Comercio, al dar la dolorosa noticia, escribió: “Ha sido el doctor Villarreal una alta personalidad científica, cuya reputación no se circunscribió al medio en que se creara, sino que, ampliándose en forma continuada, con poder de irradiación de los valores efectivos, pasó los linderos de la patria y conquistó para el maestro desaparecido un positivo renombre en los centros científicos del extranjero. Fallece el doctor Villarreal poco tiempo después de haber merecido del Consejo Universitario de San Marcos el singular honor de ser designado decano honorario de la Facultad de Ciencias Naturales. Durante más de veinte años había desempeñado el doctor Villarreal el decanato de la Facultad nombrada, y al ocurrir el fallecimiento del doctor Javier Prado Ugarteche, cúpole ejercer, interinamente, y en sustitución de este el rectorado de nuestra primera universidad”.
Federico Villarreal vino al mundo el 3 de agosto de 1850 en Túcume, Lambayeque, localidad en la que se encuentran importantes ruinas de la milenaria Cultura Sicán que, con el correr de los siglos, fue absorbida por los chimús y los incas. En esa pequeña población Villarreal realizó sus estudios de primaria y los de secundaria en el Colegio San José de Lambayeque. Ya por entonces destacaba nítidamente por su precocidad y talento. Miembro de una familia de cortos recursos tuvo que trabajar para costear su mantenimiento y estudios. Fue profesor de matemáticas de primaria y secundaria. En 1877 obtuvo el título de profesor de segundo grado y, superando problemas de carácter económico, vino a Lima donde ingresó a la Facultad de Ciencias de la Universidad de San Marcos. Dos años después estalló la guerra con Chile y en 1880 Federico Villarreal se alistó en el Ejército de Reserva con el grado de subteniente de la 6° Compañía del Batallón N° 16. Participó en la batalla de Miraflores el 15 de enero de 1881 y después de ese infortunio decidió continuar en la capital.
En los años tristes y agobiantes de la ocupación, donde las actividades académicas eran casi clandestinas, Federico Villarreal pudo graduarse de doctor en Ciencias Matemáticas el 23 de setiembre de 1881. Fue el primer estudiante que optó dicho grado en el Perú con el calificativo de sobresaliente. En 1882 inició estudios en la Escuela de Ingenieros, logrando los títulos de ingeniero Civil en 1884 y de Minas en 1886. Mientras estudiaba ingeniería trabajó como catedrático adjunto de los cursos
Revisión de Matemáticas, Astronomía, Topografía y Geodesia en la Facultad de Ciencias de San Marcos y de Cálculo Infinitesimal en la Escuela de Ingenieros. Ya había comenzado a publicar sus famosas investigaciones, principalmente de matemáticas, que Cristóbal de Losada y Puga no dudó en calificar “de una magnitud y una trascendencia tales, que caracterizan a su autor como un genio indiscutible”. A lo largo de su vida Villarreal publicó 550 trabajos, todos importantes, tales como “Clasificación de las curvas de tercer orden”, “Elevación de Polinomios”, “Resistencia de Materiales”, “Deformación de las vigas que trabajan a la flexión”, etc.
En otra faceta de su actividad intelectual, este hombre de múltiples saberes como los Humanistas del Renacimiento, se dedicó a estudios de carácter lingüístico en la búsqueda de nexos que vincularan las lenguas quechua, aymara y yunga, dedicando varios artículos a esta última, que era la que habían hablado los pobladores ancestrales de su terruño. Le interesaron igualmente los estudios astronómicos realizados por los incas y el grado de conocimientos al que habían llegado, estudiando particularmente los cometas que surcaron los cielos en tiempos de Huayna Cápac, a los que se le atribuían carácter de mensajes sobre sucesos nunca vistos, que fueron los protagonizados por los conquistadores españoles. Abarcó también el ámbito filosófico, siendo autor de la “Doctrina positivista” (1891), mediante la cual trató de armonizar el pensamiento de Augusto Comte con el del polaco Jozef Wronski. Igualmente dedicó tiempo e importantes sumas de dinero a la difusión del Esperanto.
En lo político, Federico Villarreal perteneció al Partido Civil durante su juventud y más tarde al Liberal. En 1892 fue elegido senador suplente por Lambayeque, asistiendo a las legislaturas de 1894, 1912, 1913 y 1914. Jorge Basadre, evaluando su significado, escribió: “La figura genial de Federico Villarreal dio brillo propio a la ciencia peruana a fines del siglo XIX y comienzos del XX”.
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