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El sitio nuclear de Irán contra el que EE.UU. no lanzó bombas antibúnker porque “no habrían sido efectivas”
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Estados Unidos atacó con bombas antibúnker de 13.600 kilos dos sitios nucleares clave de Irán: Fordow y Natanz. Al tercero, ubicado en Isfahán, le disparó misiles Tomahawk desde submarinos. ¿Por qué? El lugar es tan profundo que quizá no habría sido alcanzado, un dato hasta ahora desconocido que fue comentado por un alto oficial estadounidense durante una sesión informativa en el Senado. La noticia se conoce en momentos en que la agencia de la ONU que supervisa el asunto atómico ha alertado que la República Islámica podría volver a enriquecer uranio en “cuestión de meses”, y no en muchos años o décadas, como han anunciado el presidente Donald Trump e Israel.
El 13 de junio, Israel atacó instalaciones nucleares y militares de Irán con el objetivo de que la República Islámica no desarrollara un arma nuclear, una ambición que Teherán ha negado, y para neutralizar su poderío misilístico. Estados Unidos se unió a esta guerra el sábado 21 de junio mediante bombardeos y el lunes 23 Trump anunció un alto al fuego total.
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MIRA: ¿Qué pasará con el programa nuclear de Irán tras la guerra y cuánto tiempo le faltaba para tener la bomba atómica?
La cadena de noticias CNN reveló el fin de semana que el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Dan Caine, explicó de manera privada a los senadores por qué el país no usó las bombas GBU-57 MOP contra el sitio de Isfahán, ubicado en el centro de Irán.

De acuerdo con CNN, funcionarios estadounidenses creen que las estructuras subterráneas de Isfahán albergan casi el 60 % de las reservas de uranio enriquecido de Irán.
La última evaluación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reveló que Irán cuenta con más de 408,6 kilos de uranio enriquecido al 60%, muy cerca al umbral de 90% necesario para la fabricación de la bomba atómica.
Tras la sesión informativa de Caine y otras altas autoridades del Gobierno de Trump, el senador demócrata Chris Murphy dijo a CNN que se detalló que algunas capacidades de Irán “están tan profundamente bajo tierra que nunca podremos alcanzarlas. Así que tienen la capacidad de mover gran parte de lo que han salvado a áreas donde no hay capacidad de bombardeo estadounidense que pueda llegar”.
Además, legisladores consultados por CNN afirmaron que las autoridades estadounidenses aseguraron que acabar con las reservas de uranio de Irán no era uno de los objetivos de los ataques, sino que iban por otros componentes del programa nuclear iraní.
Hace unos días CNN reveló que una evaluación preliminar elaborada por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés) indicó que el ataque contra las instalaciones claves de Irán no destruyó los componentes centrales del programa nuclear, incluido su uranio enriquecido, y que probablemente solo retrasó el programa nuclear unos meses.
Trump salió al frente de esta noticia y dijo que era falsa. Se reafirmó en que el programa nuclear de Irán retrocedió décadas por los bombardeos estadounidenses.

Isfahán, oficialmente conocido como el Complejo de Conversión de Uranio (UCF), es una instalación estratégica del programa nuclear iraní, pues desempeña un rol fundamental en el ciclo del combustible nuclear, ya que allí se convierte el uranio natural en hexafluoruro de uranio (UF6), una forma gaseosa que es esencial para el proceso de enriquecimiento en centrifugadoras como las que operan en Natanz y Fordow. También se producen otros compuestos como óxido de uranio (UO2) y tetrafluoruro de uranio (UF4), necesarios para distintas etapas del ciclo nuclear.
En resumen, el lugar es clave como punto de partida del proceso de enriquecimiento de uranio.
Sin la conversión que se realiza en Isfahán, Irán no podría alimentar sus centrifugadoras ni avanzar hacia niveles altos de enriquecimiento.
Gran parte de sus instalaciones están en la superficie, pero por lo dicho por las autoridades estadounidenses, también existen instalaciones subterráneas.

Fordow está ubicado en una montaña a una profundidad de unos 80 metros. Mientras que se cree que la zona subterránea de Natanz tiene 12 metros.
¿Irán reactivará su programa nuclear?

En este contexto de dudas sobre la efectividad o no de los bombardeos de Estados Unidos, el fin de semana el director del OIEA, Rafael Grossi, declaró a CBS News que Irán posiblemente pueda empezar a producir uranio enriquecido “en cuestión de meses”.
“Pueden tener, sabes, yo diría en cuestión de meses, unas cuantas etapas de centrifugadoras girando y produciendo uranio enriquecido, o menos que eso”, manifestó Grossi.
“No sabemos dónde podría estar este material”, admitió Grossi en la entrevista cuando respondió sobre el uranio enriquecido al 60%.
“Una parte pudo ser destruido en los ataques, pero otra parte pudo ser trasladada. Por lo que tiene que haber en algún momento una aclaración”, añadió.
En Irán, la semana pasada los legisladores votaron para suspender la cooperación con el OIEA y Teherán rechazó la solicitud de Grossi para visitar los sitios nucleares, en especial Fordow.
Andrés Gómez de la Torre, especialista en temas de defensa e inteligencia, le dijo a El Comercio que si bien hasta antes de la guerra de los 12 días Irán todavía no tenía la bomba atómica, no le cabe la menor duda de que dentro de su concepción estratégica estaba convertirse en una potencia nuclear.
“Como una forma de disuasión, incluso dio a entender que ya estaba a punto de conseguir el arma”, manifestó.
“En definitiva, habrá que evaluar cuál es la magnitud de los daños, no se sabe a ciencia cierta lo que ha pasado. Pero en función de ello se podrá evaluar cómo y cuánto se ha ralentizado la posibilidad de que Irán pueda tener en definitiva un arma nuclear” agregó.
Tanto Estados Unidos como Israel han advertido que al primer indicio de que Irán está reactivando su programa nuclear ellos van a reanudar sus ataques.
En este punto, cabe preguntarse si sería realista para Teherán reiniciar su programa nuclear sabiendo que será atacado, y sin antes haberse asegurado de tener aliados como Rusia que puedan salir en su defensa, a través de la firma de, por ejemplo, un acuerdo de defensa recíproca como el que existen entre Corea del Norte y Moscú.
Para Gómez de la Torre, la guerra ha deteriorado la relación entre Irán y Rusia. “Ya firmaron un convenio de asociación integral que no consideraba la defensa recíproca. Más allá de lo declarativo, Rusia no se la jugó para sostener a Irán, como sí lo hizo con el régimen de Bashar al Assad en Siria. Ello a pesar de que Teherán ha sido un buen aliado de Moscú porque le ha brindado tecnología para la fabricación de drones como el Shahed, que es usado profusamente contra Ucrania”.
“Pienso que Irán ya no va a considerar a Rusia como un aliado fiable”, dijo Gómez de la Torre.
“Lo más probable es que Irán acuda a China para poder sostener y recuperar algo de sus capacidades perdidas, especialmente en materia aérea”, estimó.

El analista consideró como una muy mala señal la decisión de Irán de cortar todo tipo de relación con el OIEA para que realice los procedimientos de verificación usuales que le permitan monitorear si su programa va más allá de los fines pacíficos. “Teherán está dando señales muy ambiguas y negativas con respecto a su programa nuclear”, sostuvo.










