Ecuador cierra la puerta a los chinos: ¿Por qué los ciudadanos del gigante asiático ya no serán eximidos de visa?

De acuerdo con información oficial publicada por el canal Ecuavisa, entre el año 2023 y lo que va de 2024, ingresaron a Ecuador 66.089 ciudadanos chinos y salieron 34.209. Casi la mitad, 32.000, no registraron su salida por pasos regulares.

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En el 2022, Ecuador había documentado la entrada de unos 13.000 ciudadanos chinos.

Además, en el último año solo 115 ciudadanos chinos obtuvieron una visa de residencia temporal en Ecuador.

Para sustentar su decisión, el ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador se refirió al aumento de los flujos migratorios provenientes de China y confirmó que aproximadamente el 50% de estas personas no reportó su salida del país. En este punto, cabe precisar que los chinos tienen permitidos 90 días de permanencia en Ecuador desde su ingreso.

“Por esta razón, se encontrarían en el país en situación irregular o habrían salido por vías irregulares a otros destinos del hemisferio”, señaló la Cancillería en un comunicado.

La Cancillería también manifestó a los medios de comunicación que varios informes internacionales e instituciones migratorias indican que la mayor parte del flujo de ciudadanos chinos se mueve a Estados Unidos, principalmente por la selva del Darién. Lo hacen tras contactar y pagar a organizaciones que se dedican al tráfico de migrantes y trata de personas.

La medida entrará en vigor desde el 1 de julio. Es temporal y el tiempo de suspensión dependerá de la evolución de las dinámicas de los flujos migratorios de China, indicó la Cancillería.

Tras el anuncio de Ecuador, el portavoz del Gobierno de China, Lin Jian, dijo que Beijing se opone firmemente a todas las formas de tráfico de personas y remarcó que su país hizo esfuerzos por frenarlas.

“China se opone firmemente a cualquier tipo de actividad de tráfico. En los últimos años, las agencias de aplicación de la ley de China han tomado medidas enérgicas contra los delitos que impiden la gestión fronteriza. Han mantenido una postura de alta presión contra varias organizaciones de tráfico y delincuentes involucrados en estas actividades y han logrado resultados notables”, señaló Lin en una conferencia de prensa.

Lin sostuvo que la exención de visa para chinos había ayudado a mejorar el intercambio y la cooperación con Ecuador en diversos campos.

Mauricio Salvador-Alarcón, director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, le dijo a El Comercio que se desconoce la situación de estos ciudadanos chinos que han entrado en las condiciones actuales y no han registrado su salida. “Hay poca información y datos en materia de migración que nos permitan saber lo que ha pasado con ellos”, indicó.

En cuanto a si las relaciones con el gigante asiático se verán afectadas o no tras la decisión de su país, Salvador-Alarcón indicó que es importante señalar que hace pocas semanas Ecuador firmó y ratificó un Tratado de Libre Comercio con China.

“Es un asunto relativamente nuevo y que se manejó en su momento, en cuanto a las negociaciones, con mucho secretismo, poca transparencia ante la ciudadanía y la sociedad civil. Ahora, salir con una medida de estas, dentro de lo que significa abrirse al mundo como país, creo que sí nos deja muy vulnerables. Habrá que ver en la práctica si esto impacta negativamente en la economía nacional o en la aplicación efectiva del TLC con China”, señaló.

Ernesto Anzieta, especialista ecuatoriano en temas de seguridad, le dijo a este Diario que la problemática con los ciudadanos chinos que enfrenta el gobierno de Daniel Noboa es una repetición de lo que ya había pasado Ecuador en gobiernos anteriores. Refirió que la política constitucional de migración (libre movilidad, ciudadanía universal), volvió atractivo al país para una serie de nacionalidades “problemáticas” en la década anterior.

“Ante el ingreso de ciudadanos del África, Asia y países ‘problemáticos’ como Corea del Norte o Siria se tuvieron que hacer ajustes y restringir accesos. Sin embargo, la relación importante con China generó una exención de visa desde el 2016 que, entre otras cosas, fue un factor para la suscripción en febrero de este año de un tratado de libre comercio con el país asiático”, sostiene Anzieta.

El experto en seguridad dice que se presume que la gran mayoría de chinos que no registran salida del país ya lo han hecho por pasos informales, y que se fueron rumbo a Estados Unidos. “Sin embargo, también se presume trata de personas para trabajo al interior del país, ya que se han identificado a ciudadanos chinos en labores de venta informal en las calles, sin documentación ni conocimiento del castellano”, explicó.

Hasta ahora, Ecuador y Surinam son los únicos países de Sudamérica que no exigen visa a los ciudadanos chinos.

En un informe de diciembre del 2023, el diario estadounidense The New York Times, basado en datos de autoridades de inmigración de EE.UU. y de Panamá, aseguró que ese año ingresó un mayor número de chinos a Estados Unidos a través del Tapón del Darién; solo fueron superados por los venezolanos, ecuatorianos y haitianos.

Más de 24.000 migrantes chinos fueron detenidos de manera temporal en la frontera sur de Estados Unidos en el año fiscal 2023, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. En la década anterior, menos de 15.000 inmigrantes chinos fueron detenidos cruzando de manera ilegal la frontera con México; es decir, unos 1.500 por año, precisó el NYT.

El diario agregó que en la actualidad el punto de partida de los chinos que atraviesan el Tapón del Darién es Ecuador.

El medio dijo que los migrantes chinos proceden de un entorno de clase media baja. Temen caer en la pobreza si la economía china empeora y que ya no veían un futuro para ellos ni para sus hijos en su país de origen.

El NYT contó la historia de Gao Zhibin y su hija, quienes salieron de Beijing el 24 de febrero del 2023 en busca de una mejor vida. A lo largo de los siguientes 35 días, viajaron por nueve países en avión, tren, barco, autobús y a pie. Llegaron a suelo estadounidense a fines de marzo.

Gao dijo que viajó a Ecuador porque había visto publicaciones en redes sociales que mencionaban a chinos que llegaban a Estados Unidos a través del Tapón del Darién. Él y su hija solicitaron pasaportes y, unas semanas después, volaron a Estambul (Turquía) y de ahí a Quito. Luego partieron hacia el Darién, atravesaron Centroamérica, México, hasta llegar a su destino final.

La mayoría de chinos solicita asilo en Estados Unidos tras cruzar la frontera.

En cuanto a si existe una mafia en Ecuador que está ayudando a los ciudadanos chinos para ingresar a Estados Unidos, Ernesto Anzieta sostiene que existe una serie de proveedores que cumplen diversas fases en el proceso de trata no solo de personas procedentes de China. Explica que estos están levemente articulados con las organizaciones que promueven la trata, por lo que el desmontaje de la estructura es muy difícil.

La cadena estadounidense CNN informó en enero de este año que en Ecuador hay una industria casera de empresas que atiende a los viajeros chinos, empezando por recogerlos en el aeropuerto, organizar su estancia en albergues gestionados por sus compatriotas y el viaje final hacia el norte del continente.

En uno de los albergues, donde una noche con comidas cuesta unos US$ 20, CNN comprobó que había mapas impresos en chino e instrucciones pegadas en una pared que detallaban cada etapa del viaje. La propietaria calculó que en Quito hay 100 pequeños negocios como el suyo que atienden a viajeros chinos, incluidos los que se preparan para dirigirse al norte.

En cuanto a los pagos que deben hacer, CNN informó que los chinos que hacen el viaje por su cuenta gastan entre 3.000 y 5.000 dólares. Eso incluye vuelos desde Asia a países como como Turquía, luego llegan a Ecuador. Normalmente contratan un guía para cruzar la selva del Darién. Se trata de la ruta más arriesgada y puede tardar más tiempo.

Quien dispone de más dinero, paga entre US$ 9.000 y US$ 12.000 a los contrabandistas para que organicen el transporte durante parte del viaje hacia Estados Unidos, así como un barco y un guía para la travesía opcional por la selva tropical, todo incluido. Con esta opción se puede evitar el trayecto a pie por el Darién, indica CNN.

También existe un “paquete premium” de al menos US$ 20.000. En este caso, la ruta es más fácil. El traficante ayuda a obtener un visado de entrada múltiple a Japón, que automáticamente permite el ingreso sin visado a México, y transporte hasta la frontera. Se evita por completo el Darién.