
Ha pasado una semana desde el desafortunado lanzamiento y desplome de $LIBRA, una criptomoneda promocionada por Javier Milei, presidente de Argentina, que terminó convirtiéndose en una estafa de escala global. Según la consultora Nansen, un 86% de los que invirtieron en el criptoactivo sufrieron pérdidas millonarias, que se estiman en cerca de US$250 millones, mientras que un pequeño número de inversores, que sostenían la mayor cantidad de posiciones de dicho activo, amasaron ganancias por hasta US$180 millones.
Este caso, denominado ‘criptogate’, no solo ha implicado investigaciones contra Milei y los creadores del proyecto en cuestión, sino también discusiones sobre el vasto ecosistema digital en el que estos activos financieros, cada vez más atractivos, operan en la actualidad.
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—El ABC de los criptoactivos—
Aunque el apoyo de Milei fue clave para el rápido entusiasmo que generó $LIBRA entre diversos internautas que buscaban dónde invertir su dinero, es importante tener en cuenta que ello ocurrió en medio de un acelerado crecimiento de la tenencia de criptoactivos a nivel global: según información recogida por la plataforma Statista, la cantidad de usuarios que poseen por lo menos un criptoactivo en todo el mundo pasó de cinco millones en el 2016 a 653 millones al cierre del 2024, y podría llegar hasta 750 millones de usuarios al cierre de este año en el escenario más conservador.
“El crecimiento de los criptoactivos en los últimos años es una evolución natural de la tecnología y los mercados financieros”, señala Alex Zúñiga, docente de la Universidad de Lima y cofundador de Tranzfer.me. “Hoy vemos cómo grandes empresas, instituciones y hasta países están adoptando Bitcoin y otros activos digitales de manera estructurada, lo que demuestra que la confianza en la tecnología sigue en crecimiento, más allá de la volatilidad del mercado”, añade.
Bitcoin, de hecho, destaca significativamente frente a otras criptomonedas por su valorización y por su mayor adopción, aunque continúa estando sujeta a mucha volatilidad que suele espantar a más de un inversionista.
Enrique Castellanos, profesor de Finanzas de la Universidad del Pacífico, resalta también que el ecosistema de criptoactivos no existiría sin el desarrollo de la tecnología conocida como ‘blockchain’. En palabras de Castellanos, el ‘blockchain’ ha apuntado, sobre todo, a generar un sistema de contabilidad descentralizado, asegurando que los activos no dependan de una sola institución o un banco central, y permitiendo la generación de diversos instrumentos de manera distribuida y diversa. Es gracias a esta tecnología que se sostienen las criptomonedas convencionales y de mayor adopción, como Bitcoin y Ethereum, pero también otros activos de mayor riesgo, como los ‘memecoins’, ‘stablecoins’, entre otros.

“Aunque el ‘blockchain’ ha demostrado ser una tecnología prometedora y en constante evolución, su historia no está exenta de desafíos. En estos 15 años de su existencia, ha habido casos de fraudes, estafas y fluctuaciones extremas en el valor de las criptomonedas. Sin embargo, escándalos como el de $LIBRA u otros que puedan surgir no parecen afectar de manera definitiva la confianza en esta tecnología”, detalla Castellanos.
Si abordamos el caso de $LIBRA, la token lanzada entre bombos y platillos con el presunto objetivo de apoyar a pequeñas empresas de origen argentino, es clave también mencionar aspectos que marcan distancia entre esta criptomoneda con otros productos cripto; entre los cuales encontramos, incluso, algunas memecoin. Federico Ogue, CEO de Buenbit, destaca, por ejemplo, que la plataforma que lidera listó rápidamente la memecoin de colección lanzada por el presidente estadounidense Donald Trump ($TRUMP), porque pasó todos los filtros de verificación de tokens que permiten garantizar la seguridad de sus usuarios. “La token de Milei no pasaba ninguno de nuestros filtros. Por eso no la listamos”, apunta.
“El 80% del circulante de $LIBRA estaba en manos de cuatro o cinco billeteras sin ningún tipo de bloqueo. En cualquier momento, el 80% de las monedas se podían vender en un segundo; eso es lo que ocurrió. No estaba clara tampoco su naturaleza. No se explicaba nada sobre la token en su web, y eso nos generó mucha alerta. Si se presenta así, como un proyecto para emprendedores, te da la sensación de que es un engaño”, explica Ogue.
De hecho, la Justicia argentina inició una investigación contra Javier Milei este último viernes, tras la estafa de la criptomoneda $LIBRA. Se incluye en la misma pesquisa a otros empresarios que participaron en su creación y lanzamiento.

—Descentralización y riesgos—
Si bien la propia naturaleza de los criptoactivos es de un sistema que busca evitar “la intervención estatal”, ofreciendo una alternativa descentralizada al sistema financiero tradicional, Castellanos agrega que ello no minimiza la necesidad de marco regulatorio, aunque considera que esto no debe limitar la capacidad de creación de la que hoy goza este sector.
“Uno de los principales desafíos es el riesgo de lavado de dinero y financiamiento ilícito, ya que las criptomonedas pueden ser utilizadas para movilizar fondos de manera anónima y sin restricciones. Por ello, bancos y reguladores deben prestar especial atención a este mercado, en lugar de ignorarlo o asumir que desaparecerá”, remarca el economista.
Zúñiga coincide en que la regulación de las cripto se encuentran en un ámbito complejo y de mucho debate, pues se requiere un equilibrio entre la protección a los usuarios de casos que pueden desencadenar estafas, como ocurrió con $LIBRA, y la innovación que caracteriza a dicho rubro. “Es necesario regular ciertos aspectos del ecosistema para evitar fraudes y lavado de dinero, pero sin imponer restricciones que limiten el crecimiento de la industria o centralicen un mercado que nació con la idea de ser descentralizado”, enfatiza.
Ambos especialistas también resaltan que, si uno planea invertir en criptomonedas, es necesario asumir dos escenarios altamente probables a raíz de la volatilidad: así como se puede ganar mucho dinero de forma rápida, también se corre el riesgo de perder cantidades significativas o la totalidad de una inversión. “Personalmente, no sugeriría destinar más del 1% de su patrimonio a este tipo de activos”, comenta Castellanos.
—En la mira del poder—
Aunque el de Milei fue un caso desafortunado, diversos líderes políticos han mostrado afinidad hacia los criptoactivos; apostando a una mayor adopción en un mediano y largo plazo. A inicios de su gobierno, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para promover el avance de las criptomonedas en Estados Unidos y trabajar en el desarrollo de una reserva nacional de criptomonedas.
Trump ya había planteado desde su campaña electoral que su gobierno compraría bitcoin con el fin de establecer una reserva estratégica, una medida que, según los expertos, sería un gran impulso para el valor de la moneda.

“Me parece perfecto que los países estén pensando en tener criptomonedas en sus reservas, pero no todas las cripto son seguras. Bitcoin se está posicionado como un activo de reserva de valor, aunque es muy volátil, pero está diseñado como el oro digital. Es lo que viene en el futuro. EE.UU. está en la posibilidad de ser el primero en tomar la decisión de apostar por los criptoactivos. Y si lo hacen, los demás países también lo harán. Por eso estamos optimistas con el precio de las cripto este año”, puntualiza Ogue.







