Sulli de F(x) nunca fue solo una “cara linda” en el mundillo musical del K-pop. Desde su debut, en el 2009, la joven nacida en Gyeongsang, siempre fue una de las más tímidas del grupo. Se escondía de las cámaras, bajaba la mirada y casi no hablaba. Sin embargo, detrás de esa evidente timidez, la cantante surcoreana era una chica desenvuelta y amigable. Se reunía con amigos, bebía y la pasaba bien.
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Lo que le incomodaba, entonces, era la fama, la exposición. Aunque desde muy joven quiso ser cantante, Sulli no se imaginó que su sueño se cumpliría a lo grande. Pasó de ser una completa desconocida a una artista de K-pop que llenaba estadios en Corea y el extranjero. No era fácil de controlar. Las preocupaciones y molestias debían censurarse sin chistar. Permanecer delgada y con una sonrisa contagiosa era la regla; y mostrar su “mejor imagen”, la condición inquebrantable de su éxito.
Esto, indudablemente, fue insostenible y, como en la mayoría de los casos de ‘idols’ surcoreanos, Sulli se ensimismó por completo, sucumbiéndose en una depresión que se acrecentaba con el pasar de los años. Una de esas formas para expresarlo fue la rebeldía. Se cansó de aparentar ser la “chica buena” y quiso demostrar ─y mostrar─ que podía hacer lo que quería.
CONTROVERSIAS
La tranquilidad de Sulli terminó aproximadamente en el 2014, cuando confirmó su relación con el también cantante Choiza, integrante de Dynamic Duo. Aunque iniciar un romance pasa desapercibido para la sociedad occidental, para la cultura asiática ─y sobre todo la coreana─ esto resulta llamativo. Más aún cuando eres un ‘idol’ y, además, tu pareja rompe con tu imagen inocente de “niña adorable".
Choiza era mayor que Sulli por 14 años y llegó a su vida en pleno apogeo de su carrera. Para el 2014, F(x) venía de acumular éxitos ininterrumpidamente con “Pinocchio”, “HOT SUMMER”, “Electric Shock” y “Rum Pum Pum Pum". Incluso, ese mismo año, la ‘girlband’ femenina presentaba su tercer álbum “Red Light”. Era el mejor momento para las “chicas menores” de la gigante S.M. Enterteinment. No obstante, la revelación abrupta de una relación amorosa desvió la atención profesional del grupo a asuntos netamente privados. Esto incomodó a la agencia musical y también a los fans.
“Sulli no le presta la debida atención a F(x). Seguramente, no le importa el bienestar de sus compañeras”, era el pensamiento de algunos fans maliciosos, quienes terminaron por sentar la base de lo que pronto sería la destrucción cibernética que hundió a Sulli. Pero, lejos de arrepentirse, la cantante salió al frente y luchó por su relación. Empezó a publicar fotografías al lado de Choiza, a pesar de recibir comentarios negativos. Sulli emprendía así su lucha solitaria contra los estereotipos de la industria del K-pop. Con este objetivo, las cosas se salieron un poco de control.
En los años sucesivos, la cantante se esforzó por destruir la imagen que su fama le había obligado a mantener. Acontecieron, entonces, las controversias más sonadas de su carrera.
Luego de abandonar definitivamente F(x) en agosto del 2015, Sulli protagonizó una sesión de fotos a cargo del fotógrafo Rotta, en la que se mostraba bajo un concepto de “Lolita”. En prendas menores, Sulli posaba provocativa y pícara frente a la cámara. Dejaba ver su abdomen y sus piernas sin temor y con suma comodidad. Las fotos, claro, causaron controversia rápidamente. Tal es así que ambos protagonistas, Sulli y Rotta, tuvieron que salir al frente a hablar al respecto. Mientras que ella escribió en un post de Instagram ─hoy eliminado─ “Lolita, lolita, no se vayan por la borda. Dejen los insultos en algún lugar más apropiado y sólo vean mi cara bonita en su lugar”, el fotógrafo la dejó sola al confesar que “Sulli me contactó primero a través de las redes sociales y compartió su idea para el rodaje”.
Cuando la tormenta de las fotos “Lolita” se disipaba, Sulli redobló la apuesta y continúo con las insinuaciones sexuales vía redes sociales. Llegó el momento de sus fotografías de la crema de afeitar. En clara alusión sexual, la cantante compartió imágenes suyas con crema de afeitar en la boca, mientras exhibía expresiones, por lo menos, sugerentes. A estas fotografías se sumaron las que se dejaba ver sin ropa interior. A través de Instagram, Sulli compartía instantáneas, en las que era evidente la ausencia de prendas íntimas como el sostén.
Todo iba de menos a más, ya que lo siguiente fue la recordada fiesta que tuvo con amigos en un apartamento. Visiblemente ebria, la exintegrante de F(x) evidenciaba comportamientos extraños e irracionales como simular que estaba embarazada o posar junto a su axila. Ante estas imágenes, los seguidores de la ola K-pop empezaron a creer que Sulli “ya no tenía remedio”. A pesar que, esporádicamente, la veían mantener la compostura en conferencias de prensa o alfombras rojas, era conocido el cuestionado estado de salud de la cantante.
Uno de los últimos escándalos que protagonizó lo hizo en abril de este 2019, cuando, vía Instagram, Sulli transmitió en vivo una cena que compartía con sus amigos. En ella, la bebida estaba nuevamente presente y se hacía notar en su comportamiento. La también actriz lucía la mirada perdida y una postura corporal inestable. Esto dio inicio a otra avalancha de duras críticas contra ella que perjudicaron más su ya lamentable estado de salud.
Durante los últimos meses, Sulli había mantenido un perfil bajo como en sus inicios, compartiendo fotografías agradables a través de sus redes y sin llamar mucho la atención. Atrás habían quedado las controversias que protagonizó, impulsada por un espíritu libre y empoderado. Sentía que ya había perdido la lucha contra el exigente mundo del artista. Su rebeldía no fue suficiente y ella se iba rindiendo poco a poco.
Con tan solo 25 años, Choi Jin Ri ─verdadero nombre de Sulli─ falleció este lunes 14 octubre en lo que parece ser un suicidio. Su nombre se suma a la larga lista de artistas del K-pop que ven en esta decisión el escape perfecto a su tristeza.