Carmen es una comerciante que, como tres de cada cuatro peruanos, trabaja en la informalidad. Ella no recibirá gratificación en julio, no tiene CTS ni vacaciones. Mucho menos un seguro de salud o pensión de jubilación. A ella poco le importa lo que la presidenta Boluarte dirá en su primer mensaje a la nación este 28 de julio. Sus preocupaciones, cree ella, están muy alejadas de la política. Salir a protestar tampoco está en su radar. Si ella no trabaja, ese día no gana.
Para el 59% de peruanos, los principales problemas del país son la corrupción y la delincuencia/inseguridad. Pero para el 31%, su principal preocupación es el costo de vida y la inflación, y para el 23% el problema más importante del país es el desempleo. Estos datos son producto de una investigación realizada por Ipsos entre marzo y abril del 2023 a pedido de Capitalismo Consciente Perú y la Fundación Konrad Adenauer. En este mismo estudio encontramos que la mayoría de los peruanos considera que los empresarios deberían asumir una mayor responsabilidad en la solución de los problemas que afectan al país. Siendo que para el 43% el principal problema en el que el sector privado debería asumir mayor responsabilidad es precisamente la falta de oportunidades de trabajo.
El Gobierno ha hecho muy poco en los últimos años para generar confianza en los actores económicos. Como consecuencia, la inversión privada se mantiene limitada y con ello la economía se ha estancado y la pobreza sigue aumentando. Es una ecuación muy sencilla que rara vez es entendida por nuestros políticos. Cuando la economía se ralentiza y aumenta la pobreza, crece la insatisfacción con la democracia, el Gobierno y el sistema económico. El IPE ha señalado que la debilidad económica que se anticipa para el 2023 no solo traerá repercusiones inmediatas en la generación de mejores empleos, sino que también limitará el potencial de crecimiento del Perú hacia futuro.
Se espera que la economía crecerá solo 1,6% este año (BBVA Research). Si en el 2022, la economía peruana creció 2,7%, lo que generó que 630.000 peruanos volvieran a caer en pobreza, es muy probable que, considerando la proyección de crecimiento para este año, a fines del 2023 la tasa de pobreza esté por encima del 29%. Esto significa un retroceso de 13 años en la lucha contra la pobreza, regresando a cifras del 2010.
Hoy, siete de cada diez peruanos son pobres o vulnerables de caer en pobreza. El gran milagro peruano, que nos llevó a reducir la pobreza de 59% en el 2004 a 20% en el 2020, parece haberse acabado. En gran medida gracias a nuestra clase política y a la falta de una visión de país que no nos permite tener un plan de desarrollo, no a cinco, sino a 50 años.
El Banco Mundial ha identificado cuatro puntos en los que el Perú debería concentrarse. (i) Impulsar el acceso a servicios de calidad. Hoy, el 60% de los hogares peruanos carecen de uno o más servicios esenciales como agua potable, saneamiento, electricidad e Internet. (ii) Afrontar la alta informalidad y precariedad laboral: tres de cada cuatro trabajadores son informales y solo ocho de cada 100 pagan impuesto a la renta. (iii) Aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral. Hoy es cerca de 20 puntos porcentuales menor a la de los hombres y en su mayoría las mujeres tienen empleos de menor calidad y de baja productividad. Finalmente, es imprescindible recuperar los aprendizajes perdidos durante la pandemia, las condiciones laborales y de salud.
Pero ¿cómo hacerlo si congresistas como Sigrid Bazán limitan las oportunidades de desarrollo del país y de los peruanos, al encarecer la contratación formal? Mientras más caro resulta un trabajador formal, menos puestos de trabajo se generarán.
No levantar la voz y ocuparnos significa que Carmen seguirá trabajando fuera del sistema, sin acceso a salud y educación para sus hijos, sin vacaciones, sin seguro de desempleo. Viviendo en una casa con piso de tierra y sin servicios públicos, pasando cuatro horas diarias en transporte público. No podemos seguir mirando a otro lado y no ver la precariedad en la que viven siete de cada diez peruanos.