Un juez en Estados Unidos emitió este lunes una orden que impide a Penguin Random House, la editorial más grande del país, adquirir a su rival Simon & Schuster, alegando que la fusión violaba las leyes antimonopolio.
La unión de las dos compañías “habría reducido la competencia, disminuido la compensación a los autores, empequeñecido la amplitud, profundidad y diversidad de nuestras historias e ideas y, en últimas, empobrecido nuestra democracia”, escribió el fiscal general asistente de la División Antimonopolio del Departamento de Justicia, Jonathan Kanter, en un comunicado.
La decisión de bloquear la adquisición de Simon & Schuster, que ascendía a un valor de 2.200 millones de dólares, fue anunciada por una corte federal del Distrito de Columbia en un caso presentado por la Justicia estadounidense.
La jueza Florence Pan, quien emitió el fallo, argumentó que los fiscales lograron probar que la fusión afectaría negativamente a la competencia en el mercado por los derechos de publicación de los libros con más ventas anticipadas.
El veredicto llega después de un juicio de 11 días que tuvo lugar en agosto en una corte federal en Washington para examinar una petición de los fiscales para prohibir la fusión, y da un espaldarazo así a los intentos de la Administración Biden por combatir los monopolios.
En la demanda original, presentada en noviembre de 2021, el Departamento de Justicia alegó que Penguin Random House y Simon & Schuster, la cuarta editorial de EE.UU., compiten para comprar manuscritos de autores ofreciendo como adelanto grandes sumas de dinero y otros beneficios, así como contratos favorables para los escritores.
La fusión, indicó el Gobierno estadounidense al presentar la demanda, eliminaría esa competencia, por lo que los autores percibirían un menor estipendio y habría menos libros en el mercado y menor variedad para los lectores.
El caso contra las editoriales se une a una serie de investigaciones antimonopolio iniciadas por el Gobierno de Biden, de la mano también de la Comisión Federal de Mercado de Estados Unidos, contra las grandes compañías tecnológicas como Meta –matriz de Facebook- y Google.