El británico Oli London (a la izquierda) se sometió a una treintena de cirugías plásticas en su intento por parecerse al cantante surcoreano Jimin (a la derecha).
El británico Oli London (a la izquierda) se sometió a una treintena de cirugías plásticas en su intento por parecerse al cantante surcoreano Jimin (a la derecha).
/ Instagram: @londonoli / @j.m
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Tras tomar un espacio de reflexión personal, Oli London pidió disculpas a toda la comunidad asiática, incluido a Jimin, un famoso cantante del grupo de (interpretes de éxitos como ‘Dynamite’ y ‘Butter’) . El hombre intentó parecerse a su ídolo musical, lo cual le costó 32 cirugías plásticas y un centenar de críticas, pues lo acusaron de racismo y apropiación cultural.

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La larga lista de intervenciones agrupó modificación de cara, nariz, ojos -para tenerlos rasgados-, dientes y más. Hasta dijo que consideraba someterse a una cirugía de reducción de sus genitales, porque en Corea el miembro viril tenía un tamaño inferior.

“Me trollean todo el tiempo. La gente dice: ‘Oh, no puedes ser coreano. No eres 100 por ciento coreano’, y yo solo quiero ser 100 por ciento coreano. Con la reducción, seré un coreano promedio”, sostuvo meses atrás para el medio ‘Newsweek’.

En promedio, gastó unos 250 mil dólares (más de mil millones de pesos colombianos, pero todo se fue al piso cuando fue objeto de odio en redes sociales.

La ‘transformación coreana’

Ante la baja autoestima, el británico inició un camino para encontrarse en 2014. Según dijo, el amor lo halló en el coreano Jimin, por lo que buscó “acomodar su ser en esa persona, ya que pensaba que lo haría feliz”.

“He luchado por mi identidad. Desde que era un adolescente he sido víctima de matoneo constante por mi apariencia. La gente me ha llamado como un animal -un cerdo o un elefante- por el tamaño de mi nariz. Hasta me han dicho ‘Shrek’”, relató en un video publicado en YouTube.

Su deseo de lucir como la estrella musical se volvió tan obsesivo que las cirugías se alejaron mucho de su propósito: “Me miraba al espejo y lloraba”. Con unos cambios radicales, también se hizo identificar como no binario. Además, era común verlo en medios de comunicación defendiendo su estado.

“Todos tenemos derecho a elegir cómo nos identificamos y elegir quiénes queremos ser. Soy coreano y la gente debe aceptarlo”, sentenció en su momento en una entrevista con un canal local.

654 mil seguidores en Instagram, más de un millón en TikTok y unos 60 mil suscriptores en YouTube fueron testigos de su inmersión: decidió cantar k-pop, grabar coreografías de BTS y hasta dar entrevistas como Jimin.

Pero la confusión persistía. En un video denominado ‘Siendo coreano’, publicado durante 2021, aceptó que todavía no sabía cómo identificarse; prefería que lo llamaran por el pronombre ‘ellos’ y que lo consideran originario de Corea del Sur.

Sin embargo, hubo un video de junio del año pasado que le generó gran malestar a un sector de los fanáticos del k-pop. Salía en una camilla, luego de retocarse una vez más la cara, hablaba coreano y se mostraba feliz porque al fin había llegado a su transformación total. “Soy finalmente coreano”, repetía.

Lo que más llamó la atención de su aparición fue que, al tiempo, se identificó como ‘transracial’, un término que no tiene un significado definido, pero que hace referencia a la persona que se considera de otra raza. Eso motivó el odio de varios internautas, quienes llenaron sus redes de amenazas de muerte.

“Estuve en Beverly Hills, Estados Unidos, no salí de mi hotel durante una semana, porque el abuso fue muy, muy malo. Tenía tantos mensajes que decían: ‘Sabemos exactamente dónde te estás quedando, vamos a dispararte’”, reveló al medio ‘Newsweek’.

‘Fue un error’

Por el acoso cibernético, entró a terapias psicológicas. Durante su proceso para sanar encontró el amor: se casó y decidió dar un giro en su vida.

“Quiero ser una mejor persona. Quiero pedirle disculpas a la comunidad asiática y a Jinni -no sabes cuánto te amo-. (…) Ahora estoy siendo feliz, positivo y seguro. Lo siento por mis acciones pasadas, me identifico como coreano -eso no cambiará-, pero quiero pedirle disculpas a cada miembro de la comunidad asiática que me mal entendió y vio mi obsesión con Jimin”.

Así, ratificó su amor por el país y la cultura. Aunque ya no tenga el objetivo de ser el cantante, dijo, seguirá difundiendo el k-pop porque es lo que realmente le da felicidad. “Quiero hacer a la gente sonreír”, concluyó.

Por: “El Tiempo”, de Colombia / GDA

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