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“Buenas personas” en el auditorio del ICPNA: teatro con conciencia social
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Es un callejón, pero también consultorio médico y una mansión de lujo. El escenario de “Buenas personas” está diseñado como una cajonera; compartimentos se abren dependiendo de las necesidades. Es un espacio gris también, como para resaltar la situación anímica de los personajes marcados por carencias, sean materiales o emocionales.
“Es una obra que conozco desde hace mucho tiempo y me parece muy potente. Se dio que estábamos buscando un proyecto para el ICPNA y sentíamos que esta obra reunía las condiciones de lo que necesitamos y queremos contar en estos momentos”, contó a El Comercio Juan Carlos Fisher, director de la obra. Radicado en Madrid desde hace unos años, Fisher visita Lima por trabajo, por temporadas. “Queríamos, a través del humor, hablar del clasismo, de las diferencias sociales”.
Margaret (Jimen Lindo) acaba de perder su empleo en una tienda; madre de una hija adulta con discapacidad severa, entra en contacto con su amor de juventud Mike (Paul Martin), quien es médico y vive en una zona lujosa, y al que le pide trabajo. El encuentro con la familia de este hombre saca a relucir conflictos que llevaban años guardados. Actúan también Milene Vázquez, Gabriela Velásquez, Norka Ramírez y Jorge Guerra.
Escrita por David Lindsay-Abaire, originalmente la obra fue protagonizada en Broadway por Frances McDormand; Fisher está convencido que su protagonista es tan buena como la ganadora del Óscar. “Mi vínculo con Jimena no solamente es porque sea una actriz que admiro profundamente, sino que es una amiga muy querida y cercana con la que hemos hecho muchos proyectos y con quien me siento muy cómodo trabajando”, cuenta el director. En 2024 ambos hicieron “Personas, lugares y cosas”, donde la actriz también fue una mujer superada por los acontecimientos.
“Creo que en esta obra a todos los personajes les suceden cosas que los ponen en riesgo. Todos están tratando de salir adelante en medio de una situación adversa. Eso es lo que me parece potente. El personaje de Jimena tiene un desarrollo más grande, pero siento que eso le sucede a todos y es una de las cosas que me atrajo de hacer este texto”, sostuvo el director.
Para Fisher, todos somos presos del espacio en el que estamos. Mike cree que consiguió todo lo que tiene por su propio esfuerzo, Margaret cree que Mike, a diferencia de otros, la tuvo un poco más fácil por el apoyo de su familia. Y hablando de Mike, el personaje de Paul Martin es el que se lleva el asombro de la audiencia por el cómo se revela sobre el escenario. Es quien se supone se alejó de la violencia, pero que sin embargo terminó internalizándola.
“Con Paul hemos hecho muchas obras y de muchos estilos. Hemos estado en dos musicales juntos, ‘Mamma Mia’ y ‘Pantaleón y las visitadoras’. Tuvimos una experiencia hermosa haciendo “Corazón normal” hace 12 años. Y desde ahí he quedado fascinado no solamente con su talento, sino con su humanidad, con el tipo de persona que es”.
¿Cómo dirige Fisher la violencia? Momentos así golpean al espectador; podría suponerse que ocurre lo mismo con los actores. A él le gusta trabajar con este tipo de escenas por lo mismo que lo llevan a exigirse más. “Disfruto mucho hacerlas [este tipo de escenas] y para mí es más importante generar un ambiente de trabajo feliz, divertido, relajado y donde haya mucha confianza. Me era muy importante que los actores se tengan mucha confianza y que no se sientan cohibidos cuando digo que necesito más violencia”. El resultado de este trabajo ya está sobre las tablas.
Dirigida por Juan Carlos Fisher. Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher.
Auditorio ICPNA Miraflores, avenida Angamos Oeste 120
De jueves a sábado, 8:00 p. m.; domingos, 7:00 p. m. Hasta el 23 de noviembre.
Entradas a la venta en Joinnus y en la boletería del teatro.











