Victorina Morales, una ciudadana de Guatemala que estuvo trabajando durante varios años para un club de golf de Donald Trump y que tras ser despedida denunció públicamente que inmigrantes indocumentados fueron contratados por la organización del presidente, enfrenta un duro proceso de deportación.
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Según “The Washington Post” y “Univisión”, el abogado de Victorina Morales, Aníbal Romero, dijo que hace un tiempo se solicitó asilo para su patrocinada ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.
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Entre los argumentos para lograr la petición se dijo que la violencia se había incrementado en Guatemala y que Morales se convirtió en un objetivo mayor tras sus denuncias.
Sin embargo, las autoridades rechazaron sus argumentos porque la gestión se hizo demasiado tarde, según una carta que fue citada por “The Washington Post”. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos sostiene que esto se debe presentar antes de haber pasado un año de la llegada al país.
Morales no realizó esa petición y ha permanecido sin documentos legales durante 19 años. Luego de que sus denuncias salieran en medios de comunicación, tomó la decisión de pedir el asilo.
“Su solicitud de asilo ha sido remitida a un juez de inmigración para su adjudicación en un procedimiento de expulsión”, según menciona la carta.
Incluso, el pasado 5 de febrero de 2019 estuvo presente en el discurso del presidente sobre el Estado de la Unión. Había sido invitada por Bonnie Watson Coleman, representante demócrata por Nueva Jersey.
“La máquina de inmigración ha comenzado para sacarla del país”, aseguró su abogado Aníbal Romero.
El magistrado ha fijado una próxima audiencia para el 26 de agosto. En caso de que la petición fuese rechazada por el juez, Romero indica que la deportación no sería inmediata, ya que este trámite puede demorarse un año o más.
Victorina Morales, de 47 años, llegó a Estados Unidos en 1999 y trabajó en el club de golf de Bedminster en Nueva Jersey, que es propiedad de Trump, desde el 2013 al 2018.
La mujer, que ingresó a trabajar como ama de llaves, dijo que los supervisores estaban al tanto de que su Seguro Social y una Green Card (tarjeta de residencia permanente en Estados Unidos) eran falsos.
En enero del 2019, la Organización Trump tomó la decisión de despedir a una docena de empleados sin “estatus migratorio”. Según “Univisión”, entre ellos estaba Morales.
Morales había mencionado en 2019 que incluso llegó a limpiar la habitación del mismo Donald Trump. “De housekeeping me pusieron a hacer la casa de quien es el presidente ahora, y de Ivanka, que es la hija de él”, contó a “Univision”.
Además, mencionó en sus denuncias públicas que el mensaje de Trump sobre la inmigración, alentó a los jefes a realizar comentarios ofensivos hacia ellos. En algunas ocasiones, los llamaron “estúpidos inmigrantes ilegales” o les manifestaban que contaban con “menos inteligencia que un perro”.
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