Eduardo Adrianzén es un experto en melodramas. Por ello, el guionista de “El último bastión” resulta una de las voces más autorizadas para describir la tragedia producida por la pandemia en el campo de las artes escénicas. “Es un enemigo inesperado e inédito, porque tiene una característica que lo hace único y más triste aún: es algo que le ha pasado a todos”, explica. En efecto, para el escritor limeño, previamente todos los dramas de su gremio escénico tenían que ver siempre con los problemas y precariedades del país. Esta vez, sin embargo, desde el 15 de marzo de 2020, la peste nos igualó a todos en el mundo, con salas cerradas desde Broadway en Nueva York hasta la avenida Corrientes en Buenos Aires “Con ello, se perdió toda esperanza de que esto pudiera arreglarse pronto. Nuestro mundo había desaparecido”, lamenta.
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Empero, la esperanza de volver permanece. Y una muestra de ello es la apertura (aún virtual) del Cine teatro club Irracional, tras dos años de trabajos de refacción en el teatro Racional de Barranco, creado por Adrianzén en 2008 y recordado por su audaz programación dentro el circuito escénico alternativo. Pero una década más tarde, abandonó el proyecto y pensó incluso en vender el local. Fue entonces que apareció un concurso del Ministerio de Cultura para fomentar la creación de nuevos cine clubes, y uno de los requisitos para postular a este fondo económico era contar con un local apropiado. María Luisa Adrianzén, hermana del dramaturgo, y el crítico y profesor de cine Emilio Bustamante, ambos gestores del proyecto, le animaron a participar. Y ganaron.
Así, lo que era el teatro Racional, más parecido a un rudo bar de barrio, se ha convertido en una impecable sala de cine capaz de albergar también pequeños montajes de teatro. Otro premio del MINCUL, destinado a sostener los espacios culturales cerrados desde la emergencia sanitaria, les ha permitido financiar su plataforma web y una programación virtual de películas peruanas. Asimismo, grabar en su escenario obras de teatro y lanzarlas en formato virtual.
Así, desde este fin de semana se anuncian las películas peruanas “El abuelo” (2017) de Gustavo Saavedra, y “Casos Complejos” (2018) de Omar Forero, filmes ambos poco vistos en Lima. “El objetivo de este cine teatro club es tener muchas películas regionales, que no han tenido acceso en salas de cine, igualmente películas locales que solo han circulado en festivales y latinoamericanas que resulta muy difícil encontrar en la cartelera” explica Adrianzén.
En cuanto a funciones de teatro, a partir del 9 de julio se ha planificado tres funciones virtuales los fines de semana, con espectáculos pequeños para tres actores como máximo, de media hora cada uno, a partir de las 9 y 30 de la noche. “Magia”, obra de Adrianzén protagonizada por Alonso Cano y Daniel Cano será el primer estreno. El resto de las actividades estarán dedicadas al cine y a talleres y cursos.
COMO LAS PELÍCULAS DE DESASTRE
Como buen contador de historias, Eduardo Adrianzén sabe bien cómo funcionan las películas del género de desastre. Por ello nos animamos a preguntarle qué sucede cuando un conflicto como el producido por una pandemia le ocurre a todos los personajes. ¿Cómo sobrevivir? Y si algo nos han enseñado clásicos filmes como “Terremoto” o “Incendio en la torre”, es la necesaria aparición de personajes que, de alguna manera, lideren al resto para guiarlos entre la confusión y la angustia. “Según veo, lo que ha agravado el asunto en el Perú es que no encontramos personas dentro del gremio que pudiesen conducir o canalizar esa angustia”, reflexiona el escritor.
Nos hace falta un Charlton Heston, protagonista de buena parte de las películas de desastre…
Exacto. Ese héroe que cuando ocurre el desastre representa a quien nos pueda salvar del caos. Aquí, en las artes escénicas, no hemos tenido figuras que nos digan qué hay que hacer para mantenernos a flote. Todos hemos estado fregados. Incluso los compañeros que manejan salas grandes, que producen los espectáculos más grandes, se ven más perjudicados que los alternativos, acostumbrados a vivir con 20 o 30 personas en la platea. Lo que hemos vivido es el hundimiento del Titanic, y todos hemos intentado buscar nuestra puerta para mantenernos a flote. El Ministerio de Cultura trató de ser un faro con sus ayudas económicas, y ayudó a muchos creadores. Pero sigue resultando una pequeña parte con relación al universo de las artes escénicas.
En las redes sueles escribir con una vocación de “palomilla de ventana”, jugando con el humor negro. Pero ese pesimismo en tus textos lo contradices con acciones como es crear este Cine teatro. ¿Porqué, pese a todo, seguir apostando por el teatro?
La convicción es cuestión de personas y de crianza, supongo. Eso me ha hecho pensar que nunca ha existido lo óptimo. Vivimos en un país donde la cultura es un bien suntuario. En ningún trabajo que haya tenido he conocido lo óptimo, ni en la televisión, ni en el teatro. Siempre he trabajado con lo que hay, con lo que puedo conseguir. Se trata de insistir. Si en el Perú quieres trabajar en Cultura, estás obligado a ser un tren para los demás. Mi hermana y yo tenemos una necesidad de no quedarnos quietos. Odiamos estar esperando que alguien nos llame. Por eso proponemos nosotros. Algo que le cuesta a mucha gente, sean escritores, actores, músicos o pintores, es entender que en el Perú no existen los buscadores de talento. A nadie le interesa salir a buscarte: la gente sale adelante es aquella que se las busca, que insiste, que joroba y se mete. Esa mentalidad de productor de ti mismo es importantísimo.
¿Utilizando la imagen del “Titanic” que comentabas, el Cine Teatro Club Irracional es tu bote salvavidas?
Es solo una puertita, quizás más grande que la que usó Kate Winslet, lo suficiente como para que suba también Leonardo di Caprio. Este Cine Teatro iba a reabrir el 20 de abril del año 2020, luego se pospuso a febrero de este año. ¡Es muy frustrante para todos los que insistimos en la necesidad del ritual teatral o del cine, sostener un proyecto cultural! Si apostamos a lo virtual a partir de ahora en parte es por la exigencia del Ministerio de Cultura. Pero la virtualidad se combinará luego con lo presencial. Tenemos esperanza de que, lentamente, iremos regresando a lo presencial este año.
¿Cómo pensar el futuro desde esta nueva sala, cuando sientes que, allá afuera, el país parece caerse a pedazos?
El Perú llegó a un punto de ebullición en que todo ha reventado. Estaba sostenido como las viejas casonas, con palitos, y la peste vino a derrumbarlo todo. Lo que está pasando tiene que ver con que hay una pandemia, con 190 mil muertos, crisis económica, y nada de lo que hoy sucede puede leerse sin ese contexto. Lo único que te queda es pensar que ya pasará. Yo sigo las palabras de la actriz Sonia Seminario. Ella, que ha visto tanto, te dice: “siempre es difícil, siempre parece que todo está al límite, pero, de alguna manera, lo superamos y aquí estamos”. Y lo sabrá ella, que a los 83 años ha pasado de todo. Yo trato de creer en eso y aferrarme a esa tabla.
Sepa más
Plataforma web de Cine teatro club Irracional: www.irracional.pe
Dirección: Av. Balta 170, Barranco.
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