Juan ‘Cotito’ Medrano, la voz del cajón, lanza su nuevo disco "Hechicero"

El maxilar inferior de un burro, libre de residuos orgánicos por acción de las hormigas, genera un crujido emocionante cuando la hilera dental vibra. Con la cajita se recogían los diezmos en la iglesia, por eso despide un sonido de metal. El checo es una calabaza esférica a la que los afroperuanos de Lambayeque supieron extraerle el eco interno, además de ornamentarlo con el mate burilado. El cajón era un objeto usado para embalaje, pero ingeniosamente también le hicieron ‘hablar’. Su sonido a noble madera mohena se ha forjado en mil batallas de rompe y raja.

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Será gracias a la idoneidad de intérpretes como Juan ‘Cotito’ Medrano (Lima, 1961) que el cajón peruano se enriquece y se expande hacia el flamenco, el jazz y la música caribeña. “Las congas, la campana y el bongó vienen con la diáspora africana, pero el cajón, la cajita y la quijada son los instrumentos fundacionales de la música afroperuana”, dice. Hijo de padre chofer y madre poeta, hace 58 años nació en la Maternidad de Lima y, entre las jaranas de Surquillo y las visitas a sus abuelos en Chincha, fue forjando un arte generado en golpeteo, pulsación y tañido que aplicará durante 25 años como percusionista de Susana Baca, los 10 que lleva con Novalima y su andadura como solista, que no cesa.

—Son de cajón—“El cajón representa todo lo que sentimental y artísticamente soy. Es un instrumento que, tal vez por su simpleza, tiene una grandeza inconmensurable. Es un instrumento con el que puedes interpretar cualquier ritmo de aquí y de afuera. Está para los ritmos tradicionales del Perú y para cualquier otra expresión artística. Esa es su grandeza, acunar y ser dúctil para cualquier ritmo. Por eso es nuestro instrumento de bandera para el mundo”, dice Medrano. Por eso grabó antes “Coba coba”, “La voz del cajón” y “Cotito, la conexión”. Por eso acaba de salir de la grabadora con “Hechicero”.

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Que es, esencialmente, un homenaje a Manuel ‘Mangüe’ Vásquez, Eusebio ‘Pititi’ Sirio y Julio ‘Chocolate’ Algendones, la base triangular del cajón peruano. “Ellos son parte de mi formación musical y amical. A ‘Chocolate’ lo admiro desde que era de Perujazz, todo un referente para mi desarrollo. Con ‘Pititi’ enseñamos a tocar cajón, cajita y quijada en la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, y Manuel Vásquez es un maestro generacional que me sigue enseñando cómo se toca cajón y bongó. Cómo es el zapateo y el guapeo, qué es tocar la cuchara. Todos ellos son referentes y hay que visibilizarlos, para eso grabé ‘Hechicero’”, dice.

Producido por Manongo Mujica, el disco abre con “Ritmo de festejo ancestral” y “Festejo de ritmo”, compuesto sónico que crea el clima iniciático para que los danzantes sientan la pureza del ritmo y vayan dando forma a su emoción. Luego aparece “Hechicero”, un tributo directo a Chocolate Algendones. A su personaje espiritual y fundacional. “Hechicero con poder, hechicero con sabor, hechicero con su cajón, ¡Chocolate!”, canta.

Lo mismo que “Homenaje a Mangüe”, fulgurante cajonero peruano cuyos aportes en zapateo, marinera, vals y festejo son visibilizados en 5’39“. Para el ingreso de una cuadrilla de negritos con máscaras, cajitas y quijadas al ”Son de los diablos“, todo un clásico de nuestro folclor.

—Brillo y guapeo—Y si en “Ronda de tondero” homenajea a los danzarines del norte, “Zamacueca” lo será para la figura de Pancho Fierro, retratista de nuestras costumbres. Hasta que llega “Homenaje a Pititi”, sobrios cuatro minutos que estallan en zapateo, guapeo y cajón, exactamente como el intenso personaje al que homenajea. “Lo único que hago es seguir la senda de todos los grandes artistas de todos los tiempos que han aportado a la cultura afroperuana. Todos ellos, junto a Ronaldo Campos y Caitro Soto, merecen ser enaltecidos en toda su magnitud y su grandeza”, dice.

Por su parte, Manongo Mujica, productor de “Hechicero”, explica: “Ante la pregunta de quién era el músico afroperuano que tuviera el talento, el sonido único y la capacidad de armar y dirigir temas específicos para que el ritmo brille con luz propia dentro de composiciones nuevas; la voz del cajón de ‘Cotito’ apareció ante nosotros. Nos reunimos con él y nos pidió tres meses para armar el proyecto”. Y todo indica que este disco terminará siendo el preámbulo de otro que viene preparando con instrumentos percusivos árabes y celtas. Enhorabuena, pues.

EL DATO“Hechicero” forma parte de la colección Perspectivas de la Música Afroperuana, a cargo de Manongo Mujica y Buh Récords.