Fernando Signorini, fue el preparador físico que acompañó a Diego Maradona a lo largo de su carrera, deja en claro que no está de acuerdo con la participación del Mundial. En conversación con El Comercio da su punto de vista y explica las razones por las cuales no ve el torneo. Asimismo, defiende a Lionel Messi de las críticas y señala que si no gana el Mundial, no es un fracaso.
—En abril comentó que esta selección argentina no le emocionaba, ¿ha cambiado de opinión con la participación de Argentina en el Mundial?
No, ante todo, porque este Mundial, no me interesa para nada. Así que prácticamente no he mirado ningún partido, porque es una vergüenza. La gente está toda atontada por un Mundial que tiene 6500 víctimas fatales, corrupción, en un país que está dominado por una dictadura que no respeta los derechos humanos, descalifica a la mujer y frente a eso, yo no quiero ser otro cordero de rebaño. Después de haber estupidizado al extremo que nadie es capaz de reaccionar de eso, llenan las canchas y festejan, ¿qué festejan, la muerte? Yo no sé la gente, por eso no me interesa el Mundial. Es así de sencillo, pero es mi opinión.
—El fútbol ha perdido su significado en este mundial entonces...
Pero tú también te habrás dado cuenta, no es necesario que yo te lo diga. Si tú sabes un mínimo de las cosas que han pasado para que el Mundial se realice en Qatar, las cosas que pasaron, no hace falta que te diga nada. Es un tema de sentido común y sentimiento que tenemos que tener por el deporte. Si el deporte no sirve para humanizar, entonces, ¿para qué sirve? Para ser una bestia.
—Usted dijo hace unos meses que en este Qatar 2022 no veríamos a la mejor versión de Messi, pero ya lleva tres goles, dos de ellos decisivos ante México y Australia en octavos. Y además ha tenido destellos de ese Messi velocísimo que apilaba rivales. ¿Ha superado sus expectativas?
El mejor Messi fue cuando estaba en el Barcelona de Guardiola, porque jugaba en un equipo con demasiadas estrellas y entrenaba todos los días con ellos. Pero ahora es totalmente distinto, ya tiene 35 años. ¡De ninguna manera! Ahora es la mejor versión de lo que puede ser, pero no de lo que fue, sin ninguna duda. Le pasó a Pele, a Maradona, a todos nos pasa en mayor o menor medida en la vida.
—¿Hay algunas coincidencias entre el Diego de Estados Unidos 94 y el Messi de Qatar 2022? En cuanto al rol de líder que guía a Argentina a ganar el Mundial...
Tampoco se trata de apuntar a eso, porque le tenemos que pedir a Messi que gane. Yo no le pido nada a nadie. Todo el mundo le pide eso, lo único que les pido es que den absolutamente todo por hacer las cosas de la mejor manera. Después si no le salen, el fútbol es como la vida: a veces haces todo bien y te sale mal. Eso de que tenga que ganar, ¿qué va a cambiar? Únicamente para la estupidez de muchos, que antes de ganar la Copa América lo trataban de pecho frío, que no sentía la camiseta, que no cantaba el himno. Además si trae la Copa del Mundo, no se la van a dar, ya que la Copa va a estar en la vitrina. Por eso hay tanto infantilismo. A mí me extraña que el fútbol esté sirviendo para que la gente se mantenga en un estado de adolescencia del que no quiere salir.
—Entonces, si en caso, Messi no llega a la final de la Copa del Mundo, ¿no tendrían porque apabullarlo o criticarlo?
¿Quién le va a exigir? Yo quisiera saber que aquellos que le exigen a Messi, que agarren una pelota y traten de hacer algo o que traten de tener perfección en las cosas que hacen a diario. Leo no tiene que dar explicaciones a nadie, él va a hacer todo lo que pueda y si le sale mejor y si no le sale, gracias, lo hiciste todo y no tienes que darle importancia a lo que dice la gente.
—¿Cree que sea el último Mundial de Messi?
Dani Alves creo que está jugando con 39 y la verdad que no habría problema, pero es como dices tú, la decisión es de él. No va a ser el mismo, sin embargo, es grato verlo aunque sea jugar cinco minutos, porque es de los pocos artistas que queda dentro de una cancha de fútbol.
—¿Qué le generan los nuevos nombres de la selección, como Enzo Fernández?
Argentina históricamente es una productora de talentos. Cada vez hay menos, porque el hábito ya ha cambiado, no es lo mismo. Ahora los chicos juegan más con el PlayStation que con la pelota, por el tema de seguridad. La sociedad es más competitiva y se tiene que preparar de otra manera, no pueden invertir tanto tiempo en estar jugando sin ningún tipo de responsabilidad. Los padres también presionan, ha cambiado la sociedad y los hábitos culturales, pero cada tanto sale algún talento y, cuando sale, la billetera de los jeques se los lleva al destino más exótico.
—Priorizan el dinero más que ir a un equipo importante...
Yo creo que los jugadores lo hacen para ganar la mayor cantidad de dinero posible, pues son profesionales. Si ese es el juego del capitalismo, ellos están en ese sistema. Es una lástima que nadie se ocupe de ayudarlos a terminar a que se formen como el mejor ciudadano posible, porque mañana más tarde no tienen vida espiritual . No se van a conformar con la cuenta del banco para pasarla bien.
—Argentina versus Holanda, ¿Cómo analiza el partido?
En eso no entro, sino me transformo en uno de esos del café. Eso me lo reservo para mí. Para eso, me hubiera dedicado a ser técnico de la selección. Pero, ¿quién soy yo para ver quién tiene que jugar? Yo no estoy con los jugadores, no los elijo. Ojalá que Scaloni tenga suerte de elegir a los mejores y más allá del resultado que sean capaces de darlo todo. Si pierden, bueno, lo dieron todo. De eso se trata, el fútbol muchas veces: juegas bonito y terminas perdiendo.
—Hoy se ve selecciones que trabajan más el tema físico para emparejar carencias tácticas y técnicas, ¿usted piensa lo mismo?
En el fútbol el tema físico es absolutamente relativo. El problema es poder jugar bien, porque cuando juegas bien y la pelota es tuya, quien corre es el rival. Hay una falsa idea de eso, que viene de tiempos inmemoriales. Si el fútbol fuera físico, ¿por qué no ponen a jugar a un maratonista? A Usain Bolt lo pusieron en Inglaterra y lo sacaron a patadas, porque a pesar de ser velocista llegaba tarde a las jugadas, ya que no sabía jugar. Entonces, el fútbol es otra cosa, el que está adentro lo sabe perfectamente. El tema físico, sobre todo en los grandes eventos, no define nada, porque todos son profesionales, entrenan de la mejor manera, y generalmente se alimentan también y descansan. El engaño o que en una jugada alguien pueda superarte porque saltó más o mejor, es otra cosa. Eso no es atletismo, es fútbol.
—Usted trabajó con Christian Cueva, ¿qué recuerda de él?
Un chico fantástico, un jugador maravilloso. Aquellos que lo critican, yo quisiera saber qué hacen en su vida, porque todo el mundo parece que es experto en criticar los problemas de los demás y no sé lo que hacen ellos. ¿Por qué no le reclaman a los políticos que tienen a los pueblos sumidos en las condiciones en las que están? ¿Acaso Christian salió de Harvard? No salió de ahí como Diego Maradona, salen de barrios. Cuando son figuras todo el mundo sale a hablar de ellos para bien o para mal, pero que lo respeten y hagan su vida. Si comete un error hay que ayudarlo y si lo repite habrá que tomar una sanción, pero es fácil ante el primer error salir a criticarlo. Entonces, no aprendimos nada de la vida.
—¿Alguna anécdota que recuerde con Christian Cueva?
De haber compartido momentos que él me contaba de su vida, porque a mí me interesa saber de dónde viene, conocer acerca de su familia, gustos, proyectos, como hago con todos los jugadores. Además, no tuve mucho tiempo, porque a él lo vendieron y se fue de San Martín. Al perderlo a él, perdimos a la carta más importante porque sin duda era el mejor jugador. Por eso se lo llevaron.