Una mujer indonesia de 54 años desapareció el viernes pasado mientras recolectaba caucho en una plantación en la provincia de Jambi, en Indonesia. Tras dos días de intensa búsqueda por parte de las autoridades, fue hallada, pero no de la manera que esperaban: yacía muerta dentro del estómago de una serpiente de seis metros.
Todo comenzó cuando Jahrah, como fue identificada la víctima, decidió visitar el viernes uno de los bosques cercanos del pequeño pueblo para realizar, lo que según varios testigos dijeron al diario ‘Daily Mail’, una actividad habitual en ella, extraer caucho de los árboles ficus elástica que crecen en la zona.
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Sus familiares, por supuesto, se alertaron cuando notaron que la mujer no regresó a casa ese día, por lo que, preocupados, decidieron acudir a los servicios de emergencia quienes, de inmediato, comenzaron una búsqueda exhaustiva de la desaparecida en zonas boscosas cercanas.
De acuerdo con el canal de televisión estadounidense ‘CNN’, el jefe de policía de Betara Jambi, AKP Herafa, dijo que el esposo de la víctima había registrado el área en busca de algún rastro de la mujer; sin embargo, lo único que encontró fueron sus sandalias, un pañuelo para la cabeza, una chaqueta y un cuchillo.
La respuesta definitiva a todas las preguntas, finalmente, llegó cuando el domingo por la mañana, las autoridades locales se toparon con una pitón de seis metros de largo que, entre otras cosas, llevaba un gran bulto en el estómago.
Resultó ser que el prominente tamaño de la serpiente tenía nombre: Jahrah, una de las abuelas del pueblo, quien había sido devorada por el reptil. De acuerdo con los aldeanos, la serpiente podría haberla mordido y, después, envolverla hasta asfixiarla.
“Los residentes mataron a la serpiente y diseccionaron el contenido de su estómago. Todos estaban asombrados. Resultó que la mujer que buscábamos estaba en el estómago de la serpiente”, contó Anto, jefe de la aldea local donde vivía Jahrah, al medio ‘ViralPress’.
Al parecer los aldeanos están preocupados de que haya serpientes más grandes en el bosque pues, según el líder de la aldea, dos cabras también fueron devoradas.
Aunque insólito, este no es el único caso de este tipo que se ha presentado a lo largo de los últimos años. En marzo de 2017, Akbar Salubiro fue extraído del estómago de una pitón después de ser comido vivo en la isla de West Sulawesi, provincia perteneciente a la República de Indonesia.
Pitones reticuladas: habitantes de Indonesia
De acuerdo con el periódico británico ‘The Mirror’, Indonesia posee una enorme cantidad de pitones reticuladas, como la que se comió a Jahrah, a lo largo y ancho de sus territorios.
No obstante, a diferencia de lo que muchos podrían llegar a pensar, viven en zonas boscosas y se alimentan de animales salvajes; razón por la cual, sus ataques son raros y horripilantes a la vista de los habitantes.
“Normalmente, las serpientes se alimentan de mamíferos (de hasta el tamaño de un ciervo) y aves, pero también han sido documentadas devorando presas más peligrosas, como aligátores”, señaló ‘National Geographic’ y, entre otras cosas, afirmó que la explotación de su hábitat por parte de los humanos podría ser la causante de que sus ataques vayan en aumento.