Sanna Marin será la nueva primera ministra de Finlandia. (AFP / Lehtikuva / Vesa Moilanen).
Sanna Marin será la nueva primera ministra de Finlandia. (AFP / Lehtikuva / Vesa Moilanen).
/ VESA MOILANEN
Redacción EC

Helsinki. La nueva primera ministra de , la más joven del mundo, tendrá una ministra de Finanzas dos años menor que ella integrando a un Gabinete liderado por mujeres tras una restructuración del escenario político, dijeron el lunes funcionarios de su partido.

La legisladora y ministra de transporte Sanna Marin fue nominada el domingo para ser primera ministra de Finlandia, la más joven en la historia del país a sus 34 años y la tercera mujer en encabezar el gobierno.

El consejo del gobernante Partido Socialdemócrata votó 32-29 en la noche para nominar a Marin, quien es además ministra de Transporte y Comunicaciones en funciones, por encima de su rival Antti Lindtman, con el fin de que asuma el principal puesto gubernamental que desempeñaba Antti Rinne.

Tras convertirse en el partido más grande de Finlandia tras las elecciones de abril, los socialdemócratas pueden nominar a uno de sus miembros al puesto de primer ministro en esta nación nórdica de 5,5 millones de habitantes.

Marin ha sido vicepresidenta del partido, legisladora desde 2015 y hasta esta semana ejerció el puesto de ministra de Transporte y Comunicaciones. Probablemente los legisladores aprueben rápidamente la nominación de Marin y de su nuevo gobierno, de forma que pueda representar a Finlandia en la cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas el 12 y 13 de diciembre.

Rinne dejó el puesto el martes luego de que un socio crucial de su coalición, el Partido del Centro, le retiró su apoyo por falta de confianza. El partido también criticó las capacidades de liderazgo de Rinne antes de que en noviembre estallara una huelga de dos semanas del servicio postal Posti, propiedad del Estado, la cual se extendió a otros sectores, incluyendo la aerolínea nacional Finnair.

Sanna Marin después de ser elegida para el cargo de primera ministra. (AFP / Lehtikuva / Vesa Moilanen).
Sanna Marin después de ser elegida para el cargo de primera ministra. (AFP / Lehtikuva / Vesa Moilanen).
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Tras la renuncia de Rinne se produjo la renuncia formal de una coalición de los socialdemócratas y el Partido del Centro y otros tres socios: los Verdes, la Alianza de Izquierda y el Partido Popular Sueco de Finlandia.

Los socialdemócratas y los otros cuatro partidos de la coalición dijeron el domingo que están comprometidos con el programa gubernamental acordado tras las elecciones de abril y que continuará en el nuevo gobierno de Marin. Éste tendrá una cómoda mayoría de 117 escaños en el Eduskunta, el Parlamento de 200 bancas.

Los socialdemócratas indicaron el domingo que desean que Rinne, exlíder sindical, se convierta en vicepresidente del Parlamento. También planea seguir siendo presidente de los socialdemócratas hasta que el partido lleve a cabo un congreso a mediados del año próximo.

Marin, quien es además ministra de Transporte y Comunicaciones en funciones, se impuso por 32 votos contra 29 al portavoz parlamentario del SDP, su único rival, en una ajustada votación del comité socialdemócrata celebrada en Helsinki.

La jefa del Partido de Centro, Katri Kulmuni, de 32 años, estará a cargo del Ministerio de Finanzas, dijeron miembros del partido.

Los cinco partidos en el poder -cuatro de ellos encabezados por mujeres- decidieron permanecer en coalición y continuar con los mismos programas de Gobierno, pero que habría un recambio de Gabinete.

“Queremos hacer un eje entre el trabajo de la primera ministra y el de la ministra de Finanzas”, dijo Kulmini. “Esta es la base de nuestra nueva generación de colaboración (entre los Social Demócratas y el Partido de Centro)”, añadió.

No hubo comentarios inmediatos por parte de Marin, que ascendió rápidamente en la política finlandesa tras convertirse en jefa del concejo municipal de la ciudad industrial de Tampere a los 27 años.

Marin asumirá su cargo en medio de una serie de huelgas que detendrán la producción de una de las mayores compañías de Finlandia a partir del lunes. La Confederación de Industrias Finlandesas estima que la paralización costará a las empresas una suma combinada de 500 millones de euros (550 millones de dólares) en ingresos perdidos.

Fuente: AFP / Reuters

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